Pasaron ya muchísimos años desde que el filósofo Aristóteles afirmó que el hombre es un ser social por naturaleza. Y en ella está el siempre buscar “al otro”.
Podemos afirmar entonces, que la amistad es ni más ni menos, una relación humana que, como todas las relaciones, sucumbe a los conflictos y a la pasión.
Pero, como no la obliga el poder, el saber y el deber… es demasiado libre. Y de ese modo es más frágil, por lo que hay que cuidarla mucho.
Uno se preguntaría… ¿Por qué es tan preciada la amistad?
Porque es una relación que no depende de los lazos familiares; ¡es un espacio de total de libertad!
En este artículo vamos a hablar tanto de la amistad en relación a los hombres como a las mujeres.
La Amistad entre Mujeres
Cuando nos reunimos las amigas, lo hacemos sin un fin específico; hacemos una llamada o nos invitamos por wasap y simplemente nos juntamos para contarnos lo que nos va sucediendo en el día a día.
Esta reunión es un encontrarse en un espacio en el que lo femenino surge; un universo lleno de vivencias, sentimientos… pensamientos. En ese vínculo que se teje entre dos o más personas, se va generando una empatía, confianza y lealtad que nos trae mucha satisfacción.
El saberse amiga de otra es saber que nos entendemos en los silencios, que podemos interpretar las miradas, perdonar errores y guardar secretos.
Por supuesto, como en toda relación humana, no podemos soslayar el hecho de que existan factores como la competencia, la rivalidad, el rencor…
Cuando nos involucramos en entablar amistades, las mujeres liberamos una hormona… la oxitocina que calma el stress reduciendo la tensión arterial y los niveles de colesterol.
Las amigas calman nuestro revuelto mundo interior; llenan los vacíos emocionales que experimentamos en la pareja. Nos acompaña en las soledades y nos ayuda a tener otro punto de vista en lo que planteamos.
Haciendo historia vemos que allá lejos en los tiempos, toda reunión de mujeres era sospechosa y muchas de ellas terminaban en la hoguera por brujería.
Como se observa, las amigas… vecinas… colegas… desde siempre las mujeres se han relacionados entre sí formando vínculos múltiples, complejos e intensos.
Un psicoanalista J.Abadi opina que en la mentalidad de los hombres pareciera que existe la sospecha de secretos y conspiración, no solo porque hablan de cosas que ellos no entienden, sino porque lo dejan afuera y le hacen perder el control de la situación.
Como todo, la amistad nos ha acompañado en las distintas etapas evolutivas de nuestra vida.
Haciendo un breve recorrido de lo que significa la amistad en dichas etapas, vemos que cuando son niños pequeños es de real importancia para su desarrollo. Les permite socializar, jugar, compartir experiencias y van aprendiendo valores como el respeto y la colaboración. Aprenden también a relacionarse en grupo, a mostrar preferencia por otros compañeritos de juego.
Y es bastante común que jueguen a tener un amigo invisible con el que establece un diálogo unipersonal, que los ayuda a tener empatía y a ver su mundo desde otra perspectiva.
¿Alguna vez tuviste un amigo invisible?
Luego cuando están en la escuela primaria, aprenden algo muy importante como es la aceptación por parte de otros niños. Ellos se juntan con otros que tienen sus mismos intereses y gustos. En esta etapa cambian con facilidad de amigos.
Ya en la adolescencia, los amigos son un punto de referencia para establecer gustos e intereses. Estos amigos son su confidente, su familia y no saben vivir sin ellos. Los amigos les sirven para buscar su identidad como persona, reforzar su autoestima y compartir códigos comunes.
Buscan sentirse comprendidos y para ayudarse mutuamente en el momento que comienzan a tener problemas con sus padres, a los que perciben como figuras de autoridad.
La amistad entre los hombres
Entre ellos cuando se reúnen, parecen enfocarse en el disfrute de comer, pero sin profundizar demasiado en detalles escabrosos y de contenido sentimental.
Son propensos a hacerse chanzas entre ellos, contando chistes picantes lo que les permite ser más espontáneos y relajados.
Suelen ser menos íntimos sin tanta complicidad. Pero la relación entre ellos parece ser más profunda y estable; menos frágil y con un menor riesgo de romperse.
No es tan habitual que necesiten juntarse tan seguido para estar al tanto de la vida del otro. Y si entre ellos surge alguna discusión o algún comportamiento que pueda suscitar enojo, pueden en ese momento discutir muy fuerte e incluso con palabras agresivas, pero luego vuelven a calmarse y todos sigue como antes.
Ellos son menos rencorosos que las mujeres; los beneficia el poder exteriorizar en el momento su disgusto, los libera para no seguir rumiando ese malestar.
Por el contrario, las mujeres no solemos contar chistes en nuestras reuniones ni exponemos nuestro enojo con alguna del grupo en el momento que sucede.
Por otra parte los hombres son menos sentimentales… los mandatos que vienen arrastrando desde su infancia señalan que han sido enseñados para no mostrar debilidad ni exponer sus sentimientos.
Afortunadamente esto va cambiando, aunque todavía es la educación que reciben algunos niños.
Alejandro Lerner interpreta en su tema Amigos son los Amigos:
“Que un amigo es una luz, brillando en la oscuridad…siempre serás mi amigo… no importa nada más!”
Otra bella canción de Roberto Carlos nos dice:
“Tu eres mi amigo del alma en toda jornada… aunque eres un hombre aún tienes alma de niño… aquel que le da su amistad y cariño… tu corazón es una casa de puertas abiertas… tu eres realmente el más cierto en horas inciertas”...
¡¡Celebremos juntos lo bueno que es tener amigos!!
