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La historia de Darío: Fue paramédico por 14 años y ahora es fotógrafo y filmmaker en Italia

La historia de Darío: Fue paramédico por 14 años y ahora es fotógrafo y filmmaker en Italia

En esta sección te invitamos a conocer las historias de aquellos altagracienses viviendo en diferentes partes del mundo. Hoy dialogamos con Darío quien es paramédico pero que al llegar a Italia se topó con la realidad de no poder ejercer lo que estudió en este país. No obstante, la vida lo llevó por caminos inesperados: de trabajar en una planta de reciclaje a prepararse para una nueva aventura en la Costa Amalfitana. Este hombre no se limita a una sola profesión; también es un apasionado fotógrafo y filmmaker, quien encuentra oportunidades creativas en cada paso de su viaje.

Darío nació en Alta Gracia y gran parte de su vida la pasó en nuestra ciudad e incluso formó su propia familia. Sin embargo, fueron varios los motivos que lo llevaron a tomar la decisión de emigrar al extranjero con todos ellos.

Motivado por la inestabilidad económica, la creciente inseguridad y el deseo de proporcionar una mejor calidad de vida a sus dos hijos, el altagraciense tomó la difícil decisión de dejar su ciudad natal y trasladarse al extranjero.

Estos tres factores clave han impulsado su determinación de explorar oportunidades fuera de su país de origen, en busca de un futuro más estable y seguro para su familia.

Hace ya un año y tres meses que está viviendo en Italia. «Un mes viví en Varese, bien al norte. Por motivos de tiempo en hacer la ciudadanía nos vinimos a una pequeña ciudad al norte de Calabria, llamada Palmi. Es la primera experiencia emigrando».

La versatilidad laboral como paramédico y fotógrafo en Italia

En Alta Gracia, Darío trabajó durante 14 años como paramédico. Sin embargo, al llegar a este nuevo destino, debió enfrentarse abruptamente con la realidad de que aquí no se reconoce la profesión de paramédico y, además, el proceso de convalidación de su título se convirtió en un laberinto burocrático. «No existen los paramédicos y es muy engorroso hacer una convalidación para esa tecnicatura».

Sin embargo, en su búsqueda por poder adaptarse a esta nueva realidad laboral, encontró una oportunidad en una planta de reciclaje, donde trabajó durante 10 meses. «Pero mi espíritu inquieto y mi pasión por explorar nuevas experiencias me han llevado a trazar nuevos horizontes».

«Actualmente, me encuentro inmerso en los preparativos para trasladarme junto a mi familia a la hermosa Costa Amalfitana, donde tenemos la oportunidad de trabajar en la próxima temporada«.

Además de su experiencia en el campo de la salud y la gestión de residuos, el altagraciense posee una faceta artística como fotógrafo y filmmaker.

«A lo largo de los años, he tenido el privilegio de llevar a cabo diversos proyectos particulares en este ámbito, fusionando mi pasión por la imagen con la narración visual. Estoy ansioso por ver cómo esta nueva etapa en la Costa Amalfitana enriquecerá mi visión creativa y me brindará nuevas oportunidades para expresarme a través de mi arte».

¿Cómo es la realidad de conseguir trabajo y vivienda en el extranjero?

Conseguir trabajo y vivienda en el extranjero puede ser un desafío emocionante y gratificante. Pero también puede ser un proceso complicado que requiere planificación, paciencia y perseverancia.

Basándose en su experiencia personal, Darío afirmó que actualmente en el lugar donde reside, no presenta mayores dificultades en lo que se refiere a la búsqueda de vivienda.

«Igualmente, la verdadera complicación surge durante los meses de temporada alta, cuando la ciudad se ve abrumada por una avalancha de turistas y la disponibilidad de alojamiento se reduce considerablemente».

En cuanto a al ámbito laboral, la situación es completamente opuesta. «Durante la temporada turística, las oportunidades laborales abundan y uno puede elegir entre diversas opciones de empleo«.

«Pese a esto, una vez que la temporada llega a su fin, la situación se torna desafiante, ya que la oferta de trabajo disminuye considerablemente y encontrar empleo se convierte en una tarea ardua».

Viviendo la «Dolce Vita» como altagraciense en tierras italianas

A continuación, Darío expresó que lo que realmente le gusta de Italia es la estabilidad económica. «En un año las cosas tal vez subieron 3 centavos. Se puede proyectar».

Asimismo agregó que otras cosas muy bellas de este sitio son los paisajes a los que calificó como increíbles y también la seguridad y la calidad de vida que cualquier persona puede conseguir, en cualquier tipo de trabajo.

Luego de esto comentó que los italianos son muy diferentes a nosotros los argentinos, al contrario de lo que comúnmente se cree. «Son temperamentales y gritones, aunque aclaro que no son todos. También son muy rutinarios porque van la casa al trabajo y viceversa, cosa que a mi mucho no le gusta. Pero los calabreses normalmente son buenísimos».

Sobre el idioma señaló que todos los días uno aprende frases y modismos del dialecto de la zona. «Nunca se termina de aprender, pero puedo decir que no es complicado».

Por último, en lo que refiere al clima y la gastronomía, sostuvo que el primero es similar al nuestro pero con olor a mar: «Y la comida es un problema para mi, por que yo a la comida argentina no la cambio por ninguna».

Lecciones, experiencias aprendidas y para aquellos que estén planeando vivir en otro país

Acerca de las experiencias y lecciones que le ha dejado el emigrar, el altagraciense manifestó que le ha enseñado básicamente a entrenarse de nuevo para la vida, ya que para él, cambiar de país fue como ir a un mundo diferente.

«Yo aquí conocí diferentes versiones mías: el Darío angustiado, el que llora, el Darío que extraña, así también el Darío que todo lo puede, el que proyecta y un Darío feliz«.

Posteriormente, contó que trabajar con la basura fue algo bastante desagradable, aunque lo puso a prueba y le demostró lo que pudo hacer y como creció día a día. «Ya sea aprender el idioma o tener nuevos amigos. Es como un una inyección de humildad que te ayuda a seguir progresando».

«Creo que emigrar es tan transformador que es muy difícil ser la misma persona de antes y hacerlo con la familia en algunos aspectos ayuda, ya que el apoyo, la compañía y ver a los hijos crecer en un buen lugar te da las energías para continuar y seguir buscando tú sitio en el mundo».

Por otro lado, aconsejó que lo mejor para los que se quieran animar a viajar por el mundo es venir programado para quedarse. «Son muchas las posibilidades de que sea un viaje solo de ida y no de vuelta. Es difícil el tema de la documentación, pero vale la pena ¡A meterle!».

¿Volver a Argentina?

Toda persona que emprende un viaje para irse a vivir a otro país lejano y ajeno, lleva consigo en su memoria los recuerdos de los seres queridos que dejó atrás. El altagraciense aseguró que extraña a la familia, las amistades, las juntadas y el asado. «Todo lo que se refiera a las reuniones sociales básicamente«.

No obstante, ante la pregunta si planea regresar en algún momento, reveló que lo hará pero de visita. «Mi regreso a Argentina está contemplado principalmente como una visita ocasional, un reencuentro con mis raíces y una oportunidad para saborear los placeres simples pero profundos de la vida argentina. Pero en el largo plazo, quién sabe».

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