Por Laura Iglesias (Especial para «La Educación sobre la Mesa»)
Porque la identidad social de cada uno de nosotros, de un lugar, de una comunidad, de un país no es un código de barra, no es un resultado de laboratorio; es así que la educación se convierte en puente que permite construirla entrelazando saberes para la búsqueda de huellas del pasado y trasmitir su legado.
Hoy nos referimos a la identidad social como el sentido de pertenencia de un individuo a la sociedad en la que se desenvuelve. Ello promueve la adopción, como propios, de comportamientos y formas de pensar, e influye significativamente en la formación de valores para la convivencia.
José Manuel Solares: “En los años intermedios de calma volvía con más ahínco a buscar en las entrañas de mi tierra lo perdido”.
José Manuel Solares y nuestra identidad.
Un ejemplo tangible de lo expresado, es la evocación de LA LABOR Y LEGADO DE JOSÉ MANUEL SOLARES EN NUESTRA COMUNIDAD, al conmemorar el 23 de agosto un año más del fallecimiento de tan notoria personalidad; siendo oficializado tal reconocimiento bajo la Ordenanza Nº 12.242 (Fecha: 10/08/2022, Promovida por el Concejal Manuel Ortiz).
Conocer y acercarnos como ciudadanos a los hechos que de una manera u otra han incidido, repercutido y sentado las bases en la conformación de esta ciudad, nos permite la construcción de nuestra identidad social. Destacando, en aquel momento, como pilares, para la creación de esta Villa, los valores como la honradez y la educación.
Así lo manifiestan sus expresiones de voluntad escritas en su testamento al donar sus tierras a “los pobres de notoria honradez”; y todo su esfuerzo, empeño, dedicación y constancia, sostenidos en la importancia y necesidad de la CREACIÓN DE ESCUELAS como una base primordial para el desarrollo de la persona y la concreción de una sociedad civilizada.
Solares fue un visionario de su época al priorizar el derecho de los niños a recibir instrucción, más allá de su condición social; más allá de las costumbres laborales de la época, y también teniendo en cuenta a la mujer para ejercer el mismo, creando para ello la primera Escuela de Niñas en la provincia.
José Manuel Solares: “La instalación de la escuelas primarias son de gran utilidad y la piedra fundamental de la civilización.”
Mirando desde la Educación
Una educación de calidad es aquella que impulsa una formación integral que propicie el desarrollo de las dimensiones cognitiva, ética, afectiva, social y política de todo ser humano. Es así también en la medida en que se generen ambientes de aprendizaje que promueven el pleno desarrollo de estas potencialidades de los estudiantes; les habilita variados modos de expresión. Pone en marcha procesos de alfabetización cultural que enriquecen el desarrollo personal y social; la construcción de la propia identidad que se da en el marco de un contexto determinado.
En este sentido, y más allá de los aprendizajes y contenidos específicos que se imparten en los establecimientos educativos, es responsabilidad de todos como sociedad; y en calidad de adultos, que ya transitamos el recorrido escolar, participar activamente en la posibilidad de que sean accesibles y sostenibles en el tiempo, los espacios que permiten a los niños y adolescentes compartir saberes que ponen en juego las capacidades que contribuyen al desarrollo del pensamiento crítico. Tan importante para su futuro y la convivencia en la sociedad. Parte de ello es el conocer, en este caso, el pasado que conforma la identidad de nuestra ciudad.
Como comunidad, en primera persona, albergamos los preciados valores, deseos, anhelos, acciones y pensamientos de quien impulsó la existencia de esta comunidad. Hagámonos eco de su legado.
Santiago Estrada, biznieto de Liniers se refirió a Solares como «en su calidad de maestro de la educación primaria, era filántropo y remediaba las necesidades del pobre, del enfermo, del atribulado; como juez oficioso, dirimía amigablemente las querellas de sus vecinos.»
#laeducaciónesresponsabilidaddetodos
“Pienso la escuela como un espacio de conquista, de transformación, de acceso a la cultura; un espacio de construcción de creación, tanto de estudiantes como del docente. El docente como mediador, promotor y a la vez aprendiz. Un lugar donde los niños y docentes tengan ganas de volver, estar, ser y permanecer con alegría. Creo en el poder de conquista que ejerce la poesía, la literatura en general, en cada persona.” Claudia Molina (*).
(*) Profesora de Enseñanza Primaria/ Escritora/Poeta/Narradora/Forma parte del Programa de Fortalecimiento de las Trayectorias Estudiantiles del Min. De Educación de la Nación./ Dirige TALLERES DE POESÍA (todos los niveles y público en general).
¡Hermoso domingo, con identidad propia, para todos!
