Platea preferencial es una columna pensada para hablar de cine. Saliendo un poco del lado formal y periodístico de AG Noticias; la columna se propone a recomendar películas, comentar films y a brindar «datos color» de actrices y actores pertenecientes a Hollywood, cine argentino y cine independiente. En esta ocasión, cambiaremos un poco el sentido de la columna y hablaremos de un clásico de las series: hablaremos del fenómeno que fue La familia Ingalls.
La pequeña casa en la pradera -mejor conocida como La familia Ingalls– es una serie de producción estadounidense que se emitió por la cadena NBC entre los años 1974 y 1983. Está basada en la saga de libros homónima de Laura Ingalls Wilder. Se convirtió en serie televisiva después del éxito que obtuvo la película de televisión del mismo nombre.
Cuando el éxitoso Michael Landon se ofreció para el papel de Charles Ingalls, la NBC supo que tenía los ingredientes de una serie exitosa. Con una adaptación libre de los breves libros originales, Little House on the Prairie debutó con índices de audiencia excepcionales. Durante nueve años, las audiencias favorecieron esta historia de la vida norteamericana del siglo XIX.
Trama
La serie gira alrededor de Charles Ingalls, un hombre casero que tiene problemas para asentarse con su familia en Plum Creek, Minnesota. Él y su esposa Caroline se trasladan a Walnut Grove, Minnesota, en busca de una comunidad mejor y de prosperidad. Juntos crían a sus tres hijas: Mary, Laura y Carrie. Aparentemente, la época histórica en la se asienta el relato es en 1867, por lo que vemos a un Estados Unidos más crudo y austero, totalmente ajeno al país primer mundista contemporáneo.
La trama cautivó al público, justamente, por ser un producto audiovisual que valora a la familia. Los personajes evocan ternura, alegría. Ese sentimiento de nostalgia que se relaciona directamente con la infancia, pese a la notoria diferencia entre los contextos. Es una serie amena, pero que tuvo la capacidad de tocar temas delicados y aún así mantener a su público satisfecho durante poco menos de nueve años.
Audiencia
La audiencia que tuvo La familia Ingalls es un punto clave en su éxito. Para entenderlo, hay que remontarnos a los años setenta, es decir, al momento auge de la televisión. En esa época los valores de rating se median en vivo, de con un método muy distinto al que utilizan los actuales servicios de streaming.
Meses antes del estreno oficial de la serie, se estrenó un largometraje basado en los libros. El 30 de marzo de 1974 la película se emitió por primera vez, y obtuvo un rating tan elevado que el 11 de septiembre de ese mismo año se lanzó oficialmente la primera temporada de la serie.
Este público se mantuvo durante más de seis años, sin embargo, en los ochenta la audiencia comenzó a decaer. En el año 1982, tras ocho exitosas temporadas, Michael Landon optó por hacerse a un costado, poniéndole fecha de caducidad al producto audiovisual. A pesar de esta caída del público, al día de hoy la serie es recordada con mucho cariño y con muchos fanáticos a lo largo del mundo. También es un indiscutible fenómeno televisivo.
Temporadas y episodios
La serie cuenta con un total de nueve temporadas y 204 episodios. Incluso se animó a meterse con temas muy delicados y poco habituales para un western televisivo, como el racismo, la adicciones a las drogas, las enfermedades terminales, el maltrato infantil y hasta los abusos sexuales, pero de todos los dramas que trató, seguramente el que más recuerda del público es el de la ceguera de Mary.
En la cuarta temporada, la mayor de las Ingalls perdía su visión a causa de la escarlatina, un giro argumental que causó un gran impacto en los televidentes. Esto provocó que la actriz que daba vida a Mary, Melissa Sue Anderson, tuviese su primer nominación al premio Emmy.
¿Por qué esta serie es de culto?
Hablar del éxito de este tipo de productos siempre va a ser complicado, más que nada porque los tiempos cambian. Muchos de los episodios que la serie tiene en su repertorio, hoy en día podrían ser motivo de controversia. Sin embargo, ese no es el caso de la querida familia Ingalls. Y ese, justamente, es el motivo del éxito de esta serie: una trama cuidada, en la cual los valores de la familia y el amor predominan al final del día. La pequeña casa en la pradera genera un sentimiento de nostalgia, que inequívocamente va acompañado de una buena dosis de ternura. Pese a que la serie indagó en temas complejos, siempre predominó un mensaje alegre y positivo, a pesar de las circunstancias. Evoca una y otra vez a la infancia, a la niñez. Al hacer travesuras, a pelear por una causa justa. A estar con la familia.
La familia Ingalls es una serie que envejeció bien y que, sin duda alguna, será de culto para siempre.
