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Un paseo por la Estancia Jesuitica de Alta Gracia

Estancia jesuitica Alta Gracia

En pleno centro centro de Alta Gracia, en la turística provincia de Córdoba se encuentra la Estancia Jesuítica de Alta Gracia y Casa del Virrey Liniers, imponente guardando en su interior retazos de historia.

Hoy la estancia es un museo que impacta al llegar al centro de la ciudad, por su belleza y los detalles arquitectónicos en su construcción, que se preserva fiel a la estructura original. La iglesia ocupa el ala sur del patio y es un ejemplo del barroco americano. La redondez de esas paredes constituye una excepción dentro de las tipologías religiosas coloniales de Latinoamérica.

Capilla de la Estancia jesuitica de Alta Gracia
Capilla de la Estancia jesuitica de Alta Gracia// Foto: Turismo Alta Gracia

En la actualidad el Museo cuenta con diecisiete salas de exposición permanente, las que han sido ambientadas de acuerdo a los modos de vida de cordobeses y especialmente de los serranos durante los siglos XVII, XVIII y XIX. Estas salas están ubicadas en la planta alta del museo, donde se encuentran además el Salón Auditorio y la Biblioteca.

En la planta baja funcionan la dirección, el área de información y administración, una sala dedicada a la Estancia de Alta Gracia, el Almacén Jesuítico que alberga al Área de Servicios Educativos «ElAlmacén de las Ideas» y la Tienda del Museo.

El casco principal de lo que era la Estancia Jesuítica de Alta Gracia, fue morada del Virrey Santiago de Liniers  durante pocos meses de 1810;  tras su muerte, allí crecieron sus hijos bajo la tutela de Don Juan Manuel Solares, quien fue su último dueño.

En 1868, por voluntad testamentaria de Solares, se delimitaron los terrenos para la creación de una villa que hoy es la ciudad de Alta Gracia, quedando la residencia en el centro de la misma. Las construcciones jesuíticas y tierras adyacentes quedaron, durante cien años, en poder de los Lozada, herederos de Solares

Desde el año 2000 la Estancia de Alta Gracia, como parte del sistema económico cordobés, es Patrimonio de la Humanidad.

Este Museo fue inaugurado oficialmente en el año 1977 por el gobierno de la Nación Argentina, luego de haber expropiado el edificio en el año 1969. Actualmente, se exponen aquí verdaderas reliquias y se ofrece, sin dudas, un interesante recorrido por la historia de la localidad de  Alta Gracia, tierra de aborígenes, jesuitas y distinguidos protagonistas que escribieron importantes páginas de la historia argentina.

La tarifa de acceso tienen un precio módico de  $ 20, que incluye el derecho a visita guiada, los menores de  12 años ingresan sin cargo al igual que los residentes de Alta Gracia. Está abierto al público todo el año de martes a domingos.

A los laterales de la Estancia, existe un tajamar construido en el año 1659, el embalse tiene ocho metros de largo y está rodeado por frondosos árboles, un lugar que ningún turista debe dejar de visitar.

turismo en Alta Gracia
Tajamar de Alta Gracia // Foto: Turismo Alta Gracia

Al estar al centro de Alta Gracia, te permite observar y porque no también degustar el amplio polo gastronómico que ofrece la ciudad con diversidad de platos típicos de la provincia y otros no tanto pero con las características de las colectividades que fundaron la ciudad.

Otro lugar que no hay que dejar pasar y tan solo unos kilómetros de la Estancia, se encuentra el Museo del Che, de su tiempo de lucha y su infancia en Alta Gracia.

Sin lugar a dudas la ciudad de Alta Gracia en pleno valle de Paravachasca, es un refugio cultural  para quedarse y visitarlo de punta a puta, la oferta hotelera es muy amplia.

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