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Se conocieron en un centro integral para personas mayores y volvieron a apostar por el amor 

Se conocieron en un centro integral para personas mayores y volvieron a apostar por el amor 

Pablo y Teresa tienen 63 y 69 años, se casaron tras conocerse en el comedor de uno de los Centros para Personas Mayores que dependen del Ministerio de Desarrollo Social. Allí durante los almuerzos se enamoraron y decidieron compartir la vida juntos.

Ambos se casaron en el comedor del Centro para Personas Mayores de barrio Ciudad Obispo Angelelli, el mismo lugar que los unió. «Después de muchos años solo, empecé a ir al comedor, me miró fuerte y me di cuenta de todo», cuenta Pablo, quien a sus 63 años vuelve a apostar por el amor y una vida compartida.

«Todo empezó con un mate, y terminamos casados», dice por su parte Teresa. Con 69 años relata que entre muchos proyectos, quiere empezar a viajar con su flamante esposo «a todos los lugares que no conozco»

Pablo y Teresa tuvieron una vida dura y juntos decidieron «ir para adelante, quien dice que a los 60 no se puede volver a empezar», dijeron. 

El festejo tuvo lugar en el Centro de barrio Obispo Angelelli, el mismo que los unió. Donde compartieron un almuerzo y una fiesta junto a todos sus compañeros y amigos. 

Estuvieron presentes también el ministro Carlos Massei, la diputada nacional Natalia de la Sota y la Secretaria de Políticas para Personas Mayores, Patricia Mojica. Los mismos oficiaron de testigos y padrino y madrina de la pareja. 

“Teresa y Pablo son un gran ejemplo de socialización que promueven estos Centros Integrales para Adultos Mayores, donde la mayoría están solos y con carencias económicas, pueden desarrollarse con actividades socioculturales, recreativas, alimentarias y con control de la salud, en definitiva es el Estado presente”, señaló Massei. 

En el lugar los novios recordaron cómo empezó todo. Durante uno de los tantos almuerzos que compartían en el comedor del Centro, cruzaron miradas. Ya no había ninguna duda, eran el uno para el otro.

«Me ofreció un mate y terminamos casados», cuenta Teresa entre risas tratando de vencer su timidez

«Yo tenía una vida muy monótona, estaba solo, hasta que conocí a Teresita y el mundo cambió. Nos está tocando esa tardecita de la vida donde ya tenemos que pensar en cuidarnos», agrega Pablo.

Pero la señal inequívoca llegó cuando Pablo tuvo que someterse a una cirugía y Teresa lo acompañó en todo momento. «Ella me ayudó, me cambió, me vistió para entrar al quirófano. Ahí yo dije, esta persona se jugó por mí yo me voy a jugar por ella».

«Este es un mensaje para la juventud también, que te dicen que a los 60 años no podes empezar de nuevo, yo lo hice y le propuse matrimonio y vamos para adelante, y vamos a salir de viaje, a conocer lugares que ella no conoce, y un montón de cosas más», culminó.

Fuente: Prensa Cba

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