En Avenida del Libertador, quienes transitan o deben estacionar se encuentran a diario con una realidad complicada. Remises estacionados sobre entradas de garaje o en doble fila dificultan todo.
La imagen forma parte del paisaje urbano en Avenida del Libertador al 900. Allí funciona la central de una empresa de remises, y allí confluyen los vehículos de alquiler que trabajan con esta empresa. Hasta allí, todo bien.
El problema es que esa zona de la ciudad tiene una actividad comercial muy fluida y por ende, el tráfico vehicular es importante. Lo mismo ocurre a la hora de estacionar junto a la vereda. Entonces, como para que el tránsito sea más complicado todavía, y hacer maniobras para evitar chocar se convierta en un juego de azar, los remiseros aportan lo suyo.
Remises estacionados uno tras otro, en doble fila. Hasta en triple fila se los ha visto. Tapando ingresos de garajes, u obstaculizando la salida de automóviles que -siguiendo con las normas de tránsito- han sido estacionados correctamente junto al cordón. Todo ello ocurre, todo ello pasa a diario en esta zona donde los inspectores municipales pareciera que no pasan nunca, o que pasan y miran para otro lado.
Hay normativa vigente que autoriza un espacio de estacionamiento frente a la central. Pero uno, no cuatro, cinco o seis, y menos en doble o triple fila. La imagen de portada fue captada el sábado pasado alrededor de las 13 horas, pero podría haber sido de cualquier otro día y otra hora. Sucede a diario.
El problema no es nuevo. Ni tampoco esta es la primera vez que se denuncia, por cierto. Lo cual o hace más grave todavía. No corregir algo porque se desconoce es explicable, pero no hacerlo con una infracción que se repite una y cien veces cada día es como demasiado grueso.
