La historia de María Elena Gessi, un testimonio de vocación, entrega y compromiso con la educación y el bienestar de los altagracienses. Dejó un legado imborrable en la memoria de todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla.
En una entrevista por «Siempre a las 10», María Elena Gessi, reconocida docente e histórica figura de Alta Gracia, compartió sus experiencias y vivencias a lo largo de sus años de dedicación a la educación y al servicio comunitario.
Gessi recordó los días de juventud en el bar «La Cholita», propiedad de sus padres, ubicado frente al monumento a San Martín en plena avenida El Libertador. La añorada pizzería se convirtió en un símbolo gastronómico de la ciudad, recordado aún hoy por sus pizzas.
María Elena compartió detalles de sus inicios como docente, destacando su compromiso y vocación. Comenzó su trayectoria en la escuela Paulina Domínguez, trabajando ad honorem con chicos que presentaban desafíos especiales. «La vocación tira«, expresó Gessi, rememorando esos primeros años llenos de desafíos y gratificaciones.
Posteriormente, se trasladó a la Escuela Presidente Yrigoyen, donde se desempeñó como maestra jardinera. Su compromiso con los estudiantes y la comunidad la llevó luego al barrio Villa Oviedo, donde vivió experiencias inolvidables y forjó fuertes lazos con los padres y alumnos.
La conversación abordó también su tiempo en la Escuela Sabattini, donde enfrentó nuevos desafíos y contribuyó al desarrollo de la institución. Más tarde, su labor docente la llevó al jardín Merceditas, consolidando así una carrera de dos décadas en la institución.
María Elena no solo dejó su huella en las aulas, sino que también dedicó parte importante de su vida al servicio comunitario. Su compromiso con la Asociación de Lucha contra el Cáncer (ALCEC) fue destacado durante su visita en el estudio. Recordó con emoción la adquisición del primer mamógrafo en 1988, un logro que impactó positivamente en la atención médica de la región. Agradeció la colaboración de mujeres notables como Pira Pizzati, Elvia Carrillo, Evangelina Barrandeguy, y otras, quienes trabajaron incansablemente por la salud de la comunidad.
Finalmente, María Elena expresó su agradecimiento por la oportunidad de recordar y homenajear a tantas personas que la acompañaron en su trayectoria. «Me siento agradecida por poder reconocer a tantas personas que me han acompañado en la docencia y en el trabajo comunitario del ALCEC«, concluyó.
