Cualquier sector de la sociedad está bajo el poderío de los bancos y tarjetas y sufre diariamente los duros golpes de los intereses.
Semanas atrás este medio tocó el tema de los intereses en transferencias o compras con débito en algunos comercios locales. Sin embargo hay optamos por dedicarle exclusivamente una nota a las tarjetas de crédito y los bancos. Y brindar otra perspectiva del mismo problema y echar luz a que la responsabilidad del endeudamiento no recae sobre el comerciante
AGNoticias pudo dialogar con algunos comerciantes locales quienes estuvieron dispuestos a compartir las exorbitantes tasas de interés que cobran empresas como Naranja, Macro, Visa y ni hablar de Mercado Pago entre otros.
Según precisaron, una venta en Plan Z, puede absorber del precio final del producto, hasta un 25% del coste real al comerciante. Ni mencionar que los intereses al comprador supera el 30%, todo ganancia para la proveedora del servicio.
Es frecuente pensar que las tarjetas de crédito son un beneficio, sin embargo son un también una estafa endeudadora eterna.
Otro aspecto importante a aclarar es que a los costos de intereses también se le suman los costos de mantenimiento de los bancos por el simple hecho de ofrecer el servicio de débito y crédito.
Comerciantes aclararon que a ellos también se les cobra un arancel para las transacciones con débito.
Cierres de tarjetas
Otro punto llamativo que nos alertaron algunos comercios locales es respecto a los cierres de las tarjetas y cuando perciben el pago de la venta.
Se vienen las fiestas y son los picos de ventas para muchos comerciantes, sin embargo los pagos que se hagan sobre la fecha de Navidad, después del cierre de la tarjeta los van a ver acreditados casi 60 días después.
En un contexto inflacionario como el de Argentina implica que además del porcentaje absorbido por el servicio también le impacta la depreciación del dinero.
Nuevamente, a costa del endeudamiento del cliente y del porcentaje quitado al vendedor las tarjetas siguen enriqueciéndose.
Finalmente un dato llamativo
A modo de materializar el inabarcable poder de los bancos y tarjetas y el gran negocio que llevan es retroceder unos años a la pandemia.
En un momento donde toda la economía estaba parada y los argentinos se la rebuscaban hubo un sector que pudo avanzar con obras y expandir su poderío a costa de los ciudadanos, las instituciones antes mencionadas. ¿Coincidencia?, no creemos.
