AG Noticias le da la bienvenida a una nueva sección que buscará contar las historias de aquellos altagracienses viviendo en diferentes partes del mundo. En esta oportunidad, dialogamos con Ludmila quien hae tres años está viviendo en Menorca, una de las Islas Baleares. Un sitio paradisíaco que vive exclusivamente del turismo.
AG Noticias le abre sus puertas a una nueva sección en nuestro portal informativo bajo el nombre «Altagracienses por el Mundo». Un espacio dónde buscaremos acercarles a los lectores historias de vecinos, amigos o familiares que dejaron su ciudad natal y que ahora están viviendo diferentes experiencias alrededor del mundo. En esta oportunidad, conocemos más a la altagraciense Ludmila Didio.
Ludmila transitó su niñez en Alta Gracia y vivió gran parte de su vida en nuestra ciudad hasta que a principios del año 2020, decidió animarse a emprender esta gran aventura en España.
En su momento la joven se encontraba cursando la carrera de Turismo, hasta que se dió cuenta que lo que estaba estudiando no era lo que verdaderamente le apasionaba.
«Tenía pensado terminar la carrera e irme con un título bajo el brazo. Hasta que me di cuenta que eso no me apasionaba. Durante la carrera me prometieron un par de cosas que más tarde no se cumplieron y ahí decidií que era el momento de decir me voy y pruebo afuera. Cualquier cosa si me va bien me quedo y sino me vuelvo y arrancaré de cero. Para mí fue como de un día como cualquier otro cuando saqué el pasaje y me fuí. No lo pensé«.
Hace ya tres años que vive en Menorca, isla perteneciente a las Islas Baleares de España. «Caí acá sin ir a ningún otro lado porque tenía algunos amigos conocidos. Fue como un poco caer a un sitio donde hubiese gente que conocía y no estar tan sola«.
Actualmente se encuentra estudiando Marketing Digital y Diseño de Interiores. A su vez, posee tres trabajos: como vendedora de indumentaria, como camarera y como barista. «La mayoría de estas las aprendí y ls fui perfeccionando acá en España».
¿Cómo fue transitar la pandemia?
Como es bien sabido, la pandemia del Covid19, conocido comúnmente como Coronavirus, se ha expandido a varias regiones alrededor del mundo.
En este contexto, Ludmila explicó que particularmente en su caso, fue una de las etapas más difíciles de su vida y complicadas a nivel emocional. «Siempre digo que tuve que tener muy claro mis objetivos para no venirme abajo. El estar en Menorca que es un sitio tan chiquito, donde al final las posibilidades son muy limitadas. Era levantarte todos los días e intentar buscar soluciones y cosas para hacer. Sino era vivir agobiado y en un estado de negatividad».
A continuación declaró que su trabajo se interrumpió por el Coronavirus y ella logró vivir con sus ahorros que fue juntando desde que optó por vivir en este país. «No había ninguna opción y era de verdad desesperante».
También la joven afirmó que debió permanecer de manera indefinida en el lugar en donde se encontraba, ya que su idea inicial era hacer la temporada de verano en Menorca y luego partir hacia otra zona. «Ahora prácticamente acá no hay protocolos, no se utiliza ni barbijos ni distancia social. Hay ciertas normas para algunos sitios puntuales como los colectivos y los aviones».
Menorca, la isla más singular del Mediterráneo
En relación a lo que más le gustó de vivir en el país europeo, Ludmila rescató que los españoles son muy liberales y de mente muy abierta. «Tienen similitudes con los argentinos, pero no llegan a ser iguales ni de casualidad. Al final, quieras o no, compartir el idioma ya es un plus súper grande».
Más allá de ser una isla con un paisaje paradisíaco exquisito, Menorca es una isla que vive prácticamente del turismo. La joven altagraciense expresó que la vida allí es un poco complicada debido a que al ser una isla que vive del turismo, son seis meses de mucho trabajo y otros seis sin absolutamente nada.
«Al quedarme a vivir permanentemente acá te volves loca porque no tenés trabajo y no te queda otra que conseguirte cosas para hacer. Un poco tenés que buscarte la vida. No es fácil, no es para cualquiera y por eso mucha gente opta por irse. Al final me quedé porque aposté y consideraba que lo que importa es la capacidad de ahorro».
A propósito de lo anterior, detalló que en general en las Islas Baleares se paga y se gana muy bien. Sobre todo la profesión de camarero. «La verdad que te da la posibilidad de ahorrar un montón y scar una buena cantidad de dinero en un corto plazo de tiempo».
No obstante, Ludmila sostuvo que lo complicado de vivir aquí también viene de que la gente es muy cerrada y uno tienen que estar preparado mentalmente a que son costumbres muy diferentes. «Ellos son muy cerrados y nosotros muy cálidos. Lo que por ahí termina por ser bastante chocante. Los españoles sí valoran mucho nuestra forma de laburar, entonces para ellos es buenísimo».
Por último, agregó que la isla en verano es bellísima y es un paraíso en el medio del Mediterráneo. «En verano te compensa pero es una decisión díficil de tomar el vivir acá porque al final la gente se vuelve loca y no todos tienen la posibilidad de quedarse acá doce meses seguidos. Hay que tener en cuenta un montón de cosas: conseguir piso no es fácil y encima que España ahora está como en una crisis».
«Dejar Argentina fue muy difícil emocionalmente, pero también me hizo más fuerte»
Por otro lado y haciendo alusión a las experiencias que fue adquieriendo en estos tres años, Ludmila aseguró: «Tenés que ser muy fuerte emocionalmente. A mi me costó bastante pero también me hizo muy fuerte. Hay que tener muy en claro lo que uno quiere para no dejar que lo emocional te derrumbe«
Seguidamente, la joven declaró que uno tiene que tener los objetivos súper claros, ser positivo, mentalizarse que vino por una razón y que va a luchar para cumplirla.
«Todo llega con esfuerzo y dedicación. Vas a hacer cosas que nunca te imaginaste que ibas a hacer para poder salir adelante. Personalmente me costó un montón. A nivel económico yo contaba los céntimos para poder pagar un alquiler y la verdad que eso es súper duro. Aprendés a valorar cosas que antes considerabas irrelevantes. Es muy díficil pero se logra, se puede y es importante estar positivo y centrado en lo queuno quiere».
Finalmente, manifestó que extraña mucho la cálidez tan característica de Argentina, nuestra forma de ver las cosas y la motivación que tenemos a la hora de trabajar. «Los argentinos en el extranjero somos muy predispuestos para todo y eso lo valoran muchísimo. Te abre las puertas a nivel laboral de una manera súper buena. Para trabajar todos te quieren».
Ludmila comentó que aún no está en sus planes volver a Argentina en el corto plazo y que tiene pensado quedarse por un tiempo mucho más largo.
«Obviamente para mi volver a Argentina no deja de ser una opción. Eventualmente, Argentina es mi casa, mi hogar, mi país y lo va a ser siempre. Porque yo me haya venido acá a buscar otro tipo de cosas, de experiencias o conocer gente, no significa que vaya a dejar de lado mi país ni mucho menos. Aparte de que tengo a toda mi familia y mis amigos allá. Eso es algo que me tira siempre pero por ahora solamente de visita».
