AG Noticias
La Educación sobre la Mesa

La Educación sobre la mesa. Hoy: «Todo comienzo implica mirar y mirarnos»

La Educación sobre la mesa. Hoy: "Todo comienzo implica mirar y mirarnos"
Por Laura Iglesias (Especial para «La Educación sobre la Mesa») 

Mirar, que no es poco, abrir los ojos y reconocer el contexto en el que estamos. Apreciar, focalizar, dimensionar, y considerarnos parte integrante de ese todo.

Hoy nos reencontramos nuevamente en este espacio, nuestro espacio, “de cosas que pasan o no pasan en la Educación.”  Como reza una frase: «Cada día es un nuevo comienzo”, así como cada situación que acontece, nos pone frente a escenarios impensados, que llevan impresos los signos de interrogación que acompañan la incertidumbre de un principio que aún no tiene un desenlace propio. Por eso es que todo inicio, punto de partida, implica observar el entorno, cual acto inherente al instinto de supervivencia del ser humano.

Contexto que ahora es y será parte de la realidad que está frente a nosotros, y que nos tiene reservado un rol protagónico. Encontramos así, ¿qué diagnóstico sería el término que enmarca lo antedicho?. Definido en una acepción general como: «Examen de una cosa, de un hecho o de una situación para realizar un análisis o para buscar una solución a sus problemas o dificultades.”

Pedagogía en contexto

Trasladado al ámbito de la educación:Se llama diagnóstico educativo al ejercicio que permite conocer, indagar, explorar las aptitudes, las actitudes y los conocimientos de los estudiantes y los docentes que participan de un proceso de enseñanza y aprendizaje.” Y yo agregaría amigarnos con los nuevos desafíos, los estudiantes y la comunidad educativa, que será el contexto que acompañará nuestro hacer.

Esta etapa nos permitirá conocer algunas de las fortalezas y debilidades, individuales y grupales, de los estudiantes. Así como sus saberes previos, singularidades, intereses y necesidades, los condicionantes (inherentes a su núcleo familiar) que favorecen u obstaculizan su proceso de aprendizaje. Para ello será necesario generar espacios que propicien una comunicación en ambos sentidos: estudiante/docente y viceversa; e inviten a participar activamente de la dinámica ofrecida para este fin.

De esta manera, y a partir de los indicios obtenidos se irá conformando la contextualización de la propuesta de enseñanza aprendizaje, procurando encontrar un punto de encuentro entre las expectativas de:  estudiantes/escuela/comunidad.

El diagnóstico es una de las herramientas (entre otras) que brinda la oportunidad de planificar el proyecto pedagógico anual adecuado al grupo de estudiantes. Al tiempo que permitirá explicitar el punto de partida y los propósitos que darán sentido a la misma, durante el año. Esta instancia puede proveer una “especie de fotografía” del grupo que facilitará el planteo de contenidos significativos y relevantes, ya que la enseñanza puede así emprenderse desde una percepción y comprensión de los conocimientos, capacidades, actitudes e inquietudes de los estudiantes.

En contraposición al “sí” se encuentra el “no”

Compartimos algunos NO de la etapa diagnóstica:

No deberían utilizarse para fijar ni crear, como estereotipos inmodificables, apreciaciones iniciales sobre el grupo escolar: prejuicios.

No deberían ocasionar un descenso o debilitamiento en las expectativas sobre nuestros estudiantes, cuando los resultados no coinciden con los parámetros establecidos a priori. Por el contrario, deberían constituirse en desafíos para la capacidad profesional de los docentes.

Práctica sincrónica de dos.

A manera de conclusión podríamos inferir que la etapa diagnóstica es un recurso, un soporte, un medio importante e imprescindible que permite al docente con toda su experiencia y saber profesional, fortalecer el acto educativo.

Entendiendo que el proceso de enseñanza – aprendizaje implica la práctica sincrónica de dos actores: docente – estudiante, parece oportuno, citar a Juan C. Tedesco y reflexionar considerando el siguiente apartado: “Sin dejar de reconocer la importancia tanto de las variables del contexto socioeconómico como las de tipo institucional, adquiere mayor relevancia la hipótesis según la cual para que las reformas «lleguen al aula» y se modifiquen las relaciones y los resultados de aprendizaje, la variable clave es el docente, sus métodos, sus actitudes y sus representaciones. Desde este punto de vista, la nueva agenda coloca en un lugar central las preguntas acerca de quién y cómo se enseña».

«Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los alumnos no se han hecho». Paulo Freire

Contextualizar la propuesta pedagógica no es igual a planificar de acuerdo a una apreciación y convicción particular.

¡¡Que disfruten un hermoso domingo!!

nakasone