Por Laura Iglesias (Especial para «La Educación sobre la Mesa»)
Patriotismo, sentimiento que remite al amor por la patria, inspirador de valores colectivos para dejar todo individualismo al margen. Patriotismo que está siempre latente pero que en la actualidad aparece en estado intermitente.
En busca del significado de Patriotismo, del sentido de alzar la voz en un ¡VIVA LA PATRIA!, que se hace eco celeste y blanco en toda nuestra argentina por estos días, nos encontramos cual tesoro, frases elocuentes, sostenidas por una intrínseca valía. Propia de los valores colectivos que constituyeron los esquemas que estructuraron, por años, la organización social, escenario colectivo en el que se desarrolla y trasciende el ser humano. Un escenario que hoy intenta aggiornar los antaños discursos frente a la colisión entre ideas, intereses o sentimientos opuestos, que las personas instituyen como nuevos mandatos sociales para la convivencia.
Nociones y definiciones
La editorial, que traemos de aquellos tiempos titulaba «EL IDEAL DEL PATRIOTISMO ARGENTINO LA IDEA DE PATRIA. – PATRIA ARGENTINA«, año 1920.. De su página 35 citamos:
“La patria sí, es un alma colectiva que da cohesión al gran conglomerado. Esa alma no se improvisa en la nación, como no se improvisa en los individuos. Los rasgos de su idiosincrasia los adquiere poco a poco en la larga y afanosa ruta de su historia. Los acontecimientos y sinuosidades de su curso la plasman, por decirlo así.
Pero en este lazo espiritual, además de una influencia inmensa del pasado, existe un acto presente de poderosa repercusión y es la voluntad de su estado. La historia hace a la patria una, su voluntad inteligente afirma y perpetúa esa unidad. Cuanto más culta y civilizada sea una nación, tanto mayor será el grado de coherencia del espíritu público y de la conciencia social. Lo que en la incipiente sociedad hace la voz del anciano que reúne y unifica los pareceres, con su gran autoridad de viejo y de perito, en los pueblos de alta civilización, lo llevan a cabo los millares de papeles públicos, libros e impresos, que ven la luz a cada hora y a cada instante. Un pueblo no es grande sino en la proporción en que haya sabido concentrar los anhelos y las necesidades de sus miembros, en fórmulas y principios idénticos. Recién entonces tendrá un alma estabilizada, un principio de vida y de continuidad» (G. Le Bon: «Psicologie des revolutions»).
Discursos teñidos de un lenguaje propio de inspiración para la ciudadanía, que erigía los cimientos de una sociedad sobre la base de virtuosos ideales.
Un concepto con historia
Así, el Patriotismo podría definirse como : Un pensamiento que vincula a un individuo con su patria. Es el sentimiento que tiene un ser humano por la tierra natal o adoptiva a la que se siente ligado por unos determinados valores, afectos, cultura e historia.
La palabra «patriota» fue utilizada por primera vez en sentido político —más allá del sentido originario de paisano, del mismo país— por los rebeldes corsos. Fue en su levantamiento iniciado en 1729 contra la República de Génova —«patriota» sería aquel que ama tanto a su país que está dispuesto a morir por él. En la Edad Contemporánea, y especialmente en el siglo xx, varios autores han diferenciado entre patriotismo y nacionalismo. Lo hicieron dando al primer término un valor positivo y un valor negativo al segundo. Entiendo por patriotismo la devoción por un lugar determinado y por una particular forma de vida… que no se quiere imponer… Contrariamente, el nacionalismo es inseparable de la ambición de poder.
El Patriotismo contemporáneo
Como intentos que denotan nostalgia, por aquellos ideales inspiradores de quienes forjaron el destino de nuestra Patria, el Estado, a través de sus instituciones y en especial la escuela, es el gran constructor del patriotismo en el espíritu de sus habitantes. Aunque su acción se conecta con las ideas y los proyectos que nacen de distintos sectores de la sociedad.
El patriotismo es un sentimiento que está desactivado, y a veces se activa. Quiere decir que no siempre está presente con la misma intensidad, pero siempre está latente. En el caso del 25 de mayo, Campilia señala que «su celebración en los comienzos estaba organizada por el Estado, y no se contemplaba en las escuelas. La efeméride recién se escolariza a partir del Centenario, es decir, en 1910. Fue cuando se estableció la necesidad de fortalecer la construcción de nación, identidad; de poder internalizar a los inmigrantes, cantar el himno, utilizar la escarapela, entre otras acciones. El solo hecho de reproducir ya nos hacía ciudadanos”.
Los cambios en el tiempo
Sin embargo, a lo largo del tiempo es notorio el cambio de paradigma desde las Ciencias Sociales. Hoy se piensa la historia, su geografía y la ciudadanía desde el presente para que ayude a proyectar futuros posibles, probables y deseables. Se hace necesaria la apertura a nuevas perspectivas para construir nuevos sentidos desde una pluralidad y diversidad de identidades que constituyen hoy la Nación.
De esta manera, es fundamental ampliar la mirada de la historia y de sus figuras, reconociendo que hoy dicen presente otros significados colectivos que son precursores de un concepto incipiente de ciudadano. Muestra de ello es que las orientaciones que acompañan las propuestas pedagógicas, provenientes del Ministerio de Educación, guardan en sus escritos sugerencias. Como las de trabajar con las fechas patrias desde una perspectiva histórica con construcción de sentido y formación ciudadana, para que quienes enseñan y estudian puedan relacionar el pasado con el presente y se sientan protagonistas de los cambios necesarios.
¡¡Con la inspiración del sentimiento patriótico, les deseo un hermoso domingo!!
