AG Noticias
Efemérides

35 años sin Olmedo: la muerte de un ícono argentino

35 años sin Olmedo: la muerte de un ícono argentino

El recordado Olmedo murió el 5 de marzo de 1988, al caerse de un balcón cuando celebraba el reencuentro con Nancy Herrera, su última pareja.

El 5 de marzo de 1988, Alberto Orlando Olmedo caía desde el departamento que habitaba en el edificio Maral 39 de la ciudad de Mar del Plata, ubicado a la altura de la playa Varese. Ya había amanecido, cuando su cuerpo golpeó contra una pequeña franja de césped que enmarcaba el ingreso a la torre e, instantáneamente, rebotó hacia el piso de material. Desconsolada, su pareja Nancy Herrera observaba la escena desde el balcón, acodada en la baranda a la que el actor se había subido segundos antes y de la que resbaló accidentalmente.

“Agarrame la pierna”, le dijo él. “No puedo, papi”, respondió ella. La noche anterior, el actor se había separado de Silvia Pérez y se había reencontrado con esa otra mujer que sería madre de Albertito, el hijo que nació cuando su padre ya había muerto.

Casi como en un relato de ficción, las relaciones de Olmedo escribieron páginas de una novela real que transitó todos los géneros. De la pasión idílica al thriller policial. La bonhomía del rosarino nacido en 1933 mereció mejor suerte.

Amor fatal

En la noche del 4 de marzo de 1988, Alberto Olmedo y Silvia Pérez pusieron fin a su vínculo. Con profesionalismo salieron a escena sin que el público notara nada.

Mientras la función de la obra se llevaba a cabo en la sala sobre la calle Santiago del Estero, Nancy Herrera llegaba a Mar del Plata, luego de haber coordinado el reencuentro con Olmedo. La pareja mantenía una relación inestable con varias separaciones que fueron diezmando el vínculo.

Luego de la función de Éramos tan pobres, el actor cenó con algunos de sus compañeros, para luego dirigirse a su departamento en el edificio Maral 39, donde sabía que lo estaba esperando Nancy Herrera, a quien le llevó algo para que cenara.

Solo Nancy Herrera sabe qué sucedió luego que Olmedo ingresó a su departamento frente al mar. Lo cierto es que el cómico se subió “a caballito” a la baranda del balcón, una acción imprudente e inexplicable. ¿Estaba alcoholizado? ¿Había consumido drogas? ¿Se trató de un juego infantil sin medir las consecuencias?

Cuando Olmedo golpeó en el suelo de la planta baja, moría uno de los cómicos más queridos de todos los tiempos y terminaba una pareja turbulenta con esa chica que lo enamoró con su juventud. En menos de nueve meses nacería Albertito, el hijo póstumo del actor.

El 5 de marzo de 1988, el espectáculo argentino perdió a uno de sus más dúctiles artistas y el país a uno de sus ídolos más queridos. Ni en vida ni ya fallecido, nadie se atrevió a hablar mal de ese hombre generoso que se rindió ante el amor y que murió intentando ser salvado por una mujer.

Fuente: La Nación

nakasone