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¿Vos cómo lo ves?

¿Vos cómo lo ves?. Hoy: «Reflexionar… ¡Hoy es imprescindible!»

¿Vos cómo lo ves?. Hoy: "Reflexionar… ¡Hoy es imprescindible!"
Lic. Patricia Orofino (*) Psicopedagoga Psicoterapeuta Familiar
Mat. 5108-76

Estamos a las puertas de un desafío interesante, tal como lo es la irrupción de un candidato claramente impensado en el escenario del establishment político, aquel que nos ha acompañado durante años mediante los diferentes gobiernos.

Es quizás, una excelente oportunidad para dejar de lado fanatismos y pasiones y poner en marcha esas capacidades tan valiosas como son la reflexión y el pensamiento crítico.

También debería ser un desafío para aquellos que nos han venido gobernando, pues se amerita la revisión de todas las acciones y propuestas que no han funcionado y que nos han llevado a un punto que parecería sin retorno. 

Es un momento bisagra en el que tenemos por delante la posibilidad, mediante nuestra decisión en el voto, a elegir quien nos gobernará en adelante.

De allí que es tan importante el evaluar los pro y contras y sopesar las posibles consecuencias a largo plazo de cada una de las propuestas que presenta cada candidato.

¿Por qué es necesario apelar al Pensamiento Crítico?

Cuando sobreviene un hecho inesperado, tal como nos mostró el voto en estas primarias, nos genera incertidumbre. Nos hace sentir vulnerables y quizás tomemos decisiones apresuradas, sin medir cabalmente las consecuencias.

Hoy en día tenemos que ser capaces de dudar de todo, reflexionando y evaluando aquello que nos comunican en los medios, en los discursos políticos, en las promesas.

Este tipo de pensamiento nos permite discernir la realidad de lo que nos dicen y evaluar su veracidad.

El filósofo Descartes proponía dudar de las informaciones y dogmas absolutos, buscando tener una idea justificada de la realidad y no aceptar ciegamente lo que otros nos digan.

El pensamiento crítico es el opuesto a la ilusión.

Si nos remitimos a lo que ocurre actualmente respecto al nuevo candidato a presidente, podemos tener la ilusión de lograr un cambio posible en relación al descontento social y al clima de desesperanza y hartazgo general.

Pero en este punto habría que ser cuidadoso, porque centrarse en la ilusión es desconocer la adversidad, desoyendo el principio de realidad.

En la ilusión estamos atrapados en el pensamiento mágico que nos lleva a callejones sin salida.

Si nos dejamos llevar por ésta, llegaremos a conclusiones basadas en supuestos erróneos, anulando así, la capacidad de poner en práctica la reflexión y el análisis exhaustivo de los hechos. Y en este caso de las propuestas de gobierno.

Dada la gran cantidad de jóvenes que han dado su voto, me surge la inquietud de saber si en esas edades están preparados para ello.

Investigando aquello que se dice desde la neurociencia y a nivel evolutivo, se observa que se habla de un cerebro demasiado emocional e impresionable.

En la toma de decisiones, la cual es un proceso complejo, los jóvenes de esa edad se inclinan más a lo emocional que a lo racional. Lo cual no es necesariamente exclusivo de los adolescentes.

La parte emocional del cerebro está muy activa a cualquier edad, pero en los adolescentes tiene menos capacidad para gestionarla.

Mediante la neurociencia sabemos que hay una zona del cerebro llamada la amígdala. Que es hiper reactiva durante la adolescencia. Es decir que reacciona con mayor rapidez ante cualquier situación; en ellos calan con mayor facilidad los mensajes extremos y negativos.

También juegan un papel importante en el funcionamiento del cerebro adolescente, las hormonas. Que a esa edad temprana, se disparan impulsivamente. Tal es así que viven situaciones de forma extrema, unas veces están a favor de uno y otras en su contra.

Ahora bien. Más allá de lo expuesto respecto de la capacidad mental de los jóvenes para decidir. La realidad nos muestra que este candidato aparecido hace poco en la escena política, ha sabido captar la atención de la mayoría. Y lo hizo con un discurso diferente y potente. Con propuestas impactantes y tal vez en muchos casos, impracticables.

Al rechazar abiertamente a la “casta política” puso de su lado tanto a jóvenes de clase media, alta y a los sectores marginales de casi todo el país.

¿Sabremos a dónde nos llevaría esto?

Algunos opinan que fue un “voto castigo”. «Un tsunami de la ira” avalados por años de fracasos económicos y sociales. Otros dicen estar hartos de seguir votando a los mismos candidatos de siempre y no encontrar salida.

Esperemos que la incertidumbre de lo que vaya a suceder de ahora en más, no nos aliente a pensar que vamos a encontrar la salvación. Nadie tiene en sus manos el poder de salvarnos. El único poder está en nuestra capacidad de no dejarnos llevar por promesas de libertad y por ningún tipo de promesas de ningún candidato.

La realidad es que está en nuestra capacidad de reflexión, análisis y evaluación de consecuencias a futuro, la decisión de quién nos gobernará en los próximos años.

                                                                       Hasta la próxima. ¡Que tengan una buena semana!

nakasone