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¿Vos cómo lo ves?

¿Vos cómo lo ves?. Hoy: «Elecciones ¿Se puede ser líder y a la vez ético?

Todo listo para el 17: hoy terminó el curso de capacitación para autoridades de mesa
Lic. Patricia Orofino (*) Psicopedagoga Psicoterapeuta Familiar
Mat. 5108-76

Parece que éste tema es muy espinoso y tenso. Recordemos que lo que hace un gobernante si actúa en forma poco ética, afecta el bienestar de las futuras generaciones.

Si un líder es ético en sus decisiones y estrategias de gobierno, requiere asimismo de un equipo de trabajo que lo apoye y secunde con el mismo sentido de la ética. Y cuando digo que es un tema peligroso y tenso es que, al conjugar lo ético con el poder se comienzan a distorsionar los valores y en consecuencia… la libertad.

Ahora bien, la búsqueda del poder es una tendencia innata en el ser humano a través del cual el hombre piensa que si logra tenerlo, también lograría un status importante en la sociedad.

De ésta forma va perdiendo el sentir de los valores. La moral y la ética tienen como aliada al poder. Esa moral y esa ética aplicadas en la política de Estado, puede ser peligrosa y acabar con éste.

Tolstoi expresaba: “En este mundo, el poder es un capital que hay que manejar con cuidado”

El poder resulta necesario para los líderes para influir sobre los demás, pero asumiendo sus responsabilidades. Lo peligroso es cuando no soportan no hacer las cosas a su manera, tratando así de enfrentar a los demás, generando conflictos y discusiones infructuosas que solo generan grietas innecesarias.

Con Maquiavelo se hizo evidente que el objeto de la política era el poder… algo que había sido ocultado durante siglos; y aunque en la época moderna algo cambió, el contenido de la ética no guarda relación con los valores morales.

Otro filósofo, Plutarco en su obra Vidas Paralelas afirmaba:

 “El hombre es el más cruel de todas las fieras, cuando a las pasiones se une el poder sin virtud”

Y Cicerón opinaba:

“Cuando los políticos no se rigen por la ética, son como hienas a la caza del poder”

Estas reflexiones tal vez nos hacen recordar los tiempos de tanta decadencia moral en las gestiones políticas; en las cuales los políticos se han empeñado en avergonzarnos con sus actitudes de desidia, de mostrar que solo interesa el rédito económico percibido a costa del pueblo y de perseguir la fama a riesgo de parecer ridículos.

El griego Eróstato, con el fin de pasar a la historia y ser conocido por el mundo entero, incendió el templo de Artemisa, el más bello de los templos griegos.

El desprestigio de la clase gobernante se debe a ese déficit ético, los escándalos de corrupción que hoy vivimos, nos muestran que la ética se ha ausentado del poder.

Y a todo esto ¿Cómo definimos a la ética?

La ética es el conjunto de normas morales que rigen la conducta humana. En muchos países del mundo, ética y poder político están divorciados.

 A mayor poder, menos ética.

Las crisis en las instituciones de los países se originan en la pérdida de los valores morales siendo el mayor valor el dinero. Mientras los gobernantes no brinden un buen ejemplo a la sociedad cumpliendo con la ley, no podrán exigir  que ésta se cumpla.

Me uno al pensamiento de Marcos Garrido cuando expresa que «los ciudadanos hemos perdido la confianza en las instituciones, en especial en la justicia, pues tenemos la percepción que por mucho que delincan no habrá sanción o que al menos se podrá manipular”.

Surge así una doble moral, donde comportamientos antes rechazados son actualmente aceptados como normales, trayendo así la legitimación de la corrupción.

¿Qué elegiremos entonces en las próximas elecciones?

Uno  tiene dos opciones en la vida, mirar hacia atrás o hacia adelante. Mirar hacia el pasado no conduce a nada y nos lleva a un lugar negativo.

Creo  que lo que más esperamos sea que exista la igualdad; la solidaridad al egoísmo, el diálogo al conflicto…Tenemos que votar a quienes nos van a gobernar no solo por cuatro años, sino que las repercusiones de su accionar, irán más allá de ese mandato.

Hay que tener en cuenta cuáles son las razones que motivan a cada propuesta electoral; a quienes han elegido para que lo acompañen en la gestión y qué tipo de sociedad es la que quieren.

Todos sabemos que segundas partes no son buenas y el no retirarse a tiempo es claramente un signo de vanidad y soberbia. Los cuatro años que tienen para gobernar es por el bien del país y no como propiedad privada y los recursos que manejan no son propios, son de los contribuyentes.

En una oportunidad asistí a un foro en la Universidad de Palermo en Bs As, en el que se debatía la «Gestión de Líderes en la actualidad”. Les comparto algunas características esperables tanto para líderes en las empresas como para un gobernante:

Honestidad y transparencia en sus actos.

Dirigir con autoridad y no con autoritarismo, sosteniendo un diálogo democrático sin imposiciones.

Rodearse de un equipo de trabajo idóneo y en el que pueda confiar para poder conseguir los objetivos propuestos.

Tener una alta capacidad de análisis y pensamiento crítico para prever y resolver situaciones problemáticas.

Ser objetivo y no engañar con sus discursos;  ser abierto y flexible ante los cambios.

Ser cercano y empático hacia las personas sin ser populista.

Tener preparación académica siendo proactivo y buen administrador.

Ojalá tengamos en un próximo mandato una plataforma política con hombres y mujeres que tengan la mayor cantidad de estas cualidades.

                                                                                                        Hasta la próxima semana!!

nakasone