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La Educación sobre la Mesa

Resignificar la palabra, significar su valor

Por Laura Iglesias (Especial para «La Educación sobre la Mesa»)
    Sin ellas, palabras, no podemos existir en el mundo, ni tampoco dar cuenta que caminamos en él, y sin su presencia no podríamos transformarlo. La palabra nos ha conducido en la historia por el misticismo (la magia), por la verdad de las cosas (la ciencia), definiendo trayectorias de vida, de cada quien. Por ello es que nos provoca inquietud y nos atrae; toda palabra genera sospecha, sorprende, domina, ilusiona, entristece y libera, y mucho más.

    Comenzamos por lo que se dice el principio, adentrarnos en el significado de RESIGNIFICAR. Significación es el proceso y el resultado de significar(aquello que actúa como un signo o una representación de algo diferente, o que permite expresar un pensamiento). Aunque el concepto de resignificación no aparece en el diccionario de la Real Academia Española(RAE), la inclusión del prefijo re- nos permite afirmar que el término hace referencia a volver a significar. La idea de resignificación suele utilizarse para nombrar al hecho de darle una nueva significación a un acontecimiento o a una conducta. Esto quiere decir que la resignificación supone otorgar un valor o un sentido diferente a algo.

Las palabras, la vida y un significado.

El valor, sentido, uso y significado que tiene la palabra pueden ser ubicados en un escenario multidireccional: en el plano de lo real o en el plano de lo simbólico; en el uso práctico o en la imaginación; en el hacer y en el desear. Por esta razón, vivimos momentos distintos con la palabra, un momento contemplativo o del espectador y como espectador nos envolvemos en la ilusión de esas palabras, aunque en lo real del significado de estas palabras convertidas en deseo anulan la frustración de no ser lo que esperamos como real: la pobreza en un mundo de riquezas, el ciudadano y su valor para el Estado.

Vivimos un momento de dicha, y esas palabras ahora son nuestras y desperdigan partículas de sensaciones cual satisfacción tangencial de nuestros deseos, la efimeridad de la palabra hecha dicha nos toca mágicamente y anhelamos eternizarla; así como otras en la tristeza o el dolor quisiéramos desterrar. Vivimos entonces una resignificación constante de las palabras, una mutación de su sentido conforme trascendemos cotidianamente. Pasamos de la apreciación silenciosa, de reflexionarla, a visibilizar nuestra presencia a través de la misma, de la escucha a la respuesta.  Es entonces que naturalmente sin darnos cuenta las palabras se emancipan de un significado prescripto y conquistan uno que le es propio a ese instante, a ese momento, para esa persona, y la palabra se vuelve única para quien ahora posee un significado nuevo.

Resignificación en la Educación.

Desde el ámbito específicamente educativo institucional tomaremos como referencia términos y aspectos que acompañan al proceso de enseñanza – aprendizaje. La resignificación pedagógica, como proceso que busca dar nuevos significados a la educación, es un ejercicio que está en procura de la renovación. Por su carácter dinámico. La experiencia de los profesionales de la educación se nutre de la reflexión permanente de las acciones que se desarrollan en el marco de las instituciones educativas. Concretamente en el aula de clases. Por esta razón, se puede afirmar que la resignificación es un proceso que renueva los procesos pedagógicos. Sin embargo, la resignificación pedagógica solo es posible en la medida que hay investigación permanente. Los profesionales de la educación, por naturaleza, deben ser investigadores que tienen por objeto de estudio sus propias prácticas. Y les dan sentido después de un proceso de exploración orientada pedagógicamente. La resignificación pedagógica no solo ocupa un espacio que incluye únicamente a los profesionales de la educación. Hay otros escenarios que también se tienen que resignificar para que pueda tener sentido el ejercicio.

En la escuela no solo es importante el componente pedagógico, también el papel de la familia. La reflexión del currículo y la didáctica cumplen un papel determinante. Tradicionalmente se ha señalado a las profesionales de la educación y estudiantes como únicos actores dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje. Pero hay otros factores, sobre todo los que están fuera de la clase, que también juegan un papel importante en la dinámica educativa.

Dichos escenarios, deben ser resignificados para ser mejor utilizados y contextualizados. Las condiciones multidimensionales de los seres humanos intervienen en todo el proceso educativo y deben ser aprovechados, y tenidos en cuenta.

 La EDUCACIÓN hace visible a diario, en todos los ámbitos, que el concepto que la describe como término, pareciera haber trascendido las fronteras y está abierta a una nueva definición. Para cada uno de nosotros como palabra en sí misma, la EDUCACIÓN ocupa un lugar con significado propio, pero si a esto lo trasladamos al paisaje de la sociedad actual, pareciera formar parte del club de las palabras extintas. Resignifiquemos para tod@s la palabra EDUCACIÓN.

Buen domingo para todos, con tarea cívica incluida!!!

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