Las calles de la ciudad cada vez más están copadas por vecinos en monopatines eléctricos. Conocé los pormenores, faltas en regulación y las ventajas.
En tiempos donde las alternativas ecológicas y la paulatina eliminación de los transportes impulsados por combustibles fósiles permitió la aparición de nuevos medios que funcionan como por ejemplo con electricidad. Y este fenómeno llegó a nuestra ciudad y cada vez es más frecuente; nos referimos a los monopatines y motocicletas eléctricos.
Las calles de Alta Gracia ahora no solo son transitadas por los tradicionales vehículos, si no también en la fauna motorizada encontramos estos pequeños vehículos que logran escabullirse y acortar distancias de una manera silenciosa y más comprometida con el medio ambiente.
Todo parecería ser positivo en su uso no generan contaminación sonora; no generan gases ya que no queman ningún tipo de combustible y se recargan en cualquier conexión a la electricidad. Sin embargo surge el problema legal y de seguridad.
Según pudieron precisar fuentes policiales; en nuestra ciudad aún no ocurrieron siniestros viales que involucren de manera directa o indirecta algún tipo de monopatín o motocicleta eléctrica. Pero es cuestión de tiempo hasta que suceda.
La relativa facilidad en la accesibilidad a estos
Cualquier individuo los puede adquirir como si de una bici se tratase. Para el caso de los monopatines, los más económicos, los precios parten de los $56.000 y van escalando dependiendo el modelo y duración de la batería entre otros aspectos. Analizando en términos de otro tipos de vehículos con motorización a combustible estamos en presencia de una alternativa altamente económica.
La venta de estos medios de locomoción se ha visto en aumento en los últimos tiempos y la cuestión económica lo potencia. Son más baratos y no tienen gastos de nafta, diésel o gas que aumentan frecuentemente.
Vehículos eléctricos y su marco regulatorio
En nuestra ciudad estos medios de transporte no se encuentran regidos bajo ningún marco regulatorio. Desde su adquisición hasta el uso diario es totalmente libre. Si bien esto también es una ventaja ya que no genera costos de patentamiento, seguro, etc. también conlleva a grandes riesgos.
Aquí surgen dos aspectos centrales que ponen en alerta estos vehículos, primero es la propia integridad de quien los conduce. Al no existir un marco legal que exija medidas de protección o un mantenimiento constante puede dar lugar a situaciones en la que corra riesgo la integridad física del conductor. Más aún teniendo en cuenta que comparten el camino con vehículos de gran porte comparados a estos.
Sobre esta coyuntura, AGNoticias dialogó con Diego Molina, productor de seguros y quien dirige San Cristobal Seguros en la esquina de Olmos y Uruguay en nuestra ciudad.
«De los vehículos eléctricos, a las motos eléctricas si las aseguramos siempre y cuando estén patentadas» explicó. Y agregó que «no podemos asegurar nada que no esté patentado».
El otro punto en cuestión es lo que respecta al resto de ciudadanos que se desplazan en automóviles, motocicletas y demás. El amparo legal que tienen respecto a si están involucrados en un accidente con uno de estos medios de transporte eléctricos.
En este sentido Molina explicó que «por medio de la contratación de un seguro de responsabilidad civil, la compañía aseguradora se compromete a indemnizar al tercero damnificado por el daño atribuible al asegurado.»
Cerrando el aspecto de seguro sobre estos, Diego remarcó que «el problema de los vehículos eléctricos es que están en un gris«, no se los cataloga como un medio de transporte específico.
Lo que se espera en Alta Gracia sobre su marco regulatorio
En nuestra ciudad ya se presentó con proyecto de ordenanza referido a crear una regulación para los «vehículos con motor eléctrico» según los cataloga el documento al que AGNoticias pudo acceder.
El artífice y autor de esta imperiosa regulación fue el edil oficialista Manuel Ortíz, el proyecto fue presentado en el Concejo Deliberante y se pasó a tratar en comisión. Según precisó al medio se espera que se oficialice a lo largo de este año.
Este proyecto establece la creación del «Registro Municipal de Vehículo de Movilidad Eléctrica». Esto conllevará que se asignarán los datos de quien lo conduzca y se registre la marca, modelo y números de cuadro y motor.
Además diferencia a las motos eléctricas (propulsadas por motor eléctrico exclusivamente); bicicleta eléctrica (con motor que no cuente con acelerador, es decir que funcione con el pedaleo) y monopatín eléctrico (dispositivo de movilidad personal de una hasta tres ruedas propulsados por motores eléctricos).
Otro punto fundamental es que obligará a la colocación de la matrícula identificadora, que según detalla el documento «será provista por la Municipalidad junto a una credencial con los datos del vehículo registrado«.
También establece que será obligatorio para circular en la vía pública los siguientes requisitos:
- patente identificatoria;
- casco reglamentario
- y documentación. En este último se aclara que son: DNI; licencia de conducir específica que también se creará para vehículos eléctricos; comprobante de seguro obligatorio y la credencial.
Por otro lado se exigirán medidas de seguridad acordes a cada una de las diferenciaciones que establece el proyecto. Aquí entran los correctos sistemas de iluminación, de frenado, bocinas, cubiertas en buen estado y los controles de las baterías.
Entre otros aspectos se regularán las transferencias; el estacionamiento; la igualdad de obligatoriedad de cumplir las normas de tránsito provinciales y nacionales de los ciclomotores.
La experiencia de los usuarios
Distintos usuarios de estos medios de locomoción resaltaron las ventajas que tienen, no solo económicos, si no también la posibilidad de transportarlos como si de una valija se tratara, ahorrando así tiempo en estacionamiento.
Sin embargo también advirtieron por la falta de seguridad arriba de estos y la inestabilidad que algunos suelen tener en algunos terrenos.
Sobre la regulación varios coincidieron en que es necesaria ya que van por el mismo camino que automóviles y motocicletas.
Conclusión
En síntesis, si bien estamos en presencia de dispositivos de transporte que no generan grandes gastos y reducen la contaminación ambiental, también hay que ser cuidadosos a la hora de utilizarlos. Urge un marco regulatorio antes de que ocurra un accidente grave que pudiese ser evitado.
