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María Becerra visitó una tienda de regionales en Villa Los Aromos

María Becerra visitó una tienda de regionales en Villa Los Aromos

La popular cantante María Becerra y su novio J Rey estuvieron vacacionando por Calamuchita, pero en la noche del domingo se llegaron a un puesto de artesanías en Los Aromos y se llevaron una gran cantidad de regalos.

María Becerra eligió el Valle de Calamuchita para desconectarsedespués de romperla en los dos shows en River. La cantante se instaló con su novio J Rei en un camping y disfrutó de días de sol y sierras cordobesas.

Durante su estadía se bañó en el río, adoptó un perrito al que llamaron Turbo y hasta pasó por un local de regionales para comprar regalos el domingo por la noche. Matías Vives, dueño junto a sus papás de Artesanías El Molino, contó cómo fue su paso por el local y qué se llevó.

Según dijo, la Nena de Argentina y el artista pasaron cerca de las 20 por el comercio de Villa Los Aromos. “Estaban mi mamá y mi papá empezando a cerrar y primero no los reconocieron”, comenzó el joven.

A los minutos llegó él, les pasó al lado y tampoco los identificó, confesó a este medio. “Cuando entré mi mamá me dijo que le parecía que era una cantante pero no se acordaba el nombre”, relató Vives y siguió: “Me fijo yo y no podía reconocerla porque estaba bastante camuflada”.

Después de unos minutos, María Becerra se giró y pudo descubrir de quién se trataba. “¡No lo podía creer!”expresó el joven que tiene un emprendimiento de mates llamado Buen Mate en el local de regionales.

“Lo que atiné fue a saludarla a ella y a él”, comentó y agregó: “No los quería molestar mucho, lo que sí les pedí una foto cuando termianaran de ver todo lo del local”. “Yo estaba muy contento, re contento”, se sinceró.

Compras y más compras

María Becerra y J Rei se llevaron “de todo” dijo Matías. La pareja estaba en busca de regalos y recuerdos de las sierras de Córdoba y en el comercio encontraron lo que querían.

De acuerdo a lo que reveló, se llevaron dos mates imperiales con bombillas, un portamate “de los que van en el auto” y materas. Además, cuchillos que pidieron que sean envueltos para regalo y artículos de decoración.

“Estuvieron como una hora, estaban tranquilos porque ya no había nadie y no los molestamos”, concluyó el joven emprendedor.

Fuente: El Doce

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