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La zapatería Leiva está de fiesta: Reynaldo Leiva estaría cumpliendo años

AGNoticias dialogó con Orlando Leiva, hijo de Reynaldo, quién contó los recuerdos de su padre que hoy estaría cumpliendo 79 años.

Con unos globos celestes y blancos y un cartel de letras doradas, la zapatería Leiva -ubicada en Calle Dr. Carignani al 408- recuerda a Reynaldo, quien estaría cumpliendo 79 años en este 25 de marzo. Orlando Leiva, recordó a su padre con muchísimo cariño. «Lo que más me marcó es que él siempre nos enseñó a tener lo nuestro. Nos enseñó que usáramos la cabeza para poder llenar el estómago. Y no poner tanto el lomo, para no trabajar como burros.»

Reynaldo Leiva fue huérfano. Al morir sus padres, creció en un orfanato en Mendoza. Llegó a Córdoba con muchas ganas, luego de salir de allí. Vendió todo un taller para venir aquí y hacer fortuna, ya que le habían hecho promesas. «Llegó a trabajar a una cantera de mica. Vendían mica y con eso compraban para poder comer. Hasta que conoció a mi mamá. Mi tío comenzó a trabajar con ella y mi papá dormía en un colchón de piedra en la policía, donde lo dejaron en la comisaría de Alta Gracia. Luego se trasladaba a la posada del Virrey, que estaba frente al reloj público. Ahí trabajaba como ayudante de cocina. Todo un espíritu de lucha.»

«Mí tío, otro luchador llamado Armando Segundo Leiva, tenía una discapacidad auditiva. Además, mí tío Armando tenía una pierna sin tobillo, lo que le dificultaba moverse. Mí tío Armando era el dueño de un taller en Mendoza, donde le enseñaba un italiano. Recuerdo que mí papá solía esconder pan en sus bolsillos, pero mí tío le decía que ya no era necesario hacer eso, que no le iba a faltar. Aun así, a veces encontrábamos pan duro en los bolsillos de mí papá.»

Entre risas, Orlando recordó frases que su papá decía. «El decía mucho ‘este es como Maradona, le das pelota y no te lo sacas más de encima’. También decía mucho ‘con una persona inteligente podes hablar, pero si no es inteligente no gastes pólvora en chimango». Entre las charlas que más recuerda, Orlando recordó que su papá le decía que sabía administrar los recursos. «Eso es lo que él veia. Yo no me he fundido nunca. En los tiempos de crisis no se sorprendia, decía que había que ponerse metas y objetivos. Era un idealista; quería algo y no lo largaba hasta conseguirlo.»

Otra cosa que destacó, es que Reynaldo nunca discutía con nadie. «El luchó mucho, se vino desde Chile y se nacionalizó argentino. Fue un NN por mucho tiempo.»
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