Boreal, la obra teatral que surgió entre el 2020 y el 2021 con artistas de La Bolsa, José de la Quintana y Alta Gracia tendrá sus últimas tres funciones.
La obra teatral, Boreal, que tiene en su staff a artistas de La Bolsa, José de la Quintana y Alta Gracia brindará sus últimas tres funciones en la ciudad.
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En invierno, en alguna montaña del círculo boreal, un paisaje glacial aguarda desenterrarse.
Sinopsis de la obra
En verano, en alguna montaña del circulo boreal, un bosque acaba de ser arrasado por el incendio.
La nieve y las cenizas caen.
El hielo y el fuego se contemplan, en un paisaje fuera del tiempo.
Los personajes no se cruzan, pero se conocen.
El viento, aúlla.
Surgida entre el 2020 y el 2021 y con 8 meses de trabajo la obra local culmina sus presentaciones en Alta Gracia.
Las últimas tres funciones serán los días, 5, 19 y 26 de septiembre a las 20 h en el Cañito Cultural (Cañito 100).
El valor de la entrada es «a la gorra», sin embargo sugieren un valor de «entre $300 y $500».
Las «funciones son con capacidad limitada y siguiendo los protocolos de bioseguridad» aclararon.
@borealteatro , @borealteatroindependiente a través de sus redes se pueden encargar las entradas.
Comentarios y críticas
En lo particular, ocurre después de quinientos días de abstinencia teatral. Haber podido recuperar la esencia del género: actores y público, en cuerpos presentes, interactúan y configuran el convivio.
CAÑITO CULTURAL, con todos los protocolos de bioseguridad, brinda el espacio para la presentación de la obra BOREAL, con dramaturgia, dirección y puesta en escena de JULIETA REYES.
Una escenografía fantasmagórica recrea un paisaje helado y un tapiz sonoro del ulular incesante del viento cobra protagonismo. De entre los hielos emergen, lentamente, los cuerpos semienterrados de dos hombres jóvenes. Una atmósfera beckettiana de incomunicación, ácido humor, espera vana y tiempo en eterno retorno, se insinúa a través de un diálogo errabundo y la constante referencia al desamparo y soledad que los aqueja.
El juego teatral que los actores HORACIO D’AMBRA y WALTER LUDUEÑA resuelven con solvencia, exige un espectador activo, de actitud reflexiva. La metonimia se impone. El mismo nombre para los dos personajes. Quizás, cara y cruz de una misma persona Y en ellos, representada la humanidad toda, que yace sepulta, inmovilizada, condenada a un infierno de hielo por su desmesura. Tras el apagón, mediante interesantes recursos audiovisuales y sonoros se transforma la escena para dar paso al horror de un devastador incendio. Ingresa un nuevo personaje. LUDMILA ROSSETTI es la mujer bombero, sola, abandonada a su suerte en esa vigilancia agotadora para evitar la propagación del fuego.
No hay dudas de que la intención de la realizadora es la denuncia, no sólo de las catástrofes naturales, sino de otras formas de violencia de género que persisten impunes. Se advierte que existe un serio compromiso reivindicatorio, y el pesimismo que rezuma la pieza se ve atenuado por el valor poético de la obra que contó para la puesta, con el aporte de un numeroso y eficaz equipo de trabajo.
Una experiencia muy gratificante la de esta vuelta al teatro.
Retomo lo que alguna vez se dijera en el marco de Teatro Abierto: NOS SENTIMOS FELICES DE ESTAR JUNTOS
Yolanda Beguier, espectadora
