En esta sección te invitamos a conocer las historias de aquellos altagracienses viviendo en diferentes partes del mundo. Hoy dialogamos con Vanessa quien hace nueve años dejó su hogar para embarcarse en una travesía única en Dubái. Desde sus comienzos como azafata en Emirates hasta su actual rol como entrenadora y nutricionista, su trayectoria refleja no solo un viaje geográfico, sino también un viaje personal de crecimiento, adaptación y pasión por su profesión. A través de su experiencia, nos sumergimos en un mundo de desafíos, éxitos y aprendizajes que trascienden fronteras y culturas.
En AGNoticias la sección «Altagracienses por el Mundo» ya es un clásico de nuestro portal informativo. Un espacio dónde les acercamos los lectores historias de vecinos, amigos o familiares que dejaron su ciudad natal y que ahora están viviendo diferentes experiencias alrededor del mundo. En esta oportunidad, conocemos más a la altagraciense Vanessa Salgado.
Vanessa nació en Alta Gracia y parte de su infancia y adolescencia las vivió en nuestra ciudad. Desde siempre tuvo en claro que quería viajar por el mundo y conocer países, por ello empezó a hacer el curso de azafata o de tripulante de aviones y a estudiar idiomas.
«Me fuí de Argentina por cuestiones laborales. Apenas cumplí veintiuno, aplique a las tres aerolíneas que tienen más vuelos internacionales, o sea que recorren la mayor cantidad de países. Me entrevisté tres de ellas y se dio que la aerolínea que tiene base en Dubái, Flight Emirates es la que me aceptó primero. Así que me vine para acá con ellos».
En Dubái vivió en principio por cinco años y medio, aunque durante la pandemia lamentablemente perdió su trabajo y decidió irse para España. «Estuve viviendo en Barcelona por un poco más de un año, quizás año y medio. Allí hice un curso y luego me volví para Dubái. Ahora estoy de nuevo como residente en Dubái y ya son 9 años que hace que resido«.
El impacto de la pandemia del Covid-19
Como ya nos adelantaba la altagraciense, la pandemia la pasó mitad en Dubái y la mitad en España. Los primeros meses en el primer país nombrado no fueron difíciles porque Vanessa aún conservaba su trabajo, su salario y demás beneficios. «Todavía no sabíamos cuánto duraría ni las consecuencias que iba a traer».
Luego en España, la sufrió un poco más al principio porque no se podía salir durante los primeros meses, la población debía permanecer encerrada en sus casas.
«Los departamentos en Barcelona eran muy pequeños, no tenía luz solar y tampoco mucho espacio para estar. Creo que eso fue lo que me costó bastante. Después, una vez se bajaron un poco las restricciones, me empecé a sentir mucho mejor. Logré juntarme mucho con amigos y formé un lindo grupo por suerte».
Volando hacia un nuevo horizonte profesional: de azafata a entrenadora profesional en un gimnasia
Con respecto a su profesión, la joven expresó que durante los primeros años en este país trabajó como azafata. «No la había ejercido antes y durante estos años que estuve volando como azafata también seguí estudiando».
Sin embargo, una vez que la pandemia comenzó, su vida profesional tomó un rumbo completamente distinto. «Empecé a trabajar como en entrenadora personal, o entrenadora física, y como nutricionista».
«A esto lo traté de ejercer en España, pero lamentablemente los sueldos no eran muy altos así que me volví para Dubái. Ahora hace dos años empecé a trabajar en un gimnasio como nutricionista y entrenadora personal«.
¿Cómo es la realidad de conseguir trabajo y vivienda en el extranjero?
Conseguir trabajo y vivienda en el extranjero puede ser un desafío emocionante y gratificante. Pero también puede ser un proceso complicado que requiere planificación, paciencia y perseverancia.
Basándose en su experiencia personal, Vanessa señaló que todo depende del país al que uno vaya. «Sé que hay varios países que cuando te mudas ya te dan el tema de la vista, el lugar en donde vivir y arreglan todo antes de que viajes al país».
«Este fue mi caso en Dubái. Cuando yo llegué, ya tenía mi apartamento y un medio de transporte que me llegaba desde mi departamento hasta el trabajo. Todo ya estaba más o menos arreglado, pero sé que este no es el caso en todos los países. Aunque acá en Dubái sí me parece fácil el conseguir trabajo«.
A continuación sostuvo que el tema de visas también es muy fácil de hacer pese a que ella aclaró que en España si se le dificultó más. «Si bien el estilo y la calidad de vida es muy buena y muy parecida a Argentina, los sueldos no son muy altos».
«Personalmente para mí no valía la pena quedarme en España porque el estilo de vida era más o menos parecido al que tenía en Alta Gracia. En ese aspecto, hubiera preferido estar en Alta Gracia a estar en España. Por el tema de salarios más que nada».
No obstante si considera que es complicado vivir en el extranjero. Ya sea por encontrar personas con las que uno se sienta cómodo o porque las horas laborales son más largas.
«Al principio tenés que encontrar personas con las que te sientas cómodo para convivir y hasta que no las encontrás cuesta un poco. Las horas de trabajo son más largas, por lo menos acá en Dubái se trabajan más horas que en Córdoba o en Alta Gracia. Yo creo que si te acostumbrás a la forma de vivir, a tu casa nueva, a tus nuevos amigos, entonces sí se hace fácil».
La vida en la lujosa ciudad árabe, Dubái
Vanessa manifestó que lo que más le ha gustado de Dubái es la seguridad laboral, ya que no existe la inseguridad en las calles. «Que los trabajos estén bien pagos, creo que esto es lo que más me gusta de Dubái. Tener esa paz mental a fin de mes».
«La vida en Dubái cuesta al principio, pero una vez que te acostumbrás, es muy linda. Hay muchos argentinos acá y estamos re contentos todos la verdad. El trato hacia el argentino es muy bueno porque por suerte la población está conformada mayormente por expatriados. Un ochenta y cinco por ciento es gente de otros países. Entonces, no hay mucha diferencia en lo que es nacionalidades».
Luego explicó que la gastronomía es muy exótica aunque se pueden conseguir productos argentinos y comidas de todos los países del mundo.
Por otra parte agregó que el idioma principal es el árabe a pesar de que no lo usa tanto. «Lo estudié y me puedo comunicar con algunas frases, pero la verdad es que no lo uso mucho y no me sirve tanto. El inglés lo manejo más y es mucho más práctico«.
Sobre el clima contó que durante seis meses al año es perfecto y hermoso, pero después tienen otros cuatro o cinco de verano y de calor intenso. «Es el desierto, es entendible que haga esa temperatura».
«La verdad que yo intento pensar esos meses como si fuera el invierno en Argentina. Utilizo ese tiempo para quedarme más en casa y hacer más actividades dentro. Después disfrutamos lo que sería acá la primavera, otoño e invierno que es cuando contamos con mejor clima».
Lecciones aprendidas y consejos para aquellos que están pensando en vivir en otro país
En cuanto a las experiencias y lecciones que le ha dejado el emigrar, Vanessa reveló que siempre intenta volver a los paisajes que la hacen recordar a Alta Gracia. «El tener naturaleza, lagos, ríos y montañas cerca. Los lugares que más me gustan para visitar y a los que me encanta volver son aquellos que se parecen mi ciudad natal».
«Es muy difícil tener tanta naturaleza en un pequeño espacio donde se pueda ir en quince minutos al río o en media hora al lago. Creo que eso es algo impagable«.
Posteriormente, la altagraciense animó a aquellos que tienen el deseo de viajar por el mundo. «Háganlo y no tengan miedo porque es una experiencia inolvidable que no tiene precio. Soy una fiel creyente de que hay que viajar y me gustaría que otras personas se motiven a hacerlo«.
«Escucho a muchos decir que no se animan a irse, a aplicar a un trabajo en otro país o incluso a empleos para el exterior trabajando desde Córdoba por el tema del inglés. La verdad es que al idioma lo adquirís o lo vas a practicar mucho más una vez que estés usándolo. Es muy difícil aprenderderlo al cien por ciento».
Para Vanessa, es mucho más importante la práctica en el idioma que uno puede adquirir viviendo afuera y conectando con otras personas. «Al viajar al exterior, te topás con que la gente tiene un acento distinto al que estudiaste en tu academia, un modismo distinto o una forma de pronunciar distinto».
«Pese a que hayas estudiado en una academia, no vas a aprender todo lo que se te va a ir dando con la experiencia viviendo afuera y conectando con otras personas. Una vez que estás en otro país, como necesitás el idioma, lo vas a ir lo vas a ir usando y aprendiendo muchísimo más rápido«.
¿Volver a Argentina?
Toda persona que emprende un viaje para irse a vivir a otro país lejano y ajeno, lleva consigo en su memoria los recuerdos de los seres queridos que dejó atrás. Vanessa aseguró que extraña a sus afectos más cercanos, la familia y los amigos.
No obstante, ante la pregunta si planea regresar en algún momento, dijo que le encantaría afirmar que está segura que va a volver, pero la realidad es que hace nueve años está viviendo en el exterior. «Siempre digo que quiero volver y al final me sigo quedando. No estoy tan segura, pero si es mi idea volverme en algún momento de acá a cinco o diez años».
«Si me quiero volver a vivir y si no me vuelvo cien por ciento en Argentina, quiero encontrar en los próximos cinco años un trabajo que me permita pasar tres meses en mi país y tres meses en otro lugar. O al menos que me posibilite trabajar de forma remota para permanecer bastante tiempo en mi tierra natal».
