En esta sección te invitamos a conocer las historias de aquellos altagracienses viviendo en diferentes partes del mundo. Hoy dialogamos con Tadeo. Imagínate estar suspendido en el aire, con el viento rugiendo a tu alrededor mientras confías tu vida a un delicado tejido y unos pocos hilos. Eso es a lo que este joven se dedica, en donde no solo ha hecho de esto su rutina diaria, sino que lo ha convertido en un arte. Lejos de Alta Gracia, encontró su profesión y sustento en el arte peculiar de plegar paracaídas en los cielos de Italia.
En AGNoticias la sección «Altagracienses por el Mundo» ya es un clásico de nuestro portal informativo. Un espacio dónde les acercamos los lectores historias de vecinos, amigos o familiares que dejaron su ciudad natal y que ahora están viviendo diferentes experiencias alrededor del mundo. En esta oportunidad, conocemos más al altagraciense Tadeo Gigena.
Tadeo nació en Alta Gracia y parte de su infancia y adolescencia las vivió en nuestra ciudad. Hasta que, en un momento, más precisamente cuando se encontraba estudiando la carrera de contador en la Facultad de Ciencias Económicas, decidió darle un cambio radical a su vida y la idea de viajar comenzó a hacerse más presente en su cabeza. “En ese tiempo me acuerdo que al país no le estaba yendo muy bien. Ahí mi cabeza empezó a cambiar y lastimosamente no veía futuro en Argentina”.
“Un día en un entrenamiento del gimnasio, le estaba comentando un amigo que ya estaba cansado de la situación. Él entonces me respondió que me ofrecía ir a trabajar en Europa para hacer la temporada y volver. Me dijo: ‘Si querés, yo te doy la oportunidad, venís conmigo, trabajamos y si no te gusta, te volves”.
Seguido de esto, Tadeo le contestó que sin duda alguna pero que lo tendría que esperar un poco al menos para poder tramitar los papeles. “Ahí en ese momento fue en donde hice el salto enorme y ni siquiera lo pensé. En ese momento ya sabía que me iba”.
Al arribar a Europa estuvo primero en Alemania pero solo por un mes. Luego consiguió una vivienda donde instalarse para hacer la residencia de la ciudadanía italiana. Desde junio del año pasado está aquí y en total hace dos años que reside en este país.
Su curiosa, pero vital, profesión
El salto de los paracaidistas es una misión que siempre entraña riesgos. ara minimizar esos riesgos, el cuidado del paracaídas es sin duda uno de los puntos más importantes. Su adecuado mantenimiento y su correcto plegado marcan la diferencia entre la vida y la muerte.
Esto es a lo que el joven se dedica desde que llegó a Italia, una tarea donde se debe revisar minuciosamente el paracaídas, desenredarlo, detectar averías y limpiarlo. Después de plegarlo queda preparado para ser utilizado nuevamente.
«Doblo la tela del paracaídas y la pongo de vuelta así el paracaidista puede volver a saltar cada vez que lo hace. Esto yo ya lo hacía en Aeroclub de Alta Gracia trabajando de esto. Luego el mes que estuve en Alemania también hice eso y después de venirme para Italia conseguí este trabajo nuevamente. Hace tres o cuatro años que estoy en este rubro», relató.
¿Cómo es la realidad de conseguir trabajo y vivienda en el extranjero?
Conseguir trabajo y vivienda en el extranjero puede ser un desafío emocionante y gratificante. Pero también puede ser un proceso complicado que requiere planificación, paciencia y perseverancia.
Basándose en su experiencia personal, Tadeo declaró que todo depende si uno está en negro o posee papeles ya que sin los mismos en Italia es un poco más complicado. «En ciudades grandes tal vez se pueda conseguir trabajo, seguramente más fácil. En los pueblitos chiquitos se complica un poco más pero siempre se encuentra en la solución».
Asimismo, sobre la vivienda explicó que lo que se suele pedir mucho es un comprobante de sueldo para verificar que tenés la posibilidad de pagar el alquiler. «Eso por ahí es complicado para alguien que apenas llega, pero siempre se encuentra alguna forma, algún garante que te da una mano, digamos».
«Es todo muy relativo dependiendo si uno tiene papeles o no. Después ya todo varía dependiendo si es una ciudad grande o chica, pero igualmente cuando uno lo quiere siempre lo consigue, siempre se soluciona de cualquier forma«.
Vivir en Italia, un lugar de oportunidades
Tadeo manifestó que lo que más le ha gustado de Italia son las relaciones que ha formado con las personas que vivien en este país y que han sido muy amables. «Acá en Europa la gente es muy distinta, es hermoso, pero es distinto. Hay que saber adaptarse a las diferentes culturas y a todo en general. Hay que hacer un cambio completo de mente y tratar de entrar en la sociedad en la que estas viviendo, quizá es un poco complicado, pero es lindo también».
El altagraciense aclaró que tuvo muchas mejores experiencias con europeos que con argentinos quienes también se fueron a buscar nuevas oportunidades al exranjero como él. «He tenido la suerte de cruzarme con gente muy buena y hablo de europeos siendo yo extranjero. Me pasó que cuando hice la ciudadanía estuve con otros argentinos que la estaban haciendo conmigo en la misma casa. No fue una experiencia muy bueno. Luego de eso como que a los argentinos los tuve alejados».
«Todos los europeos siempre son muy amables y están dispuestos a darte una mano y tienen esas ganas de ayudarte. Por ahí unos los ve como enojados, pero son muy buenos y siempre buscan la forma de ayudarte. Italia y España se parecen mucho a nuestras raíces argentinas porque la gente de por sí es más cálida al resto de los países. Capaz es eso o su cultura tuve la suerte de cruzarme con gente muy buena».
Otra cosa que aseguró que le ha gustado mucho de Italia son sus paisajes, sus ciudades, todas sus estructuras, la cultura en general.
Por otro lado, acerca del idioma y lo que implicó aprenderlo, sostuvo que llegó a este país de Europa sin saber nada de italiano. «No era mi primer destino al cual yo quería ir, sabía que quería hacer la ciudadanía, pero no venía con nada planeado. Luego de estar dos meses acá, me di cuenta que necesitaba aprenderlo. Me puse solo a estudiarlo con el teléfono. A los cuatro meses de haber llegado a Italia empecé a entenderlo más, soltarme con algunas palabras».
«Para los seis meses ya sabía desenvolverme tranquilamente en una charla. Si uno tiene ganas lo puede aprender, pero por ejemplo en el caso de mi hermano que vino después le costaba mucho más, pero porque él no tenía muchas ganas».
Además, expresó que la gastronomía de Italia es muy buena y se come muy bien. De hecho, la cocina italiana ha conseguido adquirir una gran popularidad en todo el mundo gracias a sus espectaculares sabores, su amplia oferta gastronómica y, por supuesto, la calidad de sus materias primas.
«Cocinan muy rico. Les gusta mucho la pasta y la pizza, lo común de Italia. Lo que sí, la carne es distinta pero también la forma de cocción de ellos lo es. Por lo general lo que no pido es carne», afirmó.
Finalmente, el joven señaló que el clima es bastante tolerable debido a que los meses que abarcan las estaciones de primavera y verano, por lo general, son muy soleadas y con calor. «En otoño hace calor todavía pero cuando vas entrando al invierno, llueve mucho por lo general acá y es muy húmedo por lo menos donde estoy. Es un frío húmedo y te cansa la verdad. Estoy en un pueblo llamado Fano que está sobre la costa adriática al este de Italia«.
Consejos para aquellos que están pensando en vivir en otro país y el trámite de la ciudadanía
Tadeo aconsejó a quienes tienen el deseo de conocer el mundo, que lo hagan pero siempre teniendo presente el motivo del por qué viajan. «Veo mucha gente que viaja porque quiere hacer más plata afuera y luego se quieren volver de inmediato porque no es lo que esperaban. Si uno lo hace porque tiene ganas de salir a descubrir el mundo, conocer lugares, culturas y nuevas personas, es distinto».
«Ya vas con otra mentalidad y abierto a aceptar todo lo que te vas encontrando. Para viajar hay que hacerlo sin miedo. Para mí siempre es más preferible decir: ‘bueno me confundí, no era lo que quería, pero bueno me vuelvo’ a arrepentirse siempre de haberlo intentado«.
Por otro lado, contó que el proceso para obtener la ciudadanía puede ser desafiante pero también se puede ver como una inversión. «Por ejemplo, en mi caso, veníamos de un pueblo pequeño donde el trabajo era escaso y principalmente informal. Las fábricas eran la principal fuente de empleo, pero requerían estar legalmente autorizado para trabajar».
«Personalmente tuve la suerte de trabajar en el pueblo en el que estoy ahora, pero me venía cada fin de semana sino. Aunque trabajaba allí, necesitaba hacerlo en otro lugar los fines de semana para mantenerme a flote económicamente. Todo depende también a qué lugar vas, con qué intenciones y si tenes ya contactos o algo, pero siempre se encuentra la forma. Trabajo en negro, pero gano bien«.
¿Volver a Argentina?
Toda persona que emprende un viaje para irse a vivir a otro país lejano y ajeno, lleva consigo en su memoria los recuerdos de los seres queridos que dejó atrás. El altagraciense mencionó que extraña mucho a la gente de nuestra ciudad, sus amigos, familiares y a nuestra carne que tanto nos caracteriza como argentinos.
«De Argentina, lo que más se siente es el tema de la carne. Es una cosa que se extraña bastante y bueno también los italianos la cocinan distinta. Cuando te invitan a comer no es muy rica la verdad. También extraño la gente, las amistades y la familia. Obviamente siempre vamos a llevar a nuestros seres queridos dentro de uno mismo«.
No obstante, ante la pregunta si planea regresar en algún momento, dijo que no está en sus planes volver por lo menos por ahora. «Para mí Alta Gracia es la ciudad más linda que puede existir. Siempre la extraño, pero por ahora no está en mis planes volver. O sea, si vuelvo, lo haría de visita, pero por ahora tampoco lo tengo planeado. Todavía, desde que me fui no pude regresar. Preferiría conocer otros lugares antes».
