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La Educación sobre la Mesa

La Educación sobre la mesa. Hoy «Memoria que recuerde que hay memoria»

La Educación sobre la mesa. Hoy "Memoria que recuerde que hay memoria"
Por Laura Iglesias (Especial para «La Educación sobre la Mesa»)

No importa si es sensorial, a corto o largo plazo, si es episódica, semántica, explícita; en cualquiera de sus formas, desde la educación, se trata de una función del cerebro que resulta esencial para nuestro aprendizaje y, por lo cual, para nuestra supervivencia. Desde lo personal, nos permite guardar en nuestro interior experiencias tales como sentimientos, sucesos, imágenes o ideas, reconstruir nuestro pasado, individual y colectivo, y así continuar escribiendo nuestro futuro.

A punto de cerrar un documento en Word, la clásica pregunta: “¿Desea guardar los cambios?”, y con tan solo pulsar una tecla la elección de elegir si conservar o no, lo realizado. A diario, en la vida, no existe tal chance entre retener o no aquello que nos atraviesa, que vivimos. Sería, tal vez, una buena opción, atendiendo la capacidad de almacenamiento que denotan los latidos de nuestro corazón. Como intentos efímeros, hay ocasiones en las que nuestros recuerdos se encargan de trazar un laberinto en nuestra memoria, con el afán de que algunos se diluyan, recorriendo las posibles opciones para vislumbrar la salida.

Memoria como capacidad que nutre habilidades

Desde la perspectiva del aprendizaje, hace referencia a una capacidad mental cuya función es codificar, almacenar y recuperar información. Se trata de una función del cerebro que resulta esencial para nuestro aprendizaje y, por tanto, para nuestra supervivencia. Gracias a ella podemos adaptarnos mejor a las necesidades de nuestro entorno. Completando nuestro mapeo conceptual añadimos que, desde un punto de vista morfológico, la memoria está estrechamente relacionada con el hipocampo, pero cabe señalar que son varias las regiones del cerebro que influyen en el proceso. Resulta interesante mencionar que el significado de las palabras se almacena en el hemisferio derecho, los recuerdos de la infancia se conservan en el córtex temporal o que los lóbulos frontales se hacen cargo de la percepción y el pensamiento.

En nuestro campo

Estando ya en sintonía con el denominador del encuentro, tomamos como referencia el aporte de Andrea Goldin, especialista en neurociencia y educación, e invitamos a leer algunas de sus conclusiones que complementan nuestro quehacer pedagógico. A saber: “Asegura que de esta manera se desarrollan las capacidades de tolerar la frustración y de controlar la dispersión. Nuestro cerebro es el órgano responsable de pensar y de razonar, pero también es el órgano responsable de sentir y de emocionarse. No se puede aprender sin emocionalidad. Para aprender, hace falta tener autorregulación, poder controlar los impulsos”, afirma.

En un aula, el cerebro aprende igual que en la vida. Detecta cosas que le llaman la atención, estímulos que vienen de afuera o que vienen del propio cerebro, pensamientos o ideas conscientes e inconscientes, y las guarda dentro de sí mismo. No las guarda como si fuera un fichero, aisladamente, sino que se guardan interconectadas con todas las otras piezas de información y conocimientos que tenemos dentro de nuestra cabeza que proviene del aula, pero también de toda nuestra vida previa consciente o no. A la hora de aprender, tomamos eso que estamos por aprender y lo guardamos dentro de nuestro cabeza relacionado con otros conceptos.” (La Repregunta. La Nación, Jul./2022)

Compartimos algunas opciones de actividades que favorecen y acompañan, la estimulación de tal capacidad: LECTURA – OBSERVACIÓN DE FOTOGRAFÍAS – AJEDREZ (juegos similares) – PASATIEMPOS (de lecto-escritura y cálculos) – LA MÚSICA: tocar instrumentos.

Somos un todo, memoria colectiva

 Porque no trascendemos individualmente, porque no somos partes escindidas de un todo, es que confluimos en una Memoria colectiva. Es la que recompone mágicamente el pasado, y cuyos recuerdos se remiten a la experiencia que una comunidad o un grupo pueden legar a un individuo o grupos de individuos.

Haciendo un recorrido sobre la historia de este término, encontramos que Memoria colectiva es un término acuñado por el filósofo y sociólogo Maurice Halbwachs: “que hace referencia a los recuerdos y memorias que atesora y destaca la sociedad en su conjunto. En sus estudios habla de la existencia de una memoria individual que está relacionada directamente a la memoria de grupo encontrándose siempre en constantes cambios. La memoria es siempre social, esto lo indica el hecho de que el recuerdo solo emerge en relación con personas, grupos, lugares o palabras. La memoria colectiva es compartida, transmitida y construida por el grupo o la sociedad. Por ende, la misma, está relacionada con fenómenos de opinión pública.”

En el camino también encontramos a Assmann , que distingue entre la Memoria cultural y la Memoria comunicativa: mientras que la primera cumple una función de almacenamiento, la segunda realiza la función de una memoria de todos los días que se sitúa en la actualidad.

Hoy nos encontramos, como comunidad, transitando, cotidianamente, situaciones que nos ensamblan en la MEMORIA COLECTIVA (hechos de nuestro pasado socio – político, y algunos coetáneos) estrechando lazos solidarios que aúnan sentimientos y emociones; que se erigen cual registros enumerados de acontecimientos, que, en nuestra memoria, ofician de guía de lo que no queremos volver a vivir, para construir un futuro con los SÍ, QUE NOS HACEN CRECER COMO PERSONAS Y SOCIEDAD.

Con el deseo de que tengan un lindo domingo, los despido hasta la próxima.

nakasone