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Crónicas al Voleo

La revolución cultural de la ciudad de los motores

La revolución cultural de la ciudad de los motores
Por Germán Tinti (Especial para AGnoticias)

Los años como boxeador de peso pluma, cuando soñaba con ser el sucesor de Sugar Ray Robinson, y su servicio durante la guerra de Corea no impidieron que Berry Gordy continuara alimentando su amor por la música. Por eso, cuando le dijo adiós a las armas, regresó a Detroit, adonde había nacido en el seno de una familia originaria de Georgia de la cual era el séptimo de ocho hermanos.

Berry Gordy

En su ciudad natal abrió 3-D Record Mart, una tienda de discos de jazz que apenas duró un par de años. En 1955 ingresó a trabajar en la línea de montaje de la Ford, pero no renunció a sus proyectos musicales y continuó componiendo y enviando canciones para participar en concursos. «La primera canción que escribí se llamaba ‘You are you’ y se la mandé a Doris Day. Unos treinta años más tarde conocí a Doris y ella misma me confirmó que jamás llegó esa canción a sus manos», recordaría Gordy años más tarde.

En 1959, con un capital de 800 dólares, fundó Tamla Records, que poco tiempo después se convertiría en Motown (acrónimo de Motor Town, tal como se conocía a Detroit en su época de mayor desarrollo industrial) y, sin saberlo aún, cambiaría el panorama de la música en Estados Unidos… y en buena parte del mundo.

Negros en ciudades de blancos

En las principales ciudades del frío estado de Michigan se había popularizado, desde hacía tiempo, lo que se dio en llamar el «Chicago Blues», hijo directo de la la «Gran Migración Americana», en la que cerca de dos millones de afroamericanos abandonaron los estados sureños anclados en el siglo XIX, y se trasladaban a ciudades industrializadas del oeste y del norte.

Los migrantes llevaban, además de sus pocas pertenencias materiales y sus innumerables expectavias, el «delta blues». En Chicago y Detroit a las guitarras acústicas y las armónicas, le agregaron guitarras eléctricas, bajos e incluso saxos, generando una música que rápidamente abandonó los barrios negros y dieron identidad musical a las ciudades de las grandes fábricas.

Marvin Gaye

La idea de Berry Gordy de producir música para todos, más allá del color de piel o la cuenta bancaria, de alguna manera se vio materializada cuando la banda más famosa y exitosa del mundo grabó una de sus canciones. «A comienzos de los años cincuenta, la música estaba muy segmentada, parcelada en estilos –explicaba en una entrevista al periodista español Julián Ruiz–. Yo lo único que quería era hacer música pop, fueran negros o blancos los que la hicieran. Música para todos. La esencia del pop. Por eso, cuando los Beatles hicieron una versión de mi canción ‘Money’, en 1963, comprendí que habíamos emprendido una aventura maravillosa».

Los primeros éxitos

Cuatro años antes «Money (That’s what I want)» (Dinero, eso es lo que quiero) había sido en el primer éxito de la Motown cuando la grabó Barrett Strong, una de las iniciales estrellas del sello, junto a Mable John y Mary Wells. En 1960 la canción fue número uno en el ranking de rhythm and blues de la revista Billboard, esta vez grabado por The Miracles (claro, otro producto de la Motown). Después de esto, los éxitos empezaron a caer como fichas de dominó. En 1961 The Marvelets la descosieron con «Please Mr. Postman».

Steve Wonder

Para Gerri Hirshey, de la revista norteamericana «AARP The Magazine», «un sorprendente sector demográfico ayudó a asegurar su apuesta. Los adolescentes —esos compradores impulsivos y hormonales de los sencillos de 99 centavos— se estaban convirtiendo rápidamente en el grupo más grande de la población de EE.UU., y ellos controlaban miles de millones de dólares al año en efectivo disponible. ¿Gastarían los chicos blancos su dinero en los discos de los artistas negros?. Gordy recibió su respuesta en 1961, cuando el éxito “Please Mr. Postman” de The Marvelettes alcanzó el primer puesto en la lista de éxitos musicales pop. Aparentemente, a los chicos no les importaba quiénes hicieran la música si era lo suficientemente cautivadora y bailable». Gordy solía chapear diciendo que el 70% de los discos que lanzaba al mercado eran comprados por el público blanco.

The Marvelettes
Del tocadiscos al cine

A lo largo de toda la década de 1960, Motown consiguió 110 hits dentro del top 10. Esos éxitos fueron interpretados por artistas legendarios de la talla de Stevie Wonder, Marvin Gaye, Diana Ross & The Supremes, The Temptations, The Four Tops, The Jackson 5, y Gladys Knight & the Pips. A mediados y finales de los años 1960 se comenzó a llamar a la discográfica The Sound of Young America (El sonido de la América joven) debido a la popularidad que tenía entre los jóvenes, tanto blancos como negros.

En 1972 extendió sus negocios a la soleada California y abrió oficinas (y estudios, claro) en Los Ángeles. Y también decidió incursionar en la industria cinematográfica con títulos como «Lady sings the blues», una biopic de Billie Holiday protagonizada por Diana Ross que tuvo cinco nominaciones para el Oscar (no ganó ninguno, pero hay que tener en cuenta que competía con tanques como El Padrino y Cabaret).

Si bien a mediados de la década de 1970 los números uno empezaron a espaciarse (ya se había alejado de la compañía la usina de éxitos integrada por los compositores y productores Lamont Dozier y los hermanos Brian y Edward Holland), Motown seguía siendo una referencia ineludible en la industria musical y hasta el día de hoy su influencia en la cultura popular es incalculable.

The Supremes hicieron anuncios para populares productos alimenticios como la Coca-Cola y el pan blanco; los Jackson 5 (por si hay algún distraído, el grupo donde se inició un tal Michael Jackson) se volvieron dibujos animados de los sábados.

Ayer, hoy y siempre

En estos días, la plataforma Spotify todavía incluye el tema «My Girl» de The Temptations como una de las canciones más populares para los matrimonios norteamericanos. Encontramos canciones producidas por la Motown en las pantallas del cine y la televisión, como «I Heard It Through the Grapevine», el éxito de Marvin Gaye, al principio de «The Big Chill» (drama de 1983 protagonizada por William Hurt, Tom Berenger y Glenn Close, que obtuvo tres candidaturas al Oscar).

En 1983 Motown festejó su 25º aniversario con un especial de televisión llamado Motown 25: Yesterday, Today and Forever (Motown 25: Ayer, hoy y siempre). Aquella noche la tercera parte de los televisores de Estados Unidos se clavó en ese programa.

Jackson Five
Único e irrepetible

Cada año, 80,000 visitantes pasan por el Motown Museum, ubicado en el 2648 del Berry Gordy Jr. Boulevard de Detroit (si, el tipo ya tiene una calle con su nombre). Y el museo planea ampliarse. Ford Motor Co. y su sindicato, UAW-Ford, han donado $6 millones para una ampliación en un terreno adyacente donado por Berry Gordy.

¿Sería factible un fenómeno cultural – comercial – industrial de estas características en estos tiempos? para Gordy es «absolutamente imposible. Ni se dan las condiciones sociales ni musicales para sentar unas bases como aquellas. Por eso, la Motown será eterna. Nadie acabará con ella. Olvidémonos de las personas, era lo que representaba, lo que se hacía, la familia que trabaja con una fe y un talento infinitos. Es un fenómeno irrepetible».

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