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La Educación sobre la Mesa

La Educación sobre la Mesa. Hoy: «El juego que juega un papel primordial»

La Educación sobre la Mesa. Hoy: "El juego que juega un papel primordial"
Por Laura Iglesias (Especial para «La Educación sobre la Mesa»)

El juego, maravillosa interacción, que hace posible conectarnos con un otro, desde la espontaneidad, la alegría, la imaginación. Liberador de conflictos y preocupaciones, y, por si fuera poco, motivador, estimulador y favorecedor del desarrollo psicomotor, intelectual, afectivo y social del ser humano.

Desde el uso del juego como forma de consolidar el orden social establecido hasta la realidad virtual del videojuego multijugador masivo en línea (MMORPG) , son muchas las historias que se han sucedido en la sociedad gracias al impulso lúdico. Han conseguido motivar al cerebro para comprender, imaginar y crear. Todo el mundo reconoce el “juego” cuando lo ve, ya sea en la calle, en los pueblos, en los patios de recreo, en clase, en los multimedios, en la virtualidad…

El juego, desde siempre

En todas las culturas, niveles económicos y comunidades, las personas juegan, y los niños lo hacen desde temprana edad. Deteniendo la mirada en la evolución del juego en la historia universal, se observa que en la Edad Clásica los juegos servían para aleccionar a la gente a cumplir unas reglas que había que seguir, al mismo tiempo que contribuían al desarrollo físico y creativo.

Pasando a la Edad Media en donde el juego, era un distintivo de la posición social. Más tarde, el Renacimiento trajo consigo el juego al aire libre, y comienza a concebirse como una forma necesaria para el desarrollo de la mente. Con la Revolución Industrial se produjo un salto cualitativo con las producciones de artículos para el juego y, fue en la primera mitad del siglo XX, cuando se desarrollaron los juegos de mesa que hoy conocemos como el Monopoly, el Risk o el Scrabble, y tantos otros que no terminaríamos de enlistar.

Estos juegos se convierten, entonces, en elemento integrador de los momentos del ocio para compartir en familia o en las reuniones con amigos, siendo algo eventual e improvisado.

Jugando se aprende

Aunque el aprendizaje tiene lugar durante toda la vida, en la primera infancia se produce con una rapidez que luego nunca se igualará. En sintonía con nuestro eje temático, la Educación, abordaremos algunos conceptos y definiciones para ampliar la percepción a cerca del Juego.

Éste sienta las bases para el desarrollo de conocimientos y competencias sociales y emocionales clave. A través del juego, los niños aprenden a forjar vínculos con los demás, y a compartir, negociar y resolver conflictos, además de contribuir a su capacidad de autoafirmación. El juego también enseña a los niños aptitudes de liderazgo, además de relacionarse en grupo. Asimismo, el juego es una herramienta natural que los niños pueden utilizar para incrementar su resiliencia y sus competencias de afrontamiento, mientras aprenden a gestionar sus relaciones y a afrontar los retos sociales, además de superar sus temores, por ejemplo, representando a héroes de ficción.

En términos más generales, el juego satisface la necesidad humana básica de expresar la propia imaginación, curiosidad y creatividad. Estos son recursos clave en un mundo basado en el conocimiento, y nos ayudan a afrontar las cosas, a ser capaces de disfrutar y a utilizar nuestra capacidad imaginativa e innovadora. De hecho, las aptitudes esenciales que adquieren los niños a través del juego en el período preescolar forman parte de lo que en el futuro serán los elementos constitutivos fundamentales de las complejas “competencias del siglo XXI”. (UNICEF, 2018)

Todos participamos del juego

Un principio esencial del aprendizaje a través del juego es el de aunar las distintas esferas de la vida del niño —el hogar, la escuela, la comunidad y el mundo en general— de modo que exista una continuidad y una conectividad del aprendizaje en el tiempo y entre las diferentes situaciones.

Los adultos que intervienen en cada uno de esos ámbitos tienen un papel crucial a la hora de facilitar esa continuidad y conectividad del aprendizaje, reconociendo, iniciando, guiando y organizando experiencias lúdicas que favorezcan la capacidad de acción del niño. A lo largo de ese continuo, es importante asegurar que los adultos estén dotados de las competencias necesarias y apropiadas para favorecer el aprendizaje a través del juego. Incluso en el caso del juego libre, ya que los adultos tienen que saber reconocer los beneficios de este tipo de juego y potenciarlo proporcionando el tiempo y el entorno adecuados. (UNICEF, 2018)

Un dato lúdico

El Día Internacional del Juego se celebra cada 28 de mayo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño, reconoce al juego como un derecho que trasciende la edad, expresa que “Los estados partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes”. Esta efeméride nos recuerda que el juego es una actividad que no tiene horarios, es gratis y alimenta el espíritu.

“El juego, por inocente que sea, pone al descubierto igualdades y afinidades, porque cuando jugamos con alguien no existen las fronteras, ni las jerarquías, ni las biografías; el juego es un espacio de todos y para todos. Albert Sánchez Piñol.

¡¡¡Que no falte un juego para disfrutar un hermoso domingo!!!

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