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Emprendedores de la ciudad

La Casa del Tractor: sus clientes como prioridad

La Casa del Tractor: priorizando a sus clientes

Continuamos con las historias de emprendedores y decidimos entrevistar a Adrián Baldoncini, quien está a cargo de la iconica Casa del Tractor.

En la ciudad de Jesús María, más precisamente en la calle Pedro Frías, se esgrime un local comercial que lleva nada más y nada menos que 30 años en el mercado. La historia comienza en noviembre de 1989, cuando Jorge Baldoncini decidió comprar un negocio de repuestos a una familia de la zona, hecho que se convirtió  en el punto de partida de lo que hoy es: La Casa Del Tractor.

Una idea que comenzó como un emprendimiento y que después se  convirtió en un negocio que importa a más de 15 provincias argentinas.

Bajo el mando de Adrián y Elisa Baldoncini,  La Casa del Tractor tiene una particularidad a destacar: sus valores de compromiso y atención al público, que hacen que el negocio haya superado todos los desafíos que el tiempo les ha presentado.

 Hablamos con Adrián para que nos cuente cuáles son los retos y las estrategias que debe enfrentar diariamente un emprendedor.

¿Cómo comenzó tu labor en La Casa del Tractor?

Yo empecé a trabajar junto a mí papá en 1989, iba a la escuela y venía a trabajar siempre. Formalmente, en 2012 hicimos una SRL y desde ese año quedamos bajo la imagen de socios, junto con mi hermana.

Antiguamente, mi papá comenzó comprando una casa de repuestos que había cerrado. No había otro negocio similar  en la zona y ahí  empezó. Él era muy visionario.  Fue la primera casa de repuestos de la zona, y respondía a una necesidad de la gente de campo.

¿Cómo se mantiene una empresa durante 30 años?

Se hace difícil. Pasamos  por diferentes situaciones macroeconómicas: inflación, hiperinflación, estanflación; pero el rubro campo es  constante. Hay bajas y alzas, pero es constante.

Recetas, la verdad, no hay. Pero hay que pensar siempre en estrategias para poder subsistir y sobrevivir. La atención al público es súper importante en este negocio. Aparte de clientes acá hay muchos amigos. La gente vuelve por eso, tenemos clientes de 30 años que siguen viniendo con sus hijos.

La atención al cliente es lo que se ha mantenido desde la época de mi viejo. Aprendimos a respetar al comprador.

Además, nunca nos endeudamos. Mi padre sacó un solo crédito cuando tuvimos la Casa del Tractor nomás, y después nada más.

¿Qué es para ustedes La Casa del Tractor?

Sólo cuando me lo dicen, me doy cuenta que tiene 30 años, porque yo tengo 44 y decís “no puede ser”. Si me lo dice, digo ‘pucha que mucho que es’, pero yo no lo siento porque vengo todos los días, estoy contento para ir a trabajar, con los empleados, la gente. Cuando abrís ya hay gente que está en la puerta y te charla o viene a tomar un mate. No me doy cuenta de los años que llevamos.

Este negocio es como mi vida, es mi pasión. Este es uno de los secretos, hay que querer al negocio, hay que tener ganas de venir. Yo vengo los feriados o a atender un cliente a la siesta cuando me llaman por teléfono, o un domingo a la mañana. El negocio es todo. No sé si es una receta, pero al cliente siempre se lo atendió bien.

La Casa del Tractor está ubicada en la calle Pedro J. Frías 244
¿Qué objetivos tiene la firma?

Por ahora, seguir subsistiendo. Estamos tratando de ver qué es lo que va a hacer el gobierno y qué medidas económica se van a tomar, porque nos afectan mucho, porque si bien el campo no está mal, pero nosotros no estamos alejados de la economía. Nos afectan las subas y los costos fijos. Tratamos de subsistir lo más que se pueda e intentamos no cometer errores. Hay que saber hacer el negocio, comprar a tiempo. El día a día te va llevando a decidir qué negocios hacer y cuáles no.

Acá se va planeando a medida que pasan los días, no podes hacer una proyección a futuro. Si vos te mantenes ahora, te mantenes en el tiempo porque ‘la crisis es la zaranda de los aventureros’, dicen.

Ya venimos de varios años manteniéndonos, pero no se puede hacer otra cosa.

¿Qué desafíos enfrentaste cuando tu padre se alejó y tuviste que asumir  el mando?

Desafío fue que si bien me conocían personalmente- porque estuve mucho al lado de mi padre- los proveedores no sabían cómo era mi forma de actuar con el negocio. Cuando mi padre se alejó y me dejó solo, yo tuve que enfrentar a los proveedores, a pedir cuenta corriente. Fue todo un reto tener que entrar en confianza con el proveedor, con mi nombre. Porque antes mi papá venía de 20 años de trabajo como comerciante de La Casa del Tractor, y cuando me dejó sólo me dijo ‘bueno, ahora sos vos el dueño’ y hasta que me hice conocido fue un desafío. Hoy en día te puedo decir que hay muchos que me llaman por referencias de otros proveedores, para atenderme. Por suerte, he podido seguir manteniendo todo lo que hizo mi viejo. Él fue un hombre recto y de respetar; y yo sigo esa línea.

¿Cuál es la misión empresarial?

Tratar de seguir creciendo. ¿Hasta dónde? No sé. Si mis hijos  pudieran seguir con todo el mercado de las redes sería fabuloso porque nos permitiría expandirnos a más. En Argentina vendemos a más de 15 provincias. Sería bueno seguir vendiendo mucho más.

Este negocio es familiar. Los empleados son los mismos desde que se iniciamos, Fabián va a cumplir 30 años detrás del mostrador y Claudio, 22 años. Son dos empleados desde el comienzo.

Actualmente, La Casa del Tractor vende todos los repuestos que una maquinaria agrícola de este calibre necesita. “Desde afuera, adentro, incluso el motor” detalla Adrián quien también agrega que los repuestos de cosechadoras son otro de sus productos. Al llevar 30 años en el mundo comercial, el local debió aggiornarse a todos los avances tecnológicos que se vivieron en estas tres décadas. “Nosotros al no ser concesionario oficial, no tenemos cursos para ver como es el tractor. Entonces, trabajamos mucho con concesionarios y ellos nos proveen los catálogos digitales. Al ser todos los tractores parecidos, uno ya entiende qué es una caja, motor, y nos vamos capacitando con eso. Cada vez que viene un cliente, vemos digitalmente el manual y nos vamos autocapacitando”, asegura el empresario.

Si debiéramos enumerar las recomendaciones que Adrián mencionó, diríamos que el principal es el valor que tiene el cliente seguido por la firme base que dejó Jorge. Pero también el compromiso y sacrificio que sus dueños actuales le brindan a la firma.

Adrián comenta  que él es quien se encarga de todas las ramas administrativas de la organización. Es el encargado de cobrar, pagar, armar cheques y tratar con los proveedores; además de ir todos los días a la sucursal “estoy todos los días acá, de 7 a 12 de 3:15 a 7:30. Para lograr lo que logré, sacrificamos mucho”, afirma y suma que su hermana cumple un papel fundamental en el orden organizacional.

“Siempre trabajamos todos juntos. Siempre tuve los consejos de mi padre. Nos juntamos con mi hermana, mi mamá y mi señora, y nos unimos para llevar adelante esto. Los empleados también son un elemento fundamental”.

asegura.

Otro de los consejos que comparte, es la diversificación empresarial, detallando que en el negocio también cubren otras necesidades asociadas a los tractores  “El cliente siempre ve todos los productos que tenes en exposición. Si la gente ve todo esto, parece un shopping. Acá se pasean entre las góndolas y miran qué es lo que les hace falta. Mi papá lo había planificado así, para que la gente pueda encontrar lo más universal del tractor: un faro, la pintura, etc. en las góndolas, y las cosas específicas detrás del mostrador”.

“También tenemos acoplados, chimangos, que vendemos a una empresa grande de esta región”, adhiere.

Además adjudica que la diversificación permite atenuar riesgos. “En épocas de poco movimiento de un rubro, tenes el otro que puede amortiguar esa situación. Acá necesitamos pensar todo el tiempo que es lo que va a pasar. Por ejemplo, el año pasado no se movió nada todo lo que es para cortar el pasto. Pero es un año si, y otro año no. El campo es así. Se va moviendo con las condiciones climáticas”, compartió Baldoncini.

Con más del 70% de cuentas corrientes (“porque son todos conocidos”), una contabilidad sólida, y una base de valores firmes, La Casa del Tractor celebra sus 30 años en el mundo empresarial. ¿El secreto? Una familia unida, un soporte bien construido y unos valores irrevocables.

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