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Interna PJ: tranquilidad schiarettista en Santa María

Interna PJ: tranquilidad schiarettista en Santa María
Nota publicada en Alfil, por Yanina Soria

Desde Hacemos por Córdoba quitan al Departamento Santa María de la grilla de distritos a disputar con el Frente de Todos. Respaldo oficialista a Facundo Torres en la puja con Walter Saieg.

Aunque en el peronismo del gobernador Juan Schiaretti públicamente nadie da por caída la posibilidad de un acuerdo electoral con el Frente de Todos para las legislativas, la realidad es que hacia dentro ya se trabaja con una hoja de ruta propia. Exaltar el cordobesismo y tomar distancia del albertismo/cristinismo, es la norma -dicen- que regirá las acciones de Hacemos por Córdoba en este año electoral.

“Ir juntos hoy, es rifar el 2023”, repiten desde el Centro Cívico con encuestas sobre la mesa que muestran el nivel de desaprobación de los cordobeses a la gestión nacional y la caída en la imagen del presidente Alberto Fernández en la provincia.

Frente a ese posible escenario de división del PJ oficialista, las tensiones entre quienes reconocen al gobernador como líder de Hacemos por Córdoba y quienes se referencian en el proyecto nacional, también se reflejarán con intensidad a nivel departamental.

Punilla, Colón, San Martín, Río Cuarto y Santa María, son los que mayor disputa política prometen. Carlos Caserio y su hija, Mariana; Rodrigo Rufeil y Carlos Presas; Martín Gill; Adriana Nazario; y Walter Saieg, son algunas de las apuestas del albertismo cordobés para pelearle la representatividad a Schiaretti en cada uno de esos distritos.

En el último caso, el ex intendente de Alta Gracia renunció a su función nacional para volver a la Legislatura cordobesa y recuperar trabajo y presencia territorial; dos activos necesarios para cualquier campaña.

Saieg se enfrenta a los hermanos Torres: Facundo, ministro de Gobierno de la Provincia y actual presidente del PJ en el departamento; y Marcos, actual intendente de la ciudad cabecera que representa el 50% del padrón electoral de Santa María.

Por eso, desde el oficialismo quitan a ese departamento de la grilla de distritos que entrarán en la pulseada con el Frente de Todos. Aseguran tener alambrado el territorio frente a las pretensiones del albertismo sobre ese punto del mapa. Apuntan que de las 23 localidades (además de Alta Gracia) que componen Santa María, sólo cinco están gobernadas por intendentes no PJ; mientras que del resto, según el schiarettismo, la mayoría responde políticamente al ministro de Gobierno.

En ese sentido, desde el Panal subrayan que la función que hoy cumple Torres en la gestión provincial y su rol de articulador con los intendentes y jefes comunales, le permitió crecer y consolidarse en el departamento. De hecho, recuerdan, fue uno de los oradores en el triunfo de Carolina Basualdo en la localidad de Despeñaderos el año pasado.

Por otro lado, en el schiarettismo anotan como desventaja el hecho de que, aunque se trate de dirigentes peronistas no cristinistas, “tanto Saieg como el resto quedan pegados al gobierno nacional que hoy en Córdoba no mide nada bien”, dijeron a Alfil.

Fidelizar el territorio

Aunque en las filas del Hacemos por Córdoba consideren que el camino de la lista propia sea el más conveniente en este momento, saben muy bien cómo se comporta el electorado en los comicios de medio término; y cómo le va históricamente en esa instancia al peronismo. Por eso, asumen que el desafío al que se enfrentan intentando constituirse, otra vez, en una oferta electoral fuera de la grieta, es riesgoso. Y para obtener un resultado digno, es decir, quedar segundos después de Juntos por el Cambio (o como se llame la coalición), la maquinaria del PJ deberá funcionar a todo vapor.

En ese sentido, la fidelización del territorio resultará de vital importancia y es allí donde tallan no sólo los intendentes peronistas sino también los referentes departamentales como coordinadores generales y responsables políticos de cada región.

Estas elecciones legislativas oficiarán, hacia adentro del tablero peronista, como una especie de muestreo interno para medir el poder real que tiene cada dirigente en su zona. Además, serán la antesala del inevitable proceso de reconfiguración del mapa de los caciques PJ que ya está en marcha. Una nueva generación de dirigentes con experiencia de gestión avanza dentro de Hacemos por Córdoba; y empujará, cada vez con mayor energía, por el recambio rumbo al 2023.

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