Existe una necesidad apremiante de acompañar a los niños en este mundo digital. La premisa es formar ciudadanos digitales que sepan cómo moverse en su vida diaria usando la tecnología.
El enfoque que como medio de comunicación le podemos dar a la inevitable relación de convivencia entre los niños y la tecnología, conviviendo en un mundo digital debe sobrepasar la palabra “Alerta” y ser más proactivo. Según María Eugenia Jurado, Licenciada en Psicopedagogía (MP 12-5603), de lo que se trata en realidad es de poder acompañar a los niños en esta era digital y formar ciudadanos digitales que puedan aprender a moverse en ese entorno tecnológico.
“Es importante enseñar a ser un ciudadano digital no solamente a los niños, sino también a los padres. Un niño no puede evitar el uso de dispositivos electrónicos, ni tampoco evitar el contacto con la Internet a determinada edad, ya que a través de estos medios ellos estudian, se relacionan, aprenden y se expresan. Esto es bueno, nadie puede negarlo.
Sin embargo, todo esto es necesario aprender a usarlo. Siempre uso la alegoría de que los cuchillos son peligrosos. A nadie se le ocurriría guardar los cuchillos y dejar de usarlos. Pero, sí le podemos dar un cuchillo a un niño a determinada edad, acompañarlo y enseñarle a usarlo. Con los dispositivos electrónicos pasa eso” Ha dicho María Eugenia.
Comentó además que la alerta está en el exceso del uso de la tecnología. Uno de los discursos frente al tema del tiempo de exposición a la pantalla de dispositivos electrónicos, viene del sector de la salud, que muestra un rango de edad y de tiempo recomendado de uso de estos artefactos. Por ejemplo, niños menores de dos años, se recomienda que no sean expuestos a las pantallas de tablets, computadoras o celulares. Esta recomendación no se respeta por parte de los padres por desconocimiento o por el simple hecho de que todo el mundo lo hace, yo lo hago.
La Unicef dice que el tiempo de exposición de niños menores de dos años a las pantallas, sea nunca. El niño está en una etapa única de desarrollo de su sistema nervioso y de aprendizaje en donde son prioridades las relaciones reales, el contacto con otro ser humano. Según estudios el uso inadecuado de la tecnología a esta edad, trae retraso en el desarrollo del lenguaje, dificultad en mantener la atención, en relacionarse y problemas visuales como la miopía (en cualquier edad), entre otros.
A partir de los 2 hasta 5 años, hablan de media hora por día de uso de los dispositivos, pero siempre acompañados. El tiempo excesivo frente a las pantallas trae como resultado menos actividad física, ser más sedentarios con los perjuicios que eso significa para la salud de un niño.
Un fenómeno que ya nos alcanzó
Según María Eugenia, los problemas en los niños por el uso inadecuado de la tecnología, cada vez son más visibles en nuestra sociedad. El problema en el desarrollo del lenguaje se da por que no se interactúa con los niños más pequeños, lo que trae además una pobreza en el lenguaje. En este ámbito es necesario tener en cuenta también el uso de las redes sociales.
Esto fue lo que se encontró según varias encuestas aplicadas en la ciudad de Buenos Aires, específicamente en 438 chicos de escuelas primarias. Se les preguntó ¿A partir de qué edad empezaron a usar las redes sociales? Un porcentaje de 0.5% empezaron a usarlas a partir de los 4 años. A partir de los 5 años 1.8%, 6 años el 4.1% y el porcentaje restante, 93.6% a partir de los 10 años.
Las redes sociales no están pensadas para niños y esto habla de una falencia en cuanto al control por parte de los padres. Poner límites y hablar al respecto para concientizar al niño de los riesgos de estar en un ambiente virtual que no está pensado para él, es un tema clave. El acceso a las redes debería ser a partir de los 16 años. De acuerdo a las encuestas el 35% de los niños, a los diez años ya tenía su perfil de Facebook. Con la aparición de nuevas redes sociales y estudios, la edad de inicio de los niños tiende a ser cada vez más baja.
Producción de contenidos
Otro aspecto preocupante es la producción de contenidos. Los niños no distinguen entre lo privado y lo público. Por eso es importante que los padres estén acompañando en este uso y no dejar el uso del celular a criterio del niño.
Pero esto no para allí, la profesional toca un tema fundamental: Las fotos que cuelgan los padres de sus hijos en internet. Lo hacen sin entender que están formando una huella y un perfil digital de sus hijos, antes de que ellos puedan decidir que colgar o no en las redes. Se trata de la foto de un menor, no es una foto nuestra.
Esos niños no fueron consultados acerca de ese contenido, que puede resultar estigmatizante en el futuro. Son imágenes que ya no se pueden recuperar y que no sabemos con qué tipo de personas se pueden compartir. Hay mucho pedófilo dando vueltas, eso es algo real y consumen ese tipo de material.
Además, es importante la configuración de seguridad de nuestros dispositivos y chequear con quién vamos a compartir nuestros contenidos. Actualmente María Eugenia debe preguntarle a su hijo adolescente qué fotos puede o no publicar en sus redes, entendiendo que esas fotos no le pertenecen. Es un tema de respeto por el menor.
El Grooming y el acceso a la pornografía son otras amenazas para los menores de hoy en un ambiente digital no controlado. Personas con perfiles falsos buscan acercarse a los menores con intenciones maliciosas en el primer caso. En la generación anterior para acceder a la pornografía debíamos ir a un lugar de venta de revistas, una video-tienda o visitar la casa de un amigo cuyo padre consumiese revistas pornográficas. Actualmente el acceso a sitios para adultos está a un click.
El ciber-bullying no debe perderse de vista, ya que los niños y/o adolescentes pueden ser víctimas o victimarios en este fenómeno. Es necesario poder identificar cualquiera sea el caso y educar enseñando a respetar al otro y a hacerse cargo de lo que se dice o se escribe en las redes.
Consejos generales para padres y/o adultos
- No hay mejor control que un padre o un adulto responsable cercano.
- Enseñar con el ejemplo frente al tiempo de uso del celular.
- Poner horarios de uso de dispositivos digitales. Sin pantalla una hora antes de dormir.
- Uso de control parental en contraseñas y acceso a sitios de internet.
- Reglas claras de donde duerme el celular o la Tablet.
- Evitar el uso de los dispositivos en los cuartos y determinar lugares de uso.
- Generar una relación abierta al diálogo con nuestros hijos.
- Pasar tiempo de calidad, hablar, escuchar, jugar con los niños.
- Evitar llevar el celular a la mesa.
- Esperar el tiempo correcto para darle un celular a un niño.
- Acuerdo de qué contenido se consume y qué no.
