AG Noticias
Locales

El tema de los geriátricos de Alta Gracia estalló en el Concejo Deliberante

La oposición presentó un pedido de informes sobre los geriátricos. El oficialismo reconoció que no tiene estadísticas completas.

Los concejales sesionaron hoy, y uno de los temas principales fue el de los geriátricos de Alta Gracia. Alta Gracia Crece presentó un pedido de informes que, por mayoría, pasó a tratamiento de la Comisión de Salud.

Luego que las alarmas se encendieran con nefastos casos ocurridos en Saldán y Capital Federal, la preocupación por los geriátricos de Alta Gracia tomó hoy estado parlamentario; en el Concejo Deliberante hubo lugar a un interesante contrapunto al respecto.

El pedido de informes

En su texto, el pedido de informes presentado por el bloque de la oposición solicita que se informe al Concejo Deliberante «el listado de los geriátricos o establecimientos similares al dia de la fecha». Por otra parte, pide conocer si los mismos «se encuentran habilitados por la Municipalidad, o en curso de habilitación».

Además, piden saber si estos establecimientos cuentan «con personal médico responsable o director médico, debiendo en su caso informar el profesional encargado con número de matrícula de cada establecimiento.». Asimismo, piden conocer si cuentan con la habilitación del RUGEPRESA (organismo a nivel nacional que los regula).

Esto, entre otras cuestiones atinentes al funcionamiento de los geriátricos, forman parte del pedido de informes presentado.

Se pidió un tratamiento sobre tablas, y por voto de la mayoría oficialista, el tema pasó a Comisión de Salud para ser debatido allí, sin que así hubiera resolución hoy. Nota: la Comisión de Salud tiene como día de reunión el viernes por la mañana. Habrá que ver si hay voluntad para adelantarla, teniendo en cuenta la importancia del tema a tratar, o si el debate tendrá que esperar una.

La respuesta

Quien tomó la posta para sustentar el paso a comisión del pedido, fue Pablo Ortiz. A la hora de exponer sobre el tema, dijo: «en virtud del informe, como miembro integrante del COE digo que estamos haciendo un informe acerca de la geriatría de la ciudad«. A lo cual, agregó que «hoy todos conocemos -o no- que hay familias que conviven, que tienen alojados a dos o tres abuelos, y es imposible controlarlo por el estado municipal, porque no se puede ingresar a la propiedad privada».

Esta última apreciación tiene el valor de ser la primera vez que un funcionario reconoce públicamente una situación que hasta ahora se esquivaba. Como tratando de tapar el sol con la mano, como quien dice.

«Se está haciendo un trabajo conjunto del COE con las autoridades sanitarias de la ciudad. Se está llevando adelante un relevamiento para poder captar esa información. Las decisiones sanitarias no serán desbaratar estos establecimientos, sino acompañar, controlar para que se cumplan los protocolos sanitarios. Eso es lo que nos preocupa por sobre todo. El conocimiento cabal lo tendremos dentro de unos quince días», agregó Ortiz..

«Más allá de otras aristas que habrá que tocar más adelante, hay que tener identificados estos pequeños establecimientos lo antes posible». finalizó.

Conclusiones

No hace falta ser un experto en políticas sanitarias para darse cuenta que el sincericidio del concejal Ortiz no hace más que poner al descubierto una realidad que desde hace mucho (y cuando decimos mucho, es mucho) tiempo viene queriéndose esquivar.

¿De qué hablamos cuando decimos «los geriátricos de Alta Gracia»?. De los casi cuarenta establecimientos donde hoy se cuidan personas de la tercera edad en Alta Gracia, solo una mínima proporción cuenta con las habilitaciones de ley. El resto, a veces ni se sabe que existen. Y queda claro que nadie puede controlar aquello cuya existencia desconoce.

Durante años el Estado, que no tiene la capacidad de contención para los ancianos que lo precisen, ha escondido la basura bajo la alfombra; mirando a otro lado, no queriendo ver la realidad, y «pateando» el tema para adelante sin que nadie le pusiera el cascabel al gato.

Pues bien, la pandemia y el dichoso virus han sacado a la luz la situación. Hoy nos encontramos que para saber cuántos son, dónde están, cómo funcionan, a cuántos albergan y hasta dónde cumplen los protocolos estos establecimientos, hay que empezar por hacer un relevamiento de la ciudad. Increíble, aunque desgraciadamente no sorprendente por todo lo expuesto anteriormente.

Nadie se atreve a decirlo, ninguno de los concejales del oficialismo saldrá en voz alta a afirmarlo. Pero todos saben que este es un tema crucial. Cuestión de vida o muerte, así de simple. Así de cruel. Por lo bajo, un edil dijo unas palabras muy ciertas: «estamos cag… porque un caso que se de en un geriátrico, te lleva puesto».

Desde el punto de vista del ciudadano común, preocupará siempre mucho más la salud del abuelo internado que el costo político que su enfermedad pueda cobrarle a los funcionarios de turno.

Ojalá que el relevamiento -y las acciones posteriores- lleguen a tiempo para reparar errores y omisiones que se han venido cometiendo desde hace mucho, sin que nadie hubiera hecho nada al respecto.

nakasone