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El drama de una jubilada: La historia de Ana María Martínez

El drama de una jubilada: La historia de Ana María Martínez

En esta nota conocemos a Ana María Martínez, vecina de nuestra ciudad que nos relata sobre su vida y la difícil situación que está viviendo como jubilada.

El drama de los jubilados para sobrevivir en Argentina es una relalidad que sigue azotando cada región del país. En esta oportunidad conocemos de primera mano la historia de una jubilada de nuestra ciudad, Ana María Martínez, quien también está viviendo una difícil situación producto de un conflicto familiar.

AGNoticias dialogó con ella y en un primer momento la mujer comenzó relatando que vive en Alta Gracia hace más de 30 años acompañanda de su madre con la cual administraron un negocio juntas. «Me jubilé de teléfono del Estado también hace más de 30 años. Juntaron todas las partes de mi trabajo que yo había hecho antes en Buenos Aires y cuando finalmente me jubilé tenía 70 años».

El drama de una jubilada: La historia de Ana María Martínez

A continuación comentó que decidió pedir el pase a Alta Gracia a pesar de ahora estar sola debido a que no tiene más a su familia de Buenos Aires. «Mi mamá falleció y con ella teníamos un negocio al lado del colegio Nacional. Le dije a un amiga mía que me consiguiera una casita en Alta Gracia porque es un lugar que me gustaba mucho. No conseguí trabajo y estuve alquilando por muchos lados».

Ana cobra una jubilación 60 mil pesos. «No soy una persona que gasta, solo para lo necesario. Después aunque no alquile en esta casa, averigüe para alquilar un departamento y son como cien mil pesos por mes. No me alcanza y no puedo estar sola. Yo me quería internar en un geriátrico pero no me lo permitieron. La asistente social me dijo que no lo necesito. No lo puedo creer porque cada uno sabe sus cosas y sus dolores».

Conflicto familiar

Más allá de su realidad como jubilada, hay un conflicto familiar entre los involucrados y la casa en la que ella vive. Ana aseguró que ella alquilaba esta casa donde reside actualmente que era de la «mamá de Gastón». «Después de eso empezámos una amistad juntas porque me invitaba a comer y llegué a conocer a su esposo y sus hijos. Incluso yo le di el poder a ella de ir a cobrarme la jubilación porque yo no puedo caminar, mis piernas me duelen mucho».

Luego, la señora relató que la cuñada de esta mujer la dejó sin cerradura y sin acceso al baño. «Flavia me compró un pantalón hermoso y ella me lo robó. No quiere que yo esté acá. Entró sin permiso a la casa y me sacó la cerradura para la casa de ella y a mí me dejó sin nada. No tengo acceso al baño, solo tengo un cuarto y yo hago lo que puedo. Le dije que aunque sea me haga una llave para poder ir al baño«.

Nuestro medio también conversó con la dueña del inmueble, Flavia Garrido, quien sostuvo: «Ana vive hace diez años acá y al comienzo yo le alquilaba pero después no porque su jubilación es mínima y no le alcanza. Un día mi cuñada vino, reventó la puerta y se metió. Como la jueza dictaminó que a esta señora mayor no la podemos dejar en la calle, cerró la mitad de la casa con llave, no le permite ir al baño. Cada vez que viene la maltrata«.

El drama de una jubilada: La historia de Ana María Martínez

Por último, Flavia manifestó que la justicia no hace nada a pesar de todas las denuncias hechas. «Tengo todas las pruebas. No tiene donde ir al baño, está haciendo sus necesidades en un balde. Ella tiene mucho miedo de estar acá. Le han robado ropa, zapatillas, documentación y algunas otras cosas. Yo la ayudo y la acompaño a todos lados».

La vivienda está ubicada en Barrio Cámara, entre las calles Brasil esquina Paraná.

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