Argentina es un país acostumbrado a las crisis económicas y posee una especie de obsesión por la divisa extranjera. Esto lleva al ciudadano promedio a estipular su día a día y a analizar su futuro en base al aumento o caída de esta moneda.
¿Por qué el argentino ahorra en dólares? Es una costumbre tan argentina como el tango o el asado de los domingos. Sin embargo pensar en los motivos que impulsan a los pequeños y medianos ahorristas a comprar la divisa extranjera suele relacionarse casi directamente con la deficiencia del sistema financiero local y la confianza «ciega» que depositamos en el billete estadounidense.
Dentro de las denominadas deficiencias en el sistema financiero podemos recordar el “Plan Bonex” impulsado por el ex presidente Carlos Menen, el cual consistía en el canje de depósitos en plazo fijo por títulos públicos (deuda), es decir cambiar efectivo por bonos. El corralito en la gestión De la Rúa también caló en la confianza de los argentinos sobre las entidades financieras. Este término fue adjudicado a la restricción del dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorro, con el objetivo de impedir la salida de dinero del sistema bancario, para evitar que el sistema bancario colapse.
Por su parte, el cepo cambiario también colaboró en que los ahorristas opten por la moneda estadounidense. Esto consistía en una serie de medidas oficiales y restrictivas con el objetivo de evitar la adquisición de la divisa.
La compra de dólares es simple: Se puede hacer desde el celular con home banking o en una simple vistita al banco, de forma rápida y legal, como si se comprara un café. Es la única opción arraigada culturalmente en las opciones del pequeño ahorrista para cuidar el valor de sus capitales, para viajar, buscar la casa propia o simplemente tener un respaldo cuando hay crisis.
Esta obsesión por el dólar también ha generado una devaluación en el peso argentino que se mantiene en picada. ¿Qué significa la devaluación? Es la pérdida del valor de una moneda frente a otras. Esto ocurre por la poca demanda de la moneda local o en consecuencia por la mayor demanda de la divisa extranjera. El principal causante es la desconfianza hacia la propia economía o la falta de estabilidad de la misma.
Entonces, teniendo en cuenta el valor que posee el peso argentino y la desconfianza hacia el sistema financiero, ¿Por qué cuestionar a quien ahorra en dólares? Si la gente lo único que hace es proteger su capital, ya que no tiene poder de decisión sobre la economía y la política, más allá de un voto cada dos años.
Si bien la situación que atraviesa el país imposibilita a los argentinos a generar su propio respaldo económico y con la divisa que toca los $44, a principio de mes siempre surge la misma pregunta: ¿Me conviene comprar dólares?
