Esta mañana el Concejo Deliberante otorgó este merecido reconocimiento a el profe Marcelo Dippert por todo su aporte al deporte y sobre todo al BMX.
El histórico y reconocido profesor de BMX de la ciudad de Alta Gracia Marcelo Dippert, quién también ejerció como director, entrenador y docente, recibió esta mañana un beneplácito en el Concejo Deliberante. AGNoticias dialogó con él.
«No me lo esperaba. Este es el reconocimiento de hace muchísimos años que estoy en la Municipalidad. Ininterrumpidamente realicé montón de actividades. Lo último es el tema de bicicross porque estuve también mucho tiempo, pero hubieron más deportes como natación, vóley, triatlón y demás. Me llena el alma, estoy muy contento», señaló.
A continuación declaró que lo que hoy quiere hacer luego de su jubilación es descansar. «Siempre he sido muy cumplidor y puntual. Es algo que me lo han marcado mi familia y mis padres, por eso quiero relajarme un porquito de eso. No sé lo que haré para el año que viene, pondremos algunos objetivos y proyectos que vamos a ver si los podemos cumplir».
Con respecto a la sensación con la que él se va luego de todos estos años de trabajo, Marcelo explicó que si volviera a nacer, sería profesor de educación física nuevamente. «Esto me ha dado muchísimo. Conocí a mucha gente, viajé con los chicos y no lo cambiaría por nada. Si te reconocen quiere decir que algo debo de haber hecho bien».
Para las nuevas generaciones de profesores de educación física, el profesor aseguró que lo fundamental es intentar ser buena persona. «Si arrancás con eso al último uno se da cuenta. Ser buena persona, pensar y tener empatía con respecto al otro. Uno no trata de nseñar solamente los contenidos de educación física, sino valor de honestidad, perseverancia y sacrificio. Eso es al menos lo que yo he tratado de inculcar».
Finalmente sobre su sombrenombre «Cabro», Marcelo relató: «Me lo pusieron hace mucho porque ahora donde está el gimnasio El Club, antes estaba el Club Vélez Sarsfield, yo vivía a cincuenta metros de ese lugar. Ahí iba a jugar al básquet y era un cabrito para buscar la pelota que se caía al otro lado. Entonces yo corría rápido, me subía arriba de un árbol y la buscaba. De ahí salió».
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