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¿Vos cómo lo ves?

¿Vos cómo lo ves?. Hoy: «Vivir-Morir, dos caras de la misma moneda»

¿Vos cómo lo ves?. Hoy: "Vivir-Morir, dos caras de la misma moneda"
Lic. Patricia Orofino (*) Psicopedagoga Psicoterapeuta Familiar Mat. 5108-76

Si bien este no es un tema convocante del que se hable constantemente, está presente en el inconsciente,  haciéndose visible ante la inmediatez de algún ser querido que fallece o la posibilidad de la propia muerte.

Sabemos que la expectativa de vida en la actualidad es significativamente mayor que en la antigüedad. Inclusive en la época de nuestros abuelos. Tanto la muerte como las enfermedades eran consideradas como algo normal que formaba parte del ciclo de la vida.

A medida que el ser humano se va adueñando del mundo, y dado que el avance científico es cada vez más veloz siendo afortunadamente capaz de prevenir  muchos eventos, se cae en la sensación de que todo puede prevenirse. Pero el momento en sí mismo de la muerte, es incierto.

¿Sentiste alguna vez miedo a morir? ¿Imaginaste cómo sería ese momento?

Tener miedo es bastante normal; es un mecanismo de defensa.  En general, preferimos no pensar aunque sepamos que es irremediable.

El filósofo Epicuro hace 2.300 años decía:

 “Es necio quien dice temer la muerte… mientras vivamos no existe la muerte y cuando viene la muerte ya no somos. ¿Por qué temerle cuando nunca podemos percibirla?»

Cito también al gurú de nuestro tiempo, Osho:

“El miedo a la muerte es la insatisfacción del que no pudo experimentar lo que deseaba; la muerte no es una enemiga, además viene una sola vez; en tanto que la vida es cotidiana”.

En relación a lo dicho por Osho, este miedo a morir se asemeja a la crisis existencial de la búsqueda del sentido de la vida, y es cuando hacemos una revisión de lo que hicimos con nuestra vida y con nuestras decisiones.

Creo también que el mayor miedo es dejar de existir como persona y el hecho de pensar en el dolor emocional que sentirían nuestros seres queridos. Y además, del cómo imaginamos el proceso misterioso por el cual la consciencia de nuestro «yo” se desvanece.

Quizás la sensación sea la que se tenía un año antes de nacer, la cual sería la misma de estar muerto.

El psicólogo evolutivo Jesse Bering opina:

“Puedes sentir  que te desvaneces, pero no es como que habrá un ´yo´ alrededor capaz de comprobarlo”.

¡Nunca sabremos que estamos muertos!

¿Cómo vivencia cada cultura el tema de la muerte?

Hay una vivencia universal en cuanto a la inquietud de existir como seres mortales.

Casi todas las culturas han desarrollado ritos funerarios que tienen que ver con la dualidad vida-muerte.

Cada cultura y religión interpretan a su manera el significado de la muerte y lo que ocurrirá después de la vida. Pero en todas están de acuerdo en que hace falta dar mucho amor. El amor, como justificación de la vida en todas las culturas.

En las religiones judeocristianas como la judía, la cristiana, o el islam, el final de la vida es el resultado de un castigo divino. De esta manera, la perspectiva de la muerte en sí misma, es aterradora.

En la religión hinduista y budista, se trata de una simple transición. El cuerpo físico que alberga nuestra alma se marchita, y dicha alma encuentra un nuevo recipiente en otro cuerpo. La muerte entonces, no es un castigo, sino el comienzo de un nuevo ciclo.

Los mayas creían en la vida después de la muerte, pues la vida era un tiempo sin fin. Tienen la noción del devenir constante.

Para los ateos, solo hay una vida y es esta, la terrenal.

Un dato interesante

Investigaciones científicas han comprobado el caso de la gorila Koko, un primate adiestrado que podía comprender 2.000 palabras en inglés hablado, y de comunicarse a través de 1000 signos.

Era una gorila muy inteligente, hasta tenía un gatito de mascota. Cuando los científicos preguntaron a Koko qué era la muerte para ella, la gorila utilizó los símbolos de “dormir”, “adiós” y “agujero cómodo”.

Comprendía el significado de la muerte como un sueño eterno. Sin embargo, al morir su gatita unos años después, Koko quedó desolada. Dijo estar triste, que la muerte era mala, que quería llorar.

Si bien  el ser humano no es un gorila, nosotros buscamos ir más allá de esa incógnita que es la muerte.

El actor Woody Allen, tal vez con humor para quitar dramatismo dijo:

“No tengo miedo de la muerte; simplemente no quiero estar allí cuando suceda”.

Hace poco leí un escrito de un poeta y ensayista Argentino, Santiago Kovandioff que les comparto, no a modo de conclusión del tema, pero sí acordando con la visión optimista que se vislumbra en sus palabras.

“Morir bien es morir a tiempo. No hay peor infierno que asistir a las exequias del propio deseo. Al funeral de nuestras pasiones. La muerte es por eso, lo que a diario nos acecha. Lo que encallece la piel. La ausencia de propósito, de apatía, el desapego a los seres…

Esa es la muerte que mata y no la que viene después. Por eso imploremos que la muerte nos sorprenda sedientos  todavía, ejerciendo la alegría de crear.

Que nos apague cuando aún estemos encendidos.”

                                                                ¡¡Hasta la próxima y que tengan una excelente semana!!

nakasone