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¿Vos cómo lo ves?

¿Vos cómo lo ves?. Hoy: «Surfeando las emociones»

¿Vos cómo lo ves?. Hoy: "Surfeando las emociones"

¿Qué es una Emoción?. ¿Es un estado del alma?. ¿Un estado de ánimo?. ¿Una sensación física, un rubor en la cara, palpitación del corazón, una inquietud en el pecho?

Es todo esto y mucho más.

Generalmente uno dice que “estar emocionado” es cuando se tiene una impresión muy fuerte, una gran alegría,  pena o una mezcla de ambas.

“Cuando lo vi bajar del avión después de tanto tiempo me emocioné tanto que me puse a llorar”«Cuando tuve a mi hijo recién nacido en mis brazos, me emocionó ver lo frágil que era”

Muy a menudo no vemos en nosotros mismos el estado emocional con el que nos encontramos. Vamos a un bar, pedimos un café y si no está como queríamos, ponemos cara de fastidio tomando la taza con un modo brusco. La moza se acerca y nos pregunta si tenemos algún problema. Y contestamos «no… ¿por qué?»

Esto quiere decir que aunque no estemos consientes, estos signos emocionales comunican siempre algo a los demás.

Esta forma de comunicación puede tener más importancia que lo que decimos.

Dice Nietzsche: “Uno pude decir con la boca pero el gesto que lo acompaña, sin embargo dice la verdad”

La excesiva racionalización, el que todo pasa por la mente, por la interpretación psicológica, hace que a la gente le cueste expresar claramente lo que le sucede cuando se emociona.

Al mismo tiempo el filósofo Denis Diderot escribe:

 “Desafío a cualquier persona a que trate de explicar algo sin su cuerpo”

Llegados a este punto… te pregunto:

 ¿Podés darte cuenta de cuál es tu estado emocional en este momento?

No es nueva la importancia de la existencia de las emociones.

Si en la prehistoria el hombre no hubiera sentido miedo como una reacción automática frente a la amenaza de algún animal salvaje, ya sea para huir o para enfrentarlo, hubiera quedado paralizado.

Por eso las emociones tienen que ver con la supervivencia que nos lleva a la acción.

Sin embargo, en nuestro siglo, es un fenómeno relativamente reciente; comenzado en Estados Unidos a partir de investigaciones realizadas por biólogos y con el valioso aporte del Dr. en filosofía Daniel Goleman.

Ellos señalan el predominio del corazón sobre la razón en momentos cruciales de la vida. Nos guían cuando se trata de enfrentar situaciones difíciles y demasiado importantes como para dejarlas en manos solo del intelecto; pérdidas dolorosas, los peligros, los vínculos con una pareja, etc

En esos momentos cuando nos enfrentamos a nuestras decisiones y acciones, los sentimientos cuentan tanto como el pensamiento; tal vez más.

Un ejemplo… Una persona ante una separación dolorosa de una pareja, puede decir al cabo de un tiempo, “me siento feliz de estar sola, no pienso más en él”. Pero mientras lo dice, se le llenan los ojos de lágrimas.

Esto significa que esta persona está triste a pesar de decir lo contrario. Uno es un acto de la mente racional y el otro de la mente emocional… dice lo que verdaderamente siente.

Parece ser entonces que la inteligencia racional puede ser menos importante cuando dominan las emociones.

El antiguo paradigma sostenía un ideal de la razón sin tener en cuenta la tensión que provoca lo emocional. Se trataba de negarlo, reprimirlo. El nuevo paradigma, luego de intensas investigaciones nos dice que hay que armonizar cabeza y corazón.

 “Es en el corazón como vemos correctamente; lo esencial es invisible a los ojos”. Antoine de Saint Exupéry

En esencia, todas las emociones son impulsos para actuar, planes instantáneos para enfrentarnos a la vida que la evolución nos va indicando.

Comparto con ustedes un relato japonés.

Un belicoso samurai desafió en una ocasión a un maestro zen a que le explicara el concepto de cielo y de infierno.

Pero el monje respondió con desdén; “No eres más  que un patán. ¡No puedo perder el tiempo con individuos como tú!». Herido en lo más profundo de su ser, el samurai se dejó llevar por la ira… desenvainó su espada y gritó, “Podría matarte por tu impertinencia”. ”Eso”, repuso el monje con calma, “es el infierno”. Desconcertado al percibir la verdad de lo que el maestro señalaba con respecto a su furia que lo dominaba, el samurai se serenó, envainó la espada y se inclinó, agradeciendo al monje la lección.

“Y eso”, dijo el monje, “es el cielo”

El cambio de nuestro siglo será comprender qué nos pasa en nuestro interior y aprender a manejarlo.

En general se dice que en la vida, es lo que pensamos que somos; pero en realidad, es lo que sentimos que somos.  Estamos hechos de emociones.

Las emociones de nuestro lejano pasado ancestral condicionan también la forma presente de sentir el mundo consciente o inconscientemente. Si las reprimimos, así sentiremos al mundo… frustrante y negativo.

“La vida es una comedia para aquellos que piensan y una tragedia para aquellos que sienten”. Horace Walpoli

Este tema continuará en el próximo artículo.

Que pasen un lindo domingo. ¡Hasta la próxima!

nakasone