El Presidente Mauricio Macri habló en conferencia de prensa sobre los incidentes ocurridos en las inmediaciones del Estadio de River.
«No entiendo, en nombre de todos los argentinos. No en- tien-do» expresó dolido el primer mandatario, sobre la suspensión de la segunda final River-Boca, por la Copa Libertadores.
Quienes acompañaron sus declaraciones fue la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y de Justicia, Germán Garavano; que también se mostraron consternados por los hechos.
Apenas cuatro días antes de recibir en Buenos Aires a los principales dirigentes mundiales del G-20, Macri señaló que «no contribuyen en nada al esfuerzo para poner a la Argentina en otro lugar” del escenario mundial.
“Lo mismo nos pasó en el Congreso, cuando vimos ese destrozo masivo, esa agresión bestial. Entonces, no entiendo cómo puede haber dirigentes argentinos que avalen esto y no salgan unánimemente a decir que esta no es la forma. Y no entiendo la reacción de la Justicia”, dijo Macri, al quejarse de que los hinchas detenidos estén libres.
Además medios de comunicación afirmaron que el Presidente convocará a sesiones extraordinarias para tratar un «Régimen Penal para la Prevención y Represión de Delitos en Espectáculos Futbolísticos”. Si bien el proyecto ya se había firmado en 2016, el Senado nunca lo trató. Por eso, ahora se enviará nuevamente.
Proyecto de ley anti-barras
Este plan buscará que sea el Estado quien se encargue de manejar el derecho de admisión y no dejar esta facultad a los clubes. El proyecto, además, tipifica como nuevo delito la reventa de entradas, con entre un mes y un año de prisión, siendo doble la pena para quienes lo hagan en las inmediaciones del estadio; y por entre seis meses y hasta dos años cuando de esa transacción ilegal participe un organizador, protagonista o integrante de una barra brava.
También se introducen como delito la violación del derecho de admisión, que además puede derivar en la clausura del estadio por permitir el ingreso de violentos.
La renuncia de Ocampo
Durante la tarde de ayer, alguien pagó los «platos rotos» y declinó en su función. El jefe de Seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Martín Ocampo, dejó su cargo.
El puesto quedará a cargo de Diego Santilli; y según trascendió, el vicejefe de Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta no abandonaría su actual cargo y podría ocupar ambas funciones.
