Hoy viernes a la madrugada se cumplieron tres días sin saber nada de Marcia Acuña. La adolescente de 16 años de Villa San Isidro continúa desaparecida.
Marcia Acuña dejó su casa, de acuerdo a lo narrado por su tía, el lunes por la noche. O mejor dicho, cuando ella se levantó el martes a las 6 de la mañana, Marcia ya no estaba. Vestida como estaba, sin bolso y sólo acompañada por su perra, se fue y desde entonces casi nada más se supo de ella.
El mismo martes, la tía recibió mensajes poco claros desde el celular de la chica. «Tengo miedo. Estoy en un lugar en ruinas», decía entre otras cosas un tanto confusas dicho mensaje. La ubicación del celular, y los datos que aportaba el escueto texto dieron a entender que podía encontrarse en un sector cercano a la ex Fábrica Militar de José de La Quintana.
Hacia allá y hacia el ex Batallón 141 apuntaron su norte los equipos de búsqueda. Policía y personal de Defensa Civil de varias localidades rastrillaron hasta hoy una parte de aquel extenso predio. No hubo novedades, nada se supo de Marcia.
Hemos superado ya las 72 horas de búsqueda de la adolescente. Las hipótesis que se barajan, obviamente son muchas, pero ninguna con base cierta. La historia personal y familiar de la chica desaparecida se convierten también en elementos que se suman al momento de elaborar teorías. Igual, lo más importante es que Marcia Acuña sigue perdida.
De acuerdo a los datos aportados desde un primer momento por su tía (con quien vivía), al momento de ausentarse, Marcia vestía un short a rayas color verde con rosa y blanco, una remera deportiva color negra y crocs de color morado. Mide 1,60 mts de altura aproximadamente, tiene contextura delgada, cabello largo lacio color negro con una mecha turquesa y no tiene tatuajes ni cicatrices visibles.
