Por Gustavo Gutiérrez
¡Por fin habemus lista de Sampa y sus perlitas imperdibles!… Mirá los arqueros… es evidente la curiosidad: Romero y Caballero llegan sin jugar casi nunca: por eso en los centros, salen poco. Solo se acuerdan de marcar las áreas que coincidan con los postes, como si fueran el Tano Roma en los setenta o el Pato Fillol de los ochenta…
Y si bien Chiquito la dejó chiquita en Brasil, ¿segundas partes serán buenas? Detrás de ellos, el SuperArmani, mezcla de Superman y Batman riverplatense, a punto de quedarse con el buzo. Afuera Nahuel Guzmán, que es el más experto para jugar con los pies…
Yo no entiendo nada. ¿Alguien me explica la beca para Marcos Rojo, que tampoco juega con Mourinho ni siquiera de aguatero, y acá es número puesto… ¿Mascherano central, o volante? Como defensor, papelón nigeriano, y como volante, más lento que la tortuga Manuelita…
Dice Sampa: «la posicional madre será 2-3-3-2. O sea, ¿Fazio y Ottamendi mano a mano? No jodan! voy a comprar más coramina para el cuore. Mercado que sólo marca, porque cuando pasa la mitad de la cancha se le baja la persiana; Tagliafico que parece un Sorín en miniatura. Acuña… no me jodan. Si lo llevan como «tres bis» me corto las venas con una galletita express. Después Biglia, que espero que aguante su cintura. Y si no, alambrito de cobre, Don Lucas. Banega esperando por la alineación de sus planetas para descubrir -ojalá- a un volante distinto.
Va un volante derecho, ¿se dieron cuenta? el casting incluye a Pavón y a Salvio, para hacer el callejón 8-7, corriendo más que en la maratón de los cien barrios porteños. Di María, por la otra banda. Levantá la cabeza, Fideo. No mirés tanto al piso.
Un tal Messi, al que deberíamos tapar tooodas las noches evitando el estornudo que derive en resfrío, y estaríamos todos al horno con papas. Su socio debería ser Agüero, el crack impredecible. Para hacer primera, segunda o tercera si jugáramos al truco, pero también para irse al mazo sin pena ni gloria. Si se lesiona Higuaín, no hay doble de riesgo para su tarea. Icardi out come asado con mollejas y Wanda twittea con lengua viperina.
Después, Lanzini, Lo Celso y Meza. Les pido humildemente a los tres que no les tirite la pera. Dale Dybala, ¿cómo no se va a poder jugar con Messi?
Sólo te pido, Sampa, que en este mes dejes de lado por favor, los recitales de Don Osvaldo, y te dediqués a componer tu mejor canción. Ni siquiera te pido una del flaco Spinetta, menos una del Carpo Napolitano. Solo un par de rasguidos en tu guitarra invicta. Frases al menos con una rima simple, que nos inviten básicamente a soñar.
Es que me niego, como nos pasa a casi todos, me niego terminantemente a que todo lo que nos pase en Rusia esté depositado en absoluta soledad en el botín zurdo del mágico número diez.
