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Mañana caliente en el Concejo entre acusaciones, amenazas y gritos histéricos

Sesionó el Concejo Deliberante entre acusaciones, amenazas y gritos histéricos

El Concejo Deliberante de nuestra ciudad transitó la sesión de hoy un capítulo que estuvo marcado por las acusaciones y los gritos que rayaron lo histérico.

La piedra del escándalo fue el tratamiento de un Pedido de Gestión de buenos oficios presentado por el bloque de Alta Gracia Crece, solicitando que la Municipalidad gestione ante Provincia por cuestiones sanitarias relacionadas al Hospital Illia.

Primer round

La concejal Lucía Allende, que minutos más tarde protagonizaría un capítulo de gritos inentendibles, fue la encargada de fundamentar el escrito presentado. Entre puntos concretos y chicanas, Allende hizo conocer los motivos por los cuales se haría necesario gestionar ante Provincia por nuestro nosocomio. Habló de la habilitación «con bombos y platillos» de la Colonia José María Paz para aislamiento de pacientes covid. «Hoy la realidad nos está golpeando fuerte», dijo Allende. Agregó en su discurso las quejas sobre el funcionamiento del hospital y su saturación debido a que «hay solo 5 camas» en terapia intensiva. «Esta es la realidad sanitaria de los habitantes de Alta Gracia», agregó. En definitiva, Allende cargó las tintas sobre la responsabilidad de los funcionarios provinciales y locales y lo que consideró su inacción ante la crisis sanitaria. «Pedimos que el Ejecutivo interceda para que se incorpore más personal la hospital y su mejora salarial», finalizó.

Segunda vuelta

A la hora de responder, el guante lo recogió la concejal Ana María Busse. Comenzó tranquila y fue subiendo el tono: Me genera mucho disgusto escuchar esto. Los referentes del PRO hicieron manifestaciones en la plaza del centro, convocando a un montón de gente sin barbijo, a los anti cuarentena. Había muchos referentes del PRO que apoyaron eso. Entiendo que el hospital necesita un montón de insumos. El Gobierno está presente, invierte y apoya. La Directora hace un esfuerzo inmenso. Los médicos igual, Santiago Gerónimo hoy la está peleando con su vida. Entonces no me vengan a decir que le hace falta al hospital, lo que hace falta es conciencia de no convocar a grandes multitudes a las calles», comenzó diciendo.

«Se me cae la cara de vergüenza y me llena de angustia porque tengo un montón de amigos que la están peleando. Tenemos un Ministro de Gobierno presente, un Intendente que la pelea todos los días en cada barrio. Podrías decir o reclamar esto o aquello, pero no te preguntes qué hace el gobierno, cuando ustedes convocan un montón de marchas y por eso no tenemos camas. El ciudadano argentino la pelea día a día y la está pasando mal por ustedes que salen a la calle sin respetar distanciamiento ni nada. Así tenemos la ciudad que tenemos, con 120 contagios por día», finalizó ya enfervorizada.

Segundos afuera

El concejal PRO de Alta Gracia Crece, Ricardo González se hizo cargo de la acusación y fue quien replicó: «lo que dijo la concejal hasta puede rozar una denuncia penal», dijo casi amenazante. «No puedo permitir que se hagan denuncias públicas con la liviandad que lo hizo la concejal Busse. Entiendo que se sienta enojada o lastimada pero no con gritos y lloriquereos (sic). El PRO no promulgó ni apoyó ninguna marcha». Fue al terreno nacional mencionando el escrache organizado por el periodista Tomás Méndez y otras cuestiones poco relacionadas con el tema en cuestión. «Estamos así porque su gobierno, el de Alberto Fernández, nos llevó a esta situación. Reclámele a su gobierno que traiga más vacunas, que termine la persecución. Lo del otro día fue un grupo de personas que decidió manifestarse porque sienten que sus derechos están vulnerados. Pero no es por culpa de esa gente que estamos como estamos», agregó.

Ultimo round

Si la cuestión venía caliente, tomó fuego a continuación. La presidenta del Cuerpo solicitó el tratamiento sobre tablas antes de seguir dando la palabra a los ediles. La concejal Allende no lo entendió así y decidió que iba a seguir hablando pese a todo. Ante la negativa de la autoridad del Consejo y la negativa del oficialismo, Allende comenzó a los gritos que rayaron directamente la histeria. Entre alaridos inentendibles (el sistema virtual no ayuda mucho a la claridad de los dichos), la concejal opositora insistió en hacerse escuchar. «¡Me tiene que dar el uso de la palabra! ¡ Tanto les molesta que les digamos como está la situación, vergüenza les debería dar” y algunos otros conceptos indescifrables, fueron algunas de las expresiones que a grito pelado entonó la concejal.

Finalmente el asunto pasó a la Comisión de Asuntos Ambientales y Salud.

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