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Llamado a la solidaridad: Ayudemos a Maia en su lucha contra la aplasia medular

Llamado a la solidaridad: Ayudemos a Maia en su lucha contra la aplasia medular

Maia de 6 años necesita urgentemente un catéter o un trasplante de médula, mientras sobrevive con transfusiones de sangre y plaquetas. La familia enfrenta enormes desafíos diarios, incluyendo cuidados extremos y la necesidad de apoyo económico. La comunidad ya está colaborando, pero se requiere más ayuda para afrontar esta difícil situación y mantener la esperanza.

AGNoticias dialogó con Jenni, la mamá de Maia de seis años de edad, quien nos contó la historia de esta pequeña luchadora diagnosticada recientemente con aplasia medular. «Empezó con un color medio pálido desde el jueves del feriado largo. La llevé a su doctor de cabecera y él me pidió un análisis para ver el tema de la anemia. Fuimos al laboratorio y ellos nos indicaron que teníamos que ir a Córdoba de manera urgente porque sus glóbulos blancos y rojos eran bajísimos al igual que sus plaquetas».

A continuación la mamá relató que de allí se trasladaron a la Clínica del Sol donde la internaron y le hicieron una transfusión tanto de sangre como plaquetas. «Estuvimos desde el 25 internadas hasta este sábado que pasó. Nos permitieron regresar a casa. Ahora estamos en la casa de mi mamá ya que ella salió de viaje. Tuvieron que limpiar y desinfectar todo para que Maia pueda tener una internación en casa».

Los extremos cuidados y precauciones que precisa Maia

El diagnóstico de la pequeña, de aplasia medular, refiere a que la médula de Maia no está funcionando y, por consecuencia, no genera glóbulos blancos, rojos ni plaquetas. «Ella necesita un transplante y un catéter que ya lo pidieron y estamos esperando que llegue. Tenemos que tener muchas precauciones y cuidados. Por ejemplo, no la podemos llevar en colectivo por el amontonamiento y cada vez que viajamos tiene que ser de manera particular. Es viendo quien nos puede llevar y buscar».

«Tenemos que tener extremos cuidados de limpieza: limpiar el piso mínimo 4 veces al día, bañarla y lavar todo su ropa y la ropa de cama todo. Todo esto es paso a paso e ir viendo que dicen los médicos. Para lo de Maia no hay tratamiento, solamente es cotrolar que no le bajen tanto los valores como cuando ingresó. Cuando viene su papá y su hermana a verla, que son los únicos autorizados, todos tenemos barbijos, mucho alcohol y Lysoform«.

Asimismo, la niña no puede tomar agua de bidón y menos de la canilla sino solamente del agua envasada. «Todo lo que consume tiene que ser comprado en el momento porque no puede perder la cadena de frío. Cualquier virus o cualquier cosa puede ser cuatro veces peor que a alguien normal ya que no tiene defensas».

Jenni explicó que lo que más están necesitando en estos momentos es un medio de transporte que los pudiera llevar y traer de Córdoba. «Hablé con Desarrollo pero no se puede. Lo único que ellos te ofrecen es el tema de los pasajes en los colectivos. Una seño de jardín de Maia nos llevó al primer control y ahora ayer viajamos con un amigo mío que nos lleva a ver si somos compatibles algunos de los tres para poder donarle médula».

«El lunes que viene tenemos que volver a viajar. Además, cuando nos dieron el alta nos trajeron de la Comuna de Falda del Carmen, ellos sí estuvieron muy dispuestos a ayudarnos. Eso lo remarco porque no somos de allá y fueron muy buenos. Esto es muy nuevo para nosotros».

Unidos para ayudar a Maia y a su familia

Por otra parte, la mujer comentó que la familia de la niña está compuesta por ella que tiene 27 años, su marido de 26 y la hermanita de Maia, Ambar, de 8 años. «Su papa es albañil y yo tenía un emprendimiento donde vendía pastelitos. Me iba bien con eso. Lamentablemente no puedo seguir aunque sea por un tiempo hasta que pase lo de los extremos cuidados. Me tengo que cuidar al igual que la cuido a ella».

«Cuando a ella le llegue el catéter tenemos un mes de internación en la Clínica del Sol. Por eso estamos recaudando todo lo que más podamos ahora. La Escuela San Vicente de Paul nos están ayudando y juntando donaciones. Mucha gente se está solidarizado con nosotras. Es algo muy difícil de afrontar ya que mi hija entró caminando y riendo a una Clínica. Jamás esperamos este diagnóstico».

Jenni sostuvo que lo que les da mucha fuerza es la Fe y que ven como la pequeña tiene muchas ganas de salir adelante. «Maia es muy coqueta, siempre alegre y graciosa. Sin embargo, me cuesta mucho todo esto ya que tengo a Ambar y me duele el corazon tener que ver cómo no puedo dividirme para las dos. Ese mes que este internada Maia decidimos con el papá que vamos a ir 3 días cada uno a cuidar a Maia para que Ambar tampoco quedé tanto tiempo sin su mamá».

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