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Crónicas al Voleo

La radio fantasma

Desde principios de los años 80, una radio está al aire emitiendo sólo sonidos incomprensibles. Vestigio actual de lo que fue la Guerra Fría.
Por Germán Tinti

De la Guerra Fría la mayoría de los mortales recordamos lo verdaderamente importante: las películas de James Bond y las novelas de John Le Carré. Después vienen sucesos secundarios como la carrera espacial, la guerra de Corea, la revolución húngara y la primavera de Praga (con sus consecuentes represiones); la construcción del muro de Berlín, la crisis de los misiles, el derribo de un avión espía U – 2 norteamericano en espacio aéreo soviético; la invasión de Bahía de Cochinos, el boicot a los Juegos Olímpicos de Moscú y otros temitas menores.

Avión espía estadounidense Lockheed U-2, similar al que fue derribado por la Fuerza Aérea Soviética en los Urales en 1960.
El Zumbador

Pero también, revolviendo los rincones de la historia, podemos encontrar un puñado de hechos que se desplazan entre lo real y lo fantástico “con suavidad y con desenvoltura de fumador de opio”, al decir de Raúl González Tuñón. En este listado, en el que sin dudas encaja ese temita del triángulo de las Bermudas, también se inscriben los relatos que hablan del “Zumbador”, o “The Buzzer”, la señal de radio que hace más de 40 años emite, en general, ruido blanco sin que se sepa su localización exacta ni a quien pertenece (Nota del autor: “ruido blanco” es ese ruido de mierda que hace la radio cuando está mal sintonizada o la tele cuando se corta la transmisión).

Los primeros registros de las emisiones de la UVB-76, tal era su denominación al comienzo, se remontan a principios de la década de 1980, aunque se cree que comenzó a emitir en la década anterior. Aquella señal provenía de territorio de la URSS y se podían escuchar en el 4625 del dial de la Tonomac 7 Mares. Desde que fue descubierta por los operadores de onda corta, radioaficionados pero también (y especialmente) técnicos militares de ambos lados de la cortina de hierro, emitía un zumbido repetido a un promedio de 25 pulsos por minuto. Pero un minuto antes de cada hora las pulsaciones cambian a un tono continuo que terminaba a la hora en punto y luego todo volvía a empezar. Posteriormente eso varió y pasó a emitirse un zumbido constante.

Dependencia militar en los suburbios de Moscú, desde donde se emitió primitivamente UVB-76.
A veces, una voz

Esporádicamente puede escucharse una voz humana –algunas veces femenina otras masculina, pero sin un patrón constante– emitir palabras sueltas, frases breves, números o nombres propios. En ocasiones se han podido advertir conversaciones lejanas o ruidos en cercanías del micrófono. De esto se deduce que el zumbido no necesariamente se emite directamente desde un transmisor o consola, sino que bien podría salir de un dispositivo colocado frente a un micrófono que está abierto siempre. 

O tal vez sea abierto accidentalmente, como se cree que sucedió el 3 de noviembre de 2001, cuando se pudo escuchar a un hombre diciendo “soy el 143 no recibo el oscilador” y luego una voz femenina que afirmaba “eso viene de la sala de operaciones“. Esas mismas voces se escucharon en otras oportunidades realizando una cuenta del 1 al 10. Un año después la voz masculina probó el micrófono. En septiembre de 2010 salió al aire varias veces un fragmento de Lago de los cisnes.

Cambiamos el nombre

El 7 de septiembre de 2010, la emisora cambió de nombre, pasó de llamarse UVB-76 a MDZhB. Eso fue anunciado por la locutora femenina, que en esa ocasión dijo Mijail Dimitri Zhenia Boris” a lo que luego siguió uno de los tantos mensajes enigmáticos: “0-4-9-7-9 D-R-E-N-D-O-U-T 19-76-28-09 T-E-R-E-N-S-K-I”. Luego… inmediatamente regresó a los zumbidos.

En febrero de este año emitió durante un minuto una canción tradicional inglesa llamada The Lincolnshire Poacher (El cazador de Lincolnshire); que casualmente era el nombre de otra radio fantasma que transmitía desde Gran Bretaña en los años ‘70. A fines de marzo, y durante 16 segundos, se pudo escuchar el canto de un gallo. Obviamente, y salvo el caso del anuncio de la nueva característica de la emisora expresado en una especie de “Código Charlie” soviético, no se saben los motivos de estos cambios.

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Leonid Ilich Brézhnev y Richard Milhous Nixon: Guerra Fría a full
Mensajes secretos o defensa atómica

Bueno, en realidad no se sabe los motivos de nada relacionado con esta emisora. Y cuando no hay certezas empiezan a tallar las siempre interesantes teorías conspirativas, que siempre proponen hipótesis interesantes pero en algún punto descabelladas; carentes de anclaje en la realidad o simplemente no cuentan con evidencia suficiente que sustente la afirmación.

Una de las explicaciones que circulan sostiene que la señal radial es utilizada para transmitir órdenes o avisos a espías en distintas partes del mundo. Este ha sido un método utilizado en distintas épocas por las diversas potencias que se veían inmiscuidas en la Guerra Fría. En general utilizan el mismo principio para encriptar sus mensajes. El emisor lanza una comunicación que solamente la persona a quien está dirigido puede decodificar, cualquier otro que lo escuche pensará que es un disparate. Quienes defienden esta teoría ejemplifican diciendo que en 2016, a lo largo de 12 meses de emisión las 24 horas del día, solamente pudieron entenderse 30 palabras; entre ellas «billar», «muebles de cocina», «atolón», «especialista en agricultura» y «balcón», todo en ruso, obvio.

Siguen la teorías

Otros piensan que en realidad, el objeto de MDZhB  (antes UVB-76) es permanecer en estado latente hasta que sea activado en circunstancias extremas. Quienes defienden esta teoría aseguran que forma parte del Sistema Perímetro; un dispositivo de respuesta automática ante la amenaza de guerra nuclear, que puede lanzar automáticamente los misiles balísticos intercontinentales rusos. Esto, si un golpe nuclear es detectado por sensores sísmicos, de luz y radioactivos. En este caso, la emisora enviaría una señal al Estado Mayor. De no recibir respuesta, el sistema asumiría que los individuos que dan las órdenes están muertos. Entonces enviaría una señal a las bases militares para iniciar la respuesta bélica.

Esta posibilidad tambaleó en 2010, cuando en junio la emisora enmudeció durante casi un día y no explotó nada. Pero como en 2011 Moscú confirmó que el Sistema Perímetro no fue desactivado luego de la desaparición de la URSS, no se da por desechada la posibilidad.

La tercera teoría es la más aburrida y –por ende– la más probable. Quienes abrevan en ella manifiestan que simplemente se trata de un sistema de comunicación utilizado por el ejército ruso. En este contexto, los extraños mensajes son órdenes entre distintas dependencias militares de la zona occidental de Rusia, en tanto que el zumbido es una señal de relleno para que nadie más pueda usar la frecuencia.

Robert Kennedy en el Muro de Berlín. Dos íconos de la Guerra Fría
En busca de su 007 particular

Puede que la explicación sea más sencilla, o quizás se trate de asuntos más enmarañados aún. El secretismo con que se han manejado las potencias centrales durante la guerra fría y al que son tan aficionados los regímenes totalitarios abona el campo de las teorías  imaginativas e incomprobables. Ante estas situaciones muchos son los que piensan que “quien sabe, esos tipos son capaces de cualquier cosa”. Aunque en algunos casos estas conspiraciones se asemejen a los disparatados planes pergeñados por los villanos de Batman.

Pero más allá de todas las teorías, las explicaciones flojas de papeles y las conjeturas alarmistas, la emisora  MDZhB, supuestamente ubicada en instalaciones militares de la antigua Leningrado, sigue allí, vigilante. Recordándonos con su incansable zumbido que está lista  para algo, aunque nadie parece saber a ciencia cierta para qué.

Tal vez esperando a su John Le Carré que cuente su historia, real o imaginaria, pero convincente; o que Roger Moore (el mejor James Bond, vengan los que quieran) desenrede la trama y ajusticie al malvado agente soviético que busca destruir el mundo.

nakasone