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Altagracienses por el Mundo

La historia de Florencia: De Despeñaderos a Los Ángeles sin escalas

La historia de Florencia: De Despeñaderos a Los Ángeles sin escalas

AG Noticias le da la bienvenida a una nueva sección que buscará contar las historias de aquellos altagracienses viviendo en diferentes partes del mundo. En esta ocasión, dialogamos con Florencia quien hace ya casi seis años que vive en Los Ángeles, Estados Unidos. País donde trabaja hoy en día, donde conoció a su pareja, donde elaboró sus proyectos y vivió miles de experiencias que nos comparte a continuación en esta nota.

AG Noticias le abre sus puertas a una nueva sección en nuestro portal informativo bajo el nombre «Altagracienses por el Mundo». Un espacio dónde buscaremos acercarles a los lectores historias de vecinos, amigos o familiares que dejaron su ciudad natal y que ahora están viviendo diferentes experiencias alrededor del mundo. En esta oportunidad, conocemos más a la altagraciense Florencia Antequera.

El objetivo de muchas personas es armar sus valijas y abandonar las exigencias de la rutina diaria para buscar un nuevo rumbo en la vida. Si bien algunos sencillamente lo imaginan, otros se ponen manos a la obra y lo concretan. Este es el caso de Florencia, joven oriunda de la localidad de Despeñaderos.

Nació en Córdoba capital y a los cinco años se fue con su familia a la localidad vecina de Despeñaderos. Su vida entera transcurrió allí y se siente despeñaderense de corazón.

La idea de viajar siempre estuvo presente en su mente y cobró aún más fuerza cuando se encontraba estudiando Arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba. Un día charlando con su familia, ellos la incentivaron a tomar la decisión de viajar e irse a Estados Unidos.

«Creo mucho en las energías. Cuando empecé con todos los tramites que necesitaba para ingresar al país y vi que todo estaba saliendo tan bien, fue cuando dije esto tiene que ser. Eso me terminó de convencer que la decisión que estaba tomando era la correcta y que si las cosas no salían como planeaba, tenía la posibilidad de volver a la argentina y seguir con lo que estaba haciendo. No había nada que perder, pero si bastante que ganar».

Florencia vive desde el 2018 en Los Ángeles, California y también ha visitado otros estados cercanos a este país.

La historia de Florencia: De Despeñaderos a Los Ángeles sin escalas

¿Cómo fue atravesar la pandemia del Covid-19?

La pandemia significó para ella un momentó complicado debido a que se quedó sin trabajo por un tiempo. No la despidieron, pero tampoco gozaba de sueldo. «En ese momento el gobierno había emitido un mandato permitía a la gente que rentaba vivienda, se atrasaran un poco con los pagos ya que había mucha gente que no estaba trabajando y se les hacía muy difícil».

Por fortuna contaba con algunos ahorros ahorros que era los que estaba juntando para poder comprarse su primer auto y fue con lo que tuvo que vivir ese tiempo hasta poder trabajar de nuevo. «Estuve frenada dos meses y viví de esa plata que por suerte tenía».

Además, Florencia aseveró que hoy en día ya casi no hay protocolos, pero si hay ciertas actividades, como viajar o realizar trámites, donde solicitan las vacunas del Covid. Ya no se utiliza más el barbijo obligatorio o esos tipos de cuidados que se tenía al principio.

«Creo que lo que la pandemia dejo, no solamente acá sino en todo el mundo, fue el cuidado que uno tiene con las cosas y como se cuida personalmente. Después de la pandemia puede ser que nos quedó un poco de esas precauciones».

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Trabajo y… ¿es fácil encontrar donde vivir?

Actualmente Florencia trabaja en atención al cliente, que es algo en lo que considera que es muy buena y donde se desempeña de la mejor manera posible con la gente. «Trabajo en una oficina de exterminación de plagas. Me encargo del servicio de atención al cliente por teléfono y por email. No es un contacto cara a cara como lo era hace unos años atrás, pero sigo estando al mando de la gente y lidiar con ellos».

En relación a esto último manifestó que no se trata de una tarea sencilla, pero que con el tiempo se fue acostumbrando a lidiar con las personas. «Creo que eso hace a la experiencia y me ayudó mucho a perfeccionar el inglés que ya sabía y hablarlo un poco más empresarialmente por decirlo de alguna forma».

A continuación afirmó que no es fácil pero tampoco imposible encontrar donde vivir ya que California, al ser un estado fronterizo con México, hay mucha migración de gente centroamericana. «Es inevitable tener algún tipo de margen a la hora de tomar alguien para el trabajo o rentarle un departamento o una casa. Hay mucha gente que cruza sin papeles y solamente vienen a probar suerte. Cada quien en sus respectivos países pasa algún tipo de necesidad».

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Algo parecido sucede con el trabajo. En este país, cuenta la joven, se solicita un número de impuestos que sirve luego para aportar al gobierno. «Están los números de impuestos que se le da a la gente que es inmigrante y no tiene como comprobar su residencia o ciudadanía americana. En California, el gobierno da esos números para que la gente pueda trabajar y pagar sus impuestos legalmente, aunque no sean ciudadanos».

Los que si son residentes americanos ya poseen un número que funciona como un documneto y es lo que sirve para comprobar la identidad. «Si uno se la rebusca, averigua y sale, se consigue porque no es algo imposible».

Choque cultural, adaptación y experiencias

Sobre Estados Unidos expresó que al llegar se topó con un choque cultural muy grande. Lo que la llevó a darse cuenta de que la vida es totalmente diferente a la que se está acostumbrado.

Contó que le tocó vivir un momento sumamente incómodo durante una cena con una pareja americana. «Son demasiado reacios. Nosotros estamos acostumbrados a saludar con un beso, entonces cuando llegué quise darle un beso a uno de ellos, hasta que me frenó y me extendió la mano. Me tomó mucho por sorpresa. Hay que aprender a adaptarse o no. Cuando uno lo logra, empieza a vivir de otra manera también».

Luego sostuvo que hay argentinos que hace muchísimos años que viven allí y sus esposos o esposas son americanos. Por ende están acostumbrados a esas formas de vida.

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Agregó que también le gusta la seguridad que existe y la rutina de levantarse muy temprano. «O al menos yo lo sieno así. Se aprovecha más el día y que tiene más energía».

No obstante, tuvo experiencias gratificantes en Estados Unidos. La primera de ellas le enseñó que tienen una cultura de respeto con el otro y que son muy solidarios.

Florencia relató que se sentía muy frutrada porque le costaba muchísimo entender y manejar el inglés. Gracias a personas completamente americanas, haciendo el esfuerzo de tratar de comprender lo que ella trataba de decirles, la ayudaron para que su oración saliera lo mejor posible. «Como argentina creo que me hubiera reído en vez de ayudarlos. Ellos, al contrario de eso, siempre fueron de ayuda cuando de idioma se trataba».

La segunda es que a pesar de extrañar sus raíces, logró encontrarse de nuevo con ellas gracias a grupos de personas que se juntan para conocer gente de Argentina.

«Es encontrar gente de tu país que conozca tu cultura. El tomar un mate en ronda, disfrutar un asado o ver un partido. Eso te acerca un poquito más a tu país. Uno se siente más abrazado tanto por el ciudadano de acá que no tiene otra experiencia viviendo afuera y tanto por la gente de donde uno es».

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Idioma, comida, clima y trato como argentina

Para adentrarse en el idioma, la joven tuvo que hacer cambios drásticos como configurar todo su teléfono y computadora en inglés para estar constantemente leyendo en este idioma. También cambió de idioma a series y películas.

«Escribiendo siempre fui muy buena pero mi problema más que todo era la pronunciación y para eso hay que abrir mucho el oído. A veces me frustraba demasiado porque no sabía de qué estaban hablando. Después me pasaba que, con el paso del tiempo, escuchaba una persona hablar y entendía el 90% de las cosas».

Luego, con la comida, comentó que le encanta la que es americana, pero que disfruta mucho más la de orígen extranjero. «Me gusta experimentar comidas nuevas y acá hay mucha influencia latinoamericana. Acá podés encontrar peruana, venezolana, brasilera, mexicana, salvadoreña. Es encontrarles ese gusto a otras cosas que capaz uno no come todos los días en Argentina».

Con respecto al clima, Florencia aseguró que cuando llegó estaba recién comenzando el invierno, pero para ella eso no era invierno para nada. «Mientras que el resto de la gente andaba de buzo y pantalones largos, yo andaba de jean y mangas cortas. Uno de a poco se va acostumbrando y empieza a notar el frío distinto«.

Sin embargo, California también es un estado particularmente muy caluroso. «No soy una persona fanática del calor. El primer año fue el peor porque no estaba acostumbrada a temperaturas tan altas, pero tuve que aprender a adaptarme. Justamente ahora estamos por entrar al verano y ya se está empezando a sentir».

Asimismo explicó que el trato que tuvo siendo extranjera fue fantástico y al comentarles a los estadounidenses que era de Argentina, lo primero que hacían era preguntarle por fútbol y la calidad de la carne. «No solamente eso, sino que disfrutan el hecho de decir que les gustaría probar nuestros productos o el mate. Son detalles que a uno lo sorprenden el ver cómo está aportando algo a la cultura de otra persona que capaz no conoce todo eso».

«Me pasó antes cuando trabajaba con un mexicano que no había tomado mate nunca en su vida y terminamos tomando mate horas y horas juntos«.

«No hay que quedarse con las ganas. Hay que innovar y ser libre porque el mundo es demasiado grande»

Florencia aconsejó que todos aquellos que estén pensando en viajar lo hagan porque no hay que quedarse con las ganas. «El mundo es demasiado grande para quedarse estancado en un mismo lugar. Ampliar la cultura y conocer gente nueva de otros países suma un montón. Es una experiencia hermosa y única, sea como sea y al lugar que vayas».

Al mismo tiempo señaló que animarse a esto es madurar como persona en muchos aspectos debido a las realidades distintas que les tocan vivir y a las cuales no están acostumbrados. «Es disfrutar cada instante, el decir mira hasta donde llegué».

De hecho narró que un día, estando sentada en la playa, pensó cómo fue que ella llegó a donde esta ahora. Algo que a veces la misma rutina nos impide reflexionar y disfrutar de lo que tenemos alrededor. «No solamente es viajando fuera del país, sino también en el mismo lugar en donde uno es. Cuando uno se detiene, hace una pausa y se pone a mirar hasta donde ha llegado, creo que eso es lo mejor hace al alma. Eso es crecimiento personal y mucho de eso requiere de valentía para tomar decisiones».

Finalmente concluyó recalcando que lo mejor que se puede hacer es tomar esa iniciativa, vibrar muy alto y siempre estar rodeado de gente que nos apoye y ame. «Que le den para adelante y no se arrepientan porque siempre van a haber días malos y días buenos. Sáquenle el jugo a cada momento, cada lugar, cada cultura y cada persona nueva que conozcan».

¿Volver a Argentina?

Toda persona que emprende un viaje para irse a vivir a otro país lejano y ajeno, lleva consigo en su memoria los recuerdos de los seres queridos que dejó atrás. La joven declaró que extraña mucho los momentos con su familia.

«Los mates con mi mamá a la mañana desayunando charlando de lo que paso el día anterior. Verla a mi hermana crecer y estar con ella a diario. Compartir un mate con mi viejo entre paciente y paciente en su consultorio odontológico. Esas cosas de la vida cotidiana son las que más me tiran a pesar de siempre haber sido una persona independiente. También me gusta pasar tiempo con mi familia».

No obstante, ante la pregunta está en sus planes regresar a Argentina en algún momento, Florencia dejó en claro que sólo lo haría para visitar a sus seres queridos más cercanos. Hoy ella está casada hace dos años y por ende ya formó su familia y su vida en este lugar.

«Cada uno de nosotros tiene un proyecto distinto que queremos cumplir juntos y no en Argentina sino acá. Mi cabeza está muy puesta en esos proyectos y en los de mi marido. Creo que Argentina será para visitar porque la familia de ambos está allá. Capaz y si algo sucede puede que lo sea más adelante pero ahora hay muchos proyectos que están vigentes en nuestra vida y que los queremos cumplir», concluyó.

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