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Altagracienses por el Mundo

La historia de Camila: «Mi experiencia fue íncreible en Andorra pero me parece justo contar las otras realidades»

La historia de Camila: Trabaja en Andorra y está ahorrando para poder pagarse la ciudadanía

AG Noticias le da la bienvenida a una nueva sección que buscará contar las historias de aquellos altagracienses viviendo en diferentes partes del mundo. En esta ocasión, dialogamos con Camila quien desde noviembre del año pasado está trabajando de lunes a sábados para poder ahorrar en euros y cumplir su sueño de conseguir la ciudadanía italiana.

AG Noticias le abre sus puertas a una nueva sección en nuestro portal informativo bajo el nombre «Altagracienses por el Mundo». Un espacio dónde buscaremos acercarles a los lectores historias de vecinos, amigos o familiares que dejaron su ciudad natal y que ahora están viviendo diferentes experiencias alrededor del mundo. En esta oportunidad, conocemos más a la altagraciense Camila Riberi.

Camila transito su niñez y escolarización en Alta Gracia. Pero siempre tuvo presente un sueño: el de salir a explorar el mundo, conocer diferentes culturas, personas y lugares para poder salir de su zona de confort. De hecho, desde la secundaria sopesaba distintas opciones pero ninguna logró convencerla ya que sin pasaporte europeo se complicaba aún más emigrar.

«Vi el programa de Au Pair, y estuve a punto de hacerlo pero se vino la pandemia y comence a estudiar una carrera así que quedó pendiente el viaje«.

Después de la pandemia del Covid-19 y cuando todo comenzó a liberarse un poco más, su hermano Juan decidió irse a Italia a tramitar la ciudadanía. Eso le llamó mucho la atención a la joven y se propuso averiguar más por su cuenta con el objetivo de cumplir este sueño. «Junté todos los papeles en unos pocos meses y ahí fue cuando decidí venirme a Andorra para poder ahorrar en euros. Es bastante caro el trámite de la ciudadanía», contó.

En relación a esto último, agregó que no hubo demasiados protocolos durante la fecha en la que viajó. «Lo único que pedían eran 3 vacunas del Covid y que la última tenga menos de 270 días, si no me equivoco pero nada más. Al llegar a España no me lo pidieron y en Andorra tampoco».

La historia de Camila: "Mi experiencia fue íncreible en Andorra pero me parece justo contar las otras realidades"

Trabajo y primera impresión del país

Camila optó por viajar hasta Andorra y acompañada de su mejor amiga. Lo que hizo un poco más llevadero el dejar Argentina y más precisamente, Alta Gracia.

Llegó a este país en noviembre del año pasado y hace cinco meses que trabaja como camarera en un local comercial. En total son ocho horas de trabajo, seis días a la semana: de lunes a sábados. «Se trabaja mucho en donde estoy pero es super lindo el ambiente así que se hace llevadero. El sueldo es bueno así que eso re bien».

El contrato es por toda la temporada de invierno y dura en total seis meses. Por ende, en mayo de este año debería estar partiendo del país. «Es la primera vez que vivo esta experiencia de estar fuera de casa y la verdad que es algo súper emocionante».

Sin embargo, antes de toda esta gran aventura, la altagraciense estudiaba Nutrición. Una carrera que debió dejar para poder trabajar full time y ahorrar algo de dinero que le permitiese viajar al exterior. «Entre la subida del dólar y el sueldo que tenía se hizo muy cuesta arriba. Lo que sí en algún momento de mi vida, me gustaria retomar con la carrera».

La historia de Camila: "Mi experiencia fue íncreible en Andorra pero me parece justo contar las otras realidades"

En cuanto a la primera impresión y lo que más le ha gustado en estos meses, sostuvo que la seguridad y la limpieza es lo que le llamó mucho la atención al llegar. «Es muuuy seguro. El poder caminar tranquila por la calle a la hora que sea es algo que no tiene precio. También es súper limpio, no hay paredes pintadas, ni colillas de cigarro en el piso, ese nivel de limpieza es increíble».

Otra cosa que destacó a continuación es la economía. La cual definió como «súper estable«. Así lo explicaba la joven: «Es algo que no estaba acostumbrada para nada. Ir al súper cada un mes y que no haya subido de precio es muy loco. Hubo una pequeña inflación pero fue mínima acá, a lo que estamos acostumbrados nosotros».

Vivir en Andorra: Clima, idioma y trato

Con respecto a los aspectos que hacen a la vida en Andorra, tales como el clima, el idioma, la comida y el trato hacia ella como argentina, expresó que no existió un choque cultural muy grande en este lugar debido a que está a explotar de argentinos.

Camila precisó que esté invierno, llegaron muchos a este país e inclusive, muchos de ellos, se han hasta tenido que ir porque no había trabajo ni alquiler disponible para tanta gente. «No existió un choque cultural muy grande porque hay mucha gente de mi país y convivis con ellos todos los días».

La historia de Camila: "Mi experiencia fue íncreible en Andorra pero me parece justo contar las otras realidades"

Respecto al idioma, añadió que predomina el catalán y que por fortuna se entiende bastante, lo que posibilita trabajar perfectamente en cualquier rubro. «Si existieron momentos en donde me han denigrado por ser argentina, ya que el argentino está mal visto aquí. O también por no hablarles su idioma, eso es algo que les molesta bastante. Pero han sido muy pocos a comparación del buen trato».

De igual modo, manifestó que el clima fue algo que le costó mucho acostumbrarse. «Aquí nieva y hace grados bajo cero casi todo el invierno. Lo sufrí un montón porque detesto el frió. Igualmente está todo híper preparado para que no lo sufras, todo calefaccionado. Incluso los colectivos pero yo lo sufría igual».

La realidad de residir en el pequeño paraíso europeo que explota de inmigrantes argentinos

Dicen que Andorra cautiva a los que se van del país por las oportunidades laborales y requisitos flexibles para instalarse. De hecho, es uno de los pocos países a los que se puede emigrar fácil, por eso llegan tantos extranjeros No obstante, la realidad es otra. «Sinceramente no hay mucha oferta de trabajo, y la mayoría de empresas te piden permiso anual».

Asimismo, afirmó que en particular esta temporada ha sido baja, no hubo mucha nieve por lo tanto tampoco hubo mucho turismo como se esperaba. Los precios de los alquileres son desorbitados. «Hemos llegado a pagar 2900 un piso entre cuatro personas, donde un piso normalmente vale 700».

La historia de Camila: "Mi experiencia fue íncreible en Andorra pero me parece justo contar las otras realidades"

«En ese sentido se aprovechan mucho de los temporeros porque saben que no tenemos otra opción. Hubo gente durmiendo en plenas construcciones con grados BAJO CERO. Fue tremendo y muy triste ver en la calle a la gente llorando, con sus curriculums en la mano y valijas. Fue bastante duro el mes de noviembre».

Sobre su experiencia personal trabajando aquí, aseguró que tuvo mucha suerte y está muy consciente de ello. «El mismo día que llegue tuve una entrevista de trabajo. Me siento muy a gusto en el lugar donde estoy, tengo compañeros y jefes increíbles. Algunos de ellos son argentinos y los demás son de aquí, me han recibido súper bien y estoy muy contenta de trabajar ahí».

Por último recomendó a aquellos que quieran venir a Andorra, llegar con alguna entrevista programada y al menos un mes de alquiler pago hasta acomodarse. «Eso fue lo que hice. Si bien mi experiencia fue increíble en este país, y lo disfruté al máximo, existen otras realidades y me parece justo contarles para que no les pase lo mismo«.

«Soy súper familiera y estar lejos me cuesta»

Toda persona que emprende un viaje para irse a vivir a otro país lejano y ajeno, lleva consigo en su memoria los recuerdos de los seres queridos que dejó atrás. Camila comentó que extraña mucho a su familia.

«Extraño los mates en mi casa con mis viejos, los domingos en lo de mi abuela, las empanadas de mi tía, las milanesas, compartir con mi gente. Soy súper familiera y estar lejos me cuesta, siento que me estoy perdiendo un montón de cosas, pero bueno son los precios que uno paga al emigrar».

Posteriormente reveló que extraña el hecho de sentirse en casa. «Para mi no hay lugar que se compare con Argentina. Tendrá un millón de cosas malas y a mejorar pero no deja de ser mi hogar«.

Frente a la posibilidad de regresar a la Argentina en algún momento, la altagraciense aclaró que le encantaría qque fuera lo antes posible pero no sin antes tener la ciudadanía lista. Por ahora, no es algo que esté entre sus planes. «No se si volvería a vivir hoy, siento que me falta mucho por recorrer. Además la vida que se lleva acá no esta ni cerca de ser la que tenía en Argentina: la seguridad, la economía, la estabilidad, entre otras cosas. De todas formas no descarto la posibilidad de volver algún día a mi país».

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