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La Educación sobre la Mesa

La Educación sobre la mesa. Hoy: «Segunda etapa, entre lo aprendido y por aprender»

La Educación sobre la mesa. Hoy: "Segunda etapa, entre lo aprendido y por aprender"
Por Laura Iglesias (Especial para «La Educación sobre la Mesa»)

 La segunda etapa, en todos los ámbitos, nos aporta ventajas, porque aún en los desaciertos de la primera etapa encontramos el camino a seguir.

Nos posicionamos en el ámbito educativo, en sus diferentes modalidades, y en una segunda etapa de este proceso anual de aprendizaje. Si lo pensamos cuantitativamente (cantidad, medidas) este segundo momento nos aporta el beneficio de menguar la incertidumbre; ya poseemos datos medibles de diferentes aspectos: condición edilicia y de recursos, estudiantes, grado o año de estudio, contenidos abordados, entre otros referentes. Si lo miramos desde lo cualitativo (calidad, logros) también encontramos ventajas. Repensar y rever el proceso recorrido y transitado nos permite elaborar indicadores que harán de guía para completar el ciclo lectivo. En algunas metas estará presente el afianzar lo adquirido, y sobre esa base sumar otros desafíos, y en otras el reto consistirá en la perseverancia de continuar en la búsqueda de alternativas para el logro de los primeros objetivos. Lo importante es que toda segunda oportunidad, etapa o momento es una valiosa oportunidad para continuar intentando.

Se hace oportuno recordar que la Educación es una ciencia en permanente movimiento, dinámica, como las mismas personas que la componemos, porque su principal agente y destinatario es el ser humano. Toda instancia  de aprendizaje, formal e informal, es un acto social.

Hoy la Educación ocupa el lugar de uno de los derechos fundamentales en el desarrollo integral de las personas, como resultado de un largo camino recorrido hasta llegar al reconocimiento de la misma como bien social, debiendo ser garantizado su acceso en igualdad de oportunidades, desde los estados a toda la población.

Breve reseña para la reflexión

Allá por la Edad Moderna (1492 – 1789) la concepción del conocimiento lo posicionaba como un elemento que asignaba poder a ciertas castas sociales, en especial al Clero. Este era el poseedor por sobre los reyes y emperadores, de los saberes de idiomas, escritura, y otras ciencias. Pero la necesidad de aprender, permeable como el agua, tomaba la forma del aprendizaje que se transmitía de boca en boca, entre las familias y los oficios. Luego llegaría la formación ciudadana básica, para transmitir los conceptos religiosos y lograr un comportamiento deseado en la sociedad, pero los conocimientos más completos y avanzados continuaban siendo sólo accesibles para algunos grupos selectos de la población.

Sería la Revolución Francesa, (1789-1799) con sus ideas fundamentales de: Fe en el progreso humano. Los hombres mejoran a través de la educación. Libertad religiosa. Todos los seres humanos son esencialmente iguales, quien traería las conquistas de los derechos que hoy son inherentes al hombre. Por momentos pareciera que algunos cambios aún no han terminado de plasmarse o hacerse visibles en la realidad actual.

Vamos finalizando

Lo importante es tener presente, ante cada comienzo o reinicio de un período del ciclo lectivo, que la Educación, en sus distintas modalidades y disciplinas, nos permite desarrollarnos como personas y ejercer responsablemente nuestra ciudadanía.

“Lo que vemos cambia lo que sabemos, lo que sabemos cambia lo que vemos”. J. Piaget.

#laeducaciónesrespnsabilidaddetodos

En los próximos encuentros compartiremos visiones de la Educación de referentes de nuestra comunidad.

¡Hermoso domingo a la espera de una segunda etapa!

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