Por Laura Iglesias (Especial para «La Educación sobre la Mesa»)
La evolución, en todas sus formas, ha sido y es posible con la comunicación; evolución que transforma el estado de un algo en determinadas circunstancias y en un contexto.
Cuando hablamos o emitimos una señal estamos comunicando una situación particular; y este simple acto es un hecho social. Esa comunicación debería causar un efecto en el otro que recepta el mensaje, que es parte activa como destinatario del mismo. Y digo debería porque en nuestra realidad actual pareciera que todos ocupamos el rol de emisores, y entonces no se estaría logrando el objetivo deseado: ESTABLECER UNA RELACIÓN CON EL OTRO.
La comunicación se da con la existencia
Esta interrelación maravillosa no es un acto restrictivo y propio de los hombres; es una manifestación posible en todo ser vivo. El mundo animal, por ejemplo, nos asombra en su capacidad de relacionarse y vincularse a través de gestos en sus diferentes opciones: emisión de sonidos, manifestación de comportamientos, actos reflejos, etc. Solo basta observar a nuestro alrededor los múltiples ejemplos que se nos presentan a diario a través de las propias vivencias con mascotas, o por representaciones digitales virales, y que en más de una ocasión, como dice el refrán UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS.
Comunicación y Educación van de la mano
Pero nuestro espacio relacionado con la Educación nos remite a las personas, y aquí encontramos a la COMUNICACIÓN EN UN ESTADO DE ATENCIÓN ESPECIAL. Coincidimos en una cuestión de significado universal, en que la comunicación establece una relación con el otro, la enmarca en un contexto de reciprocidad; permite mejorar las condiciones del hombre, guarda la intención de lograr resolver situaciones de conflicto. A su vez es un proceso cultural, ordena los hechos; nos permite como sociedad reconstruir sucesos que conforman la historia, una secuencia cronológica en distintos campos; y afianzar y concretar avances en variadas áreas científicas, técnicas, humanas, etc. Como lo mencionamos al principio LA COMUNICACIÓN NOS PERMITE EVOLUCIONAR.
La comunicación actualmente se podría describir como una simple reproducción de mensajes. Y aquí aparece el llamado de atención. “El mayor problema de la comunicación es la ilusión de que se ha logrado”.(George Bernard Shaw).
Producimos sistemática y mecánicamente mensajes que nos crean una ilusión de intercambio de discurso con sentido con un otro, que en su rol de receptor, debería escuchar, internalizar lo transmitido; y elabora unas respuestas con sentido, que se corresponde con el tema de referencia de la relación establecida. Si estas condiciones se dan, entonces sí estaríamos hablando de COMUNICACIÓN.
Volviendo al tiempo actual, a nuestro mundo cotidiano, la comunicación pareciera figurar en el listado de bienes escasos. Pensar que está a nuestro alcance, es algo inseparable del sentido de la vida, de sentirnos conectados con el otro, de entendernos, de permitirnos disentir. Para que tengan significado expresiones como: lo opuesto, los acuerdos, el término medio, la aceptación, el diálogo, la empatía, la escucha atenta, la reflexión, el valor de la palabra.
Tal vez sea necesario re-educarnos para volver a comunicarnos a través de un diálogo, de una conversación, que ponga en juego el desarrollo de las capacidades que nos hacen mejorar como personas y sociedad.
La comunicación electrónica nunca reemplazará al rostro de un ser humano que con su alma alienta a otra persona a ser valiente y auténtica. Charles Dickens (1812 – 1870).
#laeducaciónesresponsabilidaddetodos
«LA EDUCACIÓN EN CUALQUIERA DE SUS NIVELES, ELEVA LA MÁS VALIOSA CONDICIÓN DE LOS SERES HUMANOS: LA RACIONALIDAD«. Nicolás Javier Abalos, Director de la Escuela de Turismo José F. Ferrari. Alta Gracia
Hermoso domingo, y que disfruten de buenas conversaciones.
