Por Laura Iglesias (Especial para «La Educación sobre la Mesa»)
Aprendemos siempre, no importa la edad y el lugar, y el ambiente es un factor muy importante, que influye en el qué y cómo aprendemos.
Ambiente que generalmente lo asociamos a lo natural, pero su concepto proviene del latín “ambiens” significa que rodea; es decir que es el entorno que afecta a los seres vivos y que condiciona sus circunstancias, son condiciones (físicas, económicas, culturales, etc.) de un lugar, un grupo o una época. Entonces nos referiremos al Ambiente de aprendizaje, estudio o educativo. Y no solamente haremos referencia a las instituciones educativas, ya que aunque este espacio se centra en la instancia de enseñanza -aprendizaje, un estudiante está rodeado por un contexto que hace a su ambiente de estudio y que lo determina, tanto en su favorecimiento o no.
Crear el ambiente
Las instituciones educativas, cuentan en su organización tanto ediliciamente, como en los elementos mobiliarios, con una distribución que propicia un escenario propio de enseñanza aprendizaje. Si nos trasladamos al seno familiar, el hogar, es bueno también que en el momento de realizar tareas o actividades escolares, se puedan favorecer condiciones para la concentración, e intercambio de diálogo. Un espacio (tan simple como una mesa ordenada) que estimule el hábito de estudio.
Hablar de ambiente implica considerar todo lo que rodea, en este caso, a la persona. Y desde el ámbito social, la importancia atribuida a la educación, es uno de los principales factores. Hago aquí un paréntesis para reflexionar sobre la influencia de los modelos, que en su diversidad de manifestaciones son parte del contexto, y ejercen su influencia, cual si fueran un recurso de enseñanza – aprendizaje.
“La mayor parte de la conducta humana se aprende por observación de las conductas que otras personas realizan, es decir, mediante la observación de modelos. Se ha reconocido que el modelaje es uno de los medios más poderosos de transmisión de patrones de pensamiento, conducta, valores y actitudes». (Bandura, 1987).
La importancia de estar cerca
Es por esto que las personas de la familia o cercanas a ella ejercen una enorme influencia en la actitud que asumen los niños frente al aprendizaje, la escuela y la valoración de la educación en un sentido amplio. «De ahí la relevancia para el éxito académico de los niños el tener abuelos, tíos, padres, hermanos, primos, etc., que valoren el aprendizaje, estudio, autodisciplina. Que manifiesten la importancia de trabajar duro para alcanzar las metas propuestas o que simplemente realicen actividades cotidianas relacionadas con el aprendizaje. Actividades tales como leer noticias en diferentes medios portadores y soportes, libros, etc». (Michigan Department of Education, 2001).
Por ejemplo, «una forma de demostrar que se valora el aprendizaje de los niños, es preguntarles ´¿Qué aprendiste hoy?´. Esto además de mostrar interés, ayuda a consolidar los aprendizajes y darles nuevos significados» (Milicic, 2010).
En este sentido, los adultos a través del modelaje y de la comunicación con sus hijos, tienen un papel esencial. «Se ha visto que la cantidad y calidad del lenguaje que se utiliza hacia y alrededor de los niños influye directamente en el desarrollo de su lenguaje, e indirectamente en su nivel lector y logros académicos en general». (Strasser, Mendive & Susperreguy, 2012).”
Hay mucho más sobre los componentes de un Ambiente Educativo. Que no solo es un terreno de las instituciones educativas, sino que también lo abarca la sociedad toda. Esta remisión hoy propuesta, es sobre los modelos que son referentes para los niños y jóvenes. Quienes están a su lado, y que somos nosotros, los adultos, que enseñamos en cada actitud y comportamiento manifestado, y nos demanda no solamente, resaltar lo que no está bien, sino también actuar para mejorar.
«Largo es el camino de la enseñanza por medio de teorías; breve y eficaz por medio de ejemplos.» Séneca.
¡¡¡Hermoso domingo!!!
