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La conectividad en escuelas rurales: una odisea complicada

La conectividad en escuelas rurales: una odisea complicada

La conectividad es una nueva forma de dictar clases en lo que respecta a la sociedad. El pasaje a la virtualidad fue tan brusco, que dejó a muchos alumnos fuera de ella. Ese es el caso de muchos estudiantes, que luchan para poder estudiar.

Córdoba volvió a fase uno, lo cual implicó la vuelta a la virtualidad de alumnos de todos los niveles escolares. Sin embargo, una pregunta recurrente respecto a esto es ¿Qué ocurre con aquellos estudiantes que no tienen acceso a las formas de conectividad? ¿Qué ocurre con su educación?

AG Noticias dialogó con Gabriela Perales, Directora del Jardín de Infantes José Hernández, de la localidad de Villa del Prado. Gabriela explicó lo que ocurre en algunos casos con respecto a esta nueva modalidad virtual: «Atravesamos un momento muy particular, que no hemos vivido anteriormente. La prioridad es cuidarnos. Yo estoy convencida que la escuela sucede adentro de las paredes de la escuela. Ahí los niños dejan de ser hijos para convertirse en alumnos, dejan de ser hermanos para convertirse en compañeros. En el jardín viven otra realidad de la de su hogar.

Particularmente, yo estoy en un jardín de infantes de zona rural, donde la conectividad es muy complicada. Son muy pocos los niños que tienen WiFi. Cuando enviamos videos, tareas o audios, le van consumiendo los datos a las familias, y no siempre tienen la posibilidad de recargar. Por eso tratamos de alternar, de no mandar cosas todos los días, para que el gasto no sea tan significativo. También alternamos, les damos actividades en papel para que puedan resolver y después nos las entregan a nosotras»

Gabriela Perales, directora del jardín de infantes José Hernández.

De la virtualidad, a la presencialidad. Y vice versa

Una de las cosas por las cuales la virtualidad cuesta, es por la falta de costumbre. Hay etapas de virtualidad, otras de presencialidad y esto se va alternando constantemente. Gabriela dijo que, en este momento, pueden tener más contacto con los niños. «En base a ese contacto, podemos potenciar los aprendizajes y las enseñanzas. La virtualidad de hoy nos permite potenciar lo que los chicos aprenden en el Jardín.«

Acá hay otro punto fuerte, y es que los padres, sin ser docentes, tienen que asumir este rol por la situación particular. «Los logros de los padres fueron importantes. Notamos que los niños empezaron el jardín con los aprendizajes adquiridos del año pasado, y eso es bueno.»

La docencia y la familia en esta situación

En cuanto a su experiencia personal, Gabriela expresó que va buscando cosas positivas para fortalecer su labor. «Los chicos van felices a la escuela. Ellos se apegan a los docentes. Los niños por ahí tienen mayor capacidad de adaptación y seguridad que los adultos.

La seguridad se la damos los docentes a los niños. Sin embargo, ahora se la dan los padres. Cuando les cuentan la tarea, cuando le muestran los vídeos, cuando le dedican ese tiempo. Como siempre, el rol de la familia no se pueda sustituir por nada. Es lo más importante en el crecimiento del niño» concluyó Gabriela.

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