Alta Gracia cumple hoy 435 años. Una anciana con cara de piba y cuerpo de reina que día a día se despereza a orillas del Chicamtoltina.
Cumple años Alta Gracia, nuestra ciudad, nuestro lugar en el mundo. Nuestra Patria Chica. Aquella que extrañamos cuando la vida nos obliga a dejarla, y que elegimos para vivir cuando podemos hacerlo. La ciudad en la que conocimos a nuestro primer amor. También la del primer desengaño. La que nos cobija en horas de soledad, y la que nos regala amplios y bellos espacios para regocijar nuestro corazón en los días felices.
Alta Gracia la histórica, la que lejos de renegar de su pasado reivindica sus nombres de otros tiempos. Pero también Alta Gracia la moderna, la que -con dolores propios de cualquier crecimiento- hace rato dejó de ser villa para graduarse de ciudad.
La que ha recibido y recibe a quienes buscan una tranquilidad que no les es permitida tener en otros lugares. La que abrigó bajo sus alas a cientos de inmigrantes y hoy cuenta con sus nietos para trabajar y hacerla pujante.
Nooo… no se malentienda. Alta Gracia no es Disneylandia. Acá hay buenas y malas. Claros y oscuros. Convicciones y contradicciones. Como en cualquier otro lugar del planeta. Pero el amor por nuestra tierra hace que superemos todo eso y busquemos avanzar. Hay naturaleza, hay historia, hay cultura, hay belleza. Y estamos quienes tomamos este lugar como el sitio para ir forjando cada día y hacerlo siempre más y más lindo; más habitable, más digno para nuestros hijos.
¡Feliz cumpleaños, querida Alta Gracia!
