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El vencimiento de las Lebac pone a prueba al Banco Central

El Banco Central hizo todas las concesiones posibles a las entidades financieras y desde la semana pasada fue allanando el terreno para que el megavencimiento de letras de hoy sea lo menos traumático posible.

El objetivo oficial es renovar el mayor porcentaje de los 617 mil millones de pesos que vencen hoy para que ese dinero no se vaya a la compra de dólares.

Desde el viernes el organismo monetario recompró, en dos operaciones en el mercado secundario, el equivalente a 56 mil millones de pesos en Lebac para reducir levemente el stock a vencer.

Lo bajó 8,3 por ciento respecto de los 673 mil millones que hubiesen vencido en la jornada. Además, el Central eximió ayer a los bancos de la obligación de computar en mayo el efectivo mínimo de depósitos en pesos (encajes), con el objetivo de darle libertad a las entidades para que vuelquen su liquidez a las Lebac. El encaje es un porcentaje mínimo de los depósitos en liquidez, que sirve de respaldo para responder ante clientes que quieran retirar sus colocaciones en cash.

Por último, puso en vidriera 5000 millones de dólares como señal a los mercados de que hoy estaría en condiciones de responder al menos a las ventas deLebac por parte de inversores minoristas y su pase a dólares. De todos modos, el nivel de reservas podría verse comprometido si no se detiene la sangría de dólares. Los depósitos en dólares de privados ascendían–cayeron en 308 millones desde el máximo histórico, registrado el 2 de mayo– y las reservas internacionales a 53.411 millones.

El vencimiento de hoy, donde estará en juego más del 50 por ciento del total de letras colocadas por el BCRA para aspirar los pesos que emitió contra los dólares de la deuda que tomó el Tesoro, es una dura prueba para cualquier sistema financiero. Pero en medio de una corrida cambiaria, el mejor escenario para el Gobierno es minimizar lo mayor posible el daño colateral. La falta de credibilidad de la política económica de Cambiemos engendró un núcleo duro compuesto de dos polos de inversión, muy distintos y hasta opuestos, como los fondos del exterior y los pequeños ahorristas. Pero comparten cierta independencia en sus decisiones.

En el medio están los bancos locales, con los cuales los funcionarios mantuvieron distintos contactos para poder mostrar hoy un resultado digerible. “El éxito de esto es que no estalle todo. Porque podemos pasar de una corrida contra el dólar a una corrida bancaria y la economía no va a resistir”, aseguró el economista y fundador del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), Hernán Letcher.

El interrogante es cuál será la tasa de interés que validará el Central para renovar la mayor cantidad de letras. Con un tasa de interés para la política económica (rectora de todo el sistema) de 40 por ciento, el margen de maniobra es escaso, porque después de cierto nivel sólo refleja desesperación y azuza más la huida.
Para reducir el daño, la entidad que preside Federico Sturzenegger compró el viernes de manera anticipada 32.000 millones de pesos en Lebac y ayer hizo lo mismo por otros 24.000 millones. Eso redujo el montó a 617 mil millones de pesos. A esto se sumó que en la última semana, como parte de un acuerdo con el Gobierno, los bancos comerciales compraron 76.500 millones de pesos adicionales en Lebac con destino a la renovación.
nakasone