Así. Mágica. Fantástica. Maravillosa fue la noche del lunes en la que el viejo y querido Cine Teatro Monumental Sierras volvió a abrir sus puertas.
No fue un aniversario más de la ciudad. Alta Gracia tuvo en el Monumental el mejor regalo de cumpleaños que podría haber tenido. Su corazón cultural volvió a latir luego de décadas de letargo y desesperanza.
Entonces, fantásticamente, la luz, el color, la música y la canción volvieron a adueñarse de ése, su recinto por décadas, y quienes tuvimos la chance de estar presentes sentimos esa hermosa sensación de saber que habíamos recuperado algo que era nuestro en el sentimiento, en la memoria colectiva, en las entrañas mismas de nuestra historia personal.
Sencillamente perfecta fue la organización. Cuidada al milímetro, sin dejar resquicios y con espectáculo de primerísimo nivel para el deleite de los mil doscientos invitados a la fiesta.
De principio a fin, bailarines, cantantes, artistas integrales y acróbatas hicieron que la noche transcurriera rápido entre aplausos y ojos maravillados.
En el hall, viejos empleados como Alberto Frau contaban y mostraban una y mil veces el antiguo proyector que durante días estuvo reacondicionando con cariño y con pasión.
O como Horacio Lavandeira, que luego de años volvió a ubicarse por un rato detrás de la barra del kiosco. Los ojos le brillaban de felicidad mientras los viejos amigos le pedían golosinas, gaseosas o simplemente una foto.
Pero estábamos en un cine. Y la noche que fue una película maravillosa tenía que tener su estrella. Y allí estuvo, vestido de traje, como siempre lo estuvo cuando trabajó allí. Hasta con una linterna en la mano, sello inconfundible de su oficio de acomodador. Pepe, el querido Pepe. El ovacionado Pepe que hizo su ingreso a la sala y el público lo recibió de pie y coreando su nombre.
Listo. La función podía comenzar. No hubiera podido ser el Monumental sin Pepe. Y vaya si comenzó. Discursos de rigor, un excelente video de presentación. El maravilloso acto de Sand Art (arte con arena) que dejó boquiabiertos a todos y luego, el show de nivel internacional que propuso «Bien Argentino», el espectáculo que transita los escenarios del país y del mundo, cerrando la noche de escenario.
Párrafo aparte para las presencias importantes en platea. El Gobernador Juan Schiaretti, el Intendente Facundo Torres, el Legislador Walter Saieg, el Vice Intendente Juan Manuel Saieg, el Secretario de Gobierno Marcos Torres y miembros de los gabinetes provincial y municipal oficiaron de autoridades. Ellos fueron los artífices desde lo político y lo económico para que el Monumental hoy sea una realidad. Soñaron e hicieron, junto a los vecinos.
En tiempos en que se cierran salas y los teatros están a la deriva, Alta Gracia recuperó su sala mayor para llenarla de cultura, para hacerla vivir día a día.
Cuando todo terminó, era como que no queríamos irnos. Hubo quienes se quedaron sentados un rato más mirando la magnificencia del lugar y encontrando en cada rincón del recuperado recinto sus propios recuerdos, su pasado nostalgioso. Su vida misma.
Todos, en alguna medida, sentimos que habíamos recuperado parte de nuestra propia historia.
RECORRÉ EN FOTOS LA GRAN NOCHE DE LA REAPERTURA DEL CINE TEATRO MONUMENTAL SIERRAS: