En contexto del Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer Infantil, AGNoticias dialogó con Héctor Rodil, quien es formador y presidente de los payamédicos. En la conversación, Héctor contó de qué se trata esta noble tarea.
Payamédicos es una ONG que funciona desde 2002. Para ser parte no es necesario ser medico, sino que se trata de un paralelismo: curar a través de la risa. El grupo no se limita únicamente a los niños, sino que lo que hacen es asistir emocionalmente a todas las edades.
«El doctor ve la problematica del lado de curar. Los payamédicos intentamos que dejen de lado la enfermedad y puedan interactuar con nosotros«, expresó Héctor. Es por eso que, desde su lugar, casi que ni se ve la enfermedad. Otra cosa importante, es que los payamédicos permiten decir que no a sus pacientes: «Logicamente, no pueden decirle que no a los médicos. A nosotros si y eso es algo que es importantisimo. Aceptamos ese no, lo tomamos como algo divertido.»
En cuanto a las motivaciones, Héctor explicó que es complicado definir por qué realiza esta actividad. Pero dijo que es por las ganas de ayudar al otro desde donde uno pueda. «A veces hacer poco es hacer muchísimo. Hay personas extrovertidas, con las cuales hay química instantáneamente. Hay otras veces que una mirada alcanza.»
La teatralidad en los payamédicos
La teatralidad en un factor clave para esta tarea. Todo está pensado previamente, para no incomodar a los producientes. Por ejemplo, la nariz de payaso que usan no es roja, porque eso puede remitir a la sangre. Lo que se necesita es color, por eso luego de un estudio de colorimetría, los payamédicos usan naranja fuerte.
«Nosotros siempre hablamos de produciente. No nos representa la figura del paciente. Preferimos que produzcan con la parte sana que tienen. Una mirada ya es una producción para algunos niños. Esta es una tarea muy interesante de realizar.«
En cuanto a la recepción de la gente, Héctor señaló que a las familias les gusta un montón, aunque hay excepciones porque hay distintos tipos de casos. «Tenemos que ser muy cuidadosos con lo que hacemos y decimos. Después, obviamente, no podemos ir con el vestuario de calle. Dos hablamos con la enfermera que nos da el parte. Los doctores nos dan información al instante, son muy macanudos. Luego de irnos, hacemos un seguimiento de los chicos. Vamos siempre en duplas, no más. Hay dos caras de esta tarea. Por un lado, el cuidado del produciente. Por eso no es nada al azar, sino que está todo pautado. Sin embargo, en la interacción vamos viendo de lo que surge».
Actualmente, hay 5.000 payamédicos en todo el país. Incluso algunos han viajado al exterior. Para más información, hace clic aquí.
